1. VIERNES 14 DE JUNIO DE 1968 LA VANGUARDIA ESPAÑOLA
HISTORIA BARCELONESA
DEL BOTICARIO
AL FARMACÉUTICO
Sobreviven establecimientos del siglo XVI. — Eran artesanos. — La poesía
de las viejas boticas. — Itinerario sentimental por las farmacias de Barcelo-
na. — Hombres de ayer y de hoy, — Desaparecieron las tertulias. — Las afi-
ciones de unos profesionales. — Evocación del Dr. Andreu
El maestro dicta al aprendiz sus sabias recetas
*LGUNOS de los establecimientos más a excepción de algunas pocas, las far- ra de otro propietario. En 1854 regen- mas, aún prescritas con signos medici- Entre los doctores en farmacia, ca-
A
antiguos de Barcelona son las far- macias eran modestas; unos botes de taba la farmacia Jacinto Bofill, hijo nales, granos, escrúpulos, araonas, on- be señalar —y perdón de antemano
macias. De ninguna otra actividad so- porcelana, con inscripciones latinas en del famoso «herbolad de Viladrau», un zas, libras, etcétera. por las muchas e inevitables omisio-
breviven tiendas tan pretéritas. Es de letras góticas, llenas de substancias ilustre botánico del pasado siglo. Bo- Antiguas, casi históricas, eran las nes—: a los doctores Agell y Agell,
sobra conocida la supervivencia-récord medicinales, unas balanzas, unas espá- fill era abuelo del comediógrafo, escri- farmacias de los doctores Botta, esta- Sanmartín, Raurich, Cusí, Cardús, Bo-
de dos farmacias; la una fundada a tulas, gran abundancia de frascos en tor y abogado Conrado Roure y asi- blecida primero en la calle de la Pla- los —de la insigne familia de los Bo-
finales del siglo XVI y la otra en 1561. las estanterías, un mortero, un horni-" mismo bisabuelo del escritor barcelo- tería y trasladada después a la Rambla los, de Olot— Rius, que fue presiden-
Se cree, sin embargo, que la fecha lio que permanecía encendido durante nés y crítico literario Jaime Bofill y de Cataluña; Raurich, en la plaza del te del «Orfeó de Sants» y Rafael Mas-
fundacional de esta última no es exac- todo el santo día y seis palmos de mos- Ferro. Pedro, fundada en 1836; la de Guerra, clans, dado a las letras y a la filoso-
ta y sus orígenes son más antiguos. trador. El famoso doctor Carulla, más tarde creadla por el farmacéutico-médico fía, que si no recuerdo mal, también
La 'Farmacia actual —no el farmacéu- Antes, y de ello no hace muchos marqués de Garulla, fue dependiente marqués de la Retama, en 1851; las de fue presidente del simpático orfeón
tico— se ha industrializado. La receta años, las farmacias olían de manera de la farmacia. Su fundador era un los doctores Trenar, Duran y España, que hoy dirige el sensible y experto
ha sido sustituida por el específico en- intensa y peculiar, muy grata porque ciudadano excepcional, progresista, li- Genové, Sastre Marqués... Algunas de maestro Enrique Ribo. Anotemos aún
vasado, con toda suerte de indicaciones se trabajaban materiales frescos. El beral, romántico y admirador acérrimo tales farmacias no pertenecen a sus los nombres ilustres de los doctores
en el prospecto. Las viejas boticas han doctor Luis Nadal Delhom, con farma- de don Baldomero Espartero. Murió al descendientes y han pasado a otras Jesús Isamat Vilá. Zenón Puig —direc-
sido reemplazadas por los lujosos esta- cia en la Rambla, hijo y suponemos atender a los apestados de la terrible manos, pero en ciertos casos conser- tor de una sugestiva revista—; José
blecimientos acristalados, claros y lu- nieto también de farmacéuticos y pa- epidemia de cólera del año 1854. To- van su antigua denominación. Luis G. Caamaño, catedrático; R. Jor-
minosos. dre a la vez de un licenciado en su es- davía las pequeñas crónicas de la ciu- di González... El profesor Luis Miravit-
pecialidad, y cuyas informaciones nos dad recogen conmovidas la figura de Ues, que tanto aparece en la TVE. y ha
En la rebotica no se celebran reunio- han sido siempre muy preciosas, evoca aquel farmacéutico insigne que murió sabido conquistarse un público, es far-
nes, ni mucho menos se conspira, pero algunos recuerdos de su juventud, pro- macéutico, como el profesor villar Pa-
por fortuna, aquí y fuera de aquí, toda- fesionalmente hablando:
satisfecho por haber cumplido con su 858 colegiados lasi, catedrático de nuestra Universi-
vía subsisten farmacéuticos poetas, deber ciudadano. dad y teniente de alcalde. Y también
hombres dados al libre juego del espí- —La elaboración de fórmulas oficina- Perdura, oculto en unas dependen- sólo en la ciudad es farmacéutico, y hace años fue ofi-
ritu. En los pueblos, tanto en los de les era indispensable verificarlas en los cias estatales y castrenses, parte del cial de Secretaría de la Facultad, el
Cataluña como en los del resto de Es- laboratorios de las propias oficinas y antiguo claustro gótico del convento Siempre al azar, citamos nombres, hasta ahora Decano de los Periodistas
paña, el farmacéutico es aún el repre- así la obtención de las aguas destila- de San Agustín, detrás de la plaza de rememoramos historias y explicamos de Barcelona, don Luis Bonet. Tam-
sentante más característico de la cien- das, con los alambiques pertinentes, su nombre, en la calle del Comercio, anécdotas, ya que es imposible hablar bién, según las referencias de una en-
cia y la intelectualidad, especialmente era cosa corriente y habitual. de todos los farmacéuticos, si se tiene ciclopedia, que no siempre acierta, era
en las pequeñas poblaciones donde No era difícil conocer qué clase de en cuenta que en nuestra ciudad hay farmacéutico el escritor y filósofo bar-
comparte el cetro de la sabiduría con agua destilada se obtenía en aquel mo- 858 con establecimiento abierto y 518 celonés, Pompeyo Gener; farmacéuti-
el médico, el maestro y el juez. Re* mento al entrar en alguna oficina. El en el resto de la región. co, médico... y abogado.
cuerdo que el farmacéutico de Artes olor resinoso de los leños con que se El historial acaso más vivo y que se
—Blancher— es un excelente poeta, calentaban los alambiques nos decía, ha dejado sin escribir, es el de las Farmacéuticos son asimismo el di-
ganador de innumerables premios en sin género de duda, se trataba simple- viejas farmacias desaparecidas. Serían rector de nuestro remozado Zoo —hoy
certámenes literarios. Y que Alexan- mente de agua destilada. El olor a muchas las cosas que podría contar en día uno de los mejores de Europa—
dre Deulofeu el autor de «La Mate- azahar, ordinariamente en la época de la ya inexistente farmacia de «El Glo- doctor Antonio Jonch. Posee esta ca-
mática de la Historia», y de una audaz la recolección de dicha flor, que se bo», del doctor Padró, de la Plaza Real, rrera el doctor Orusaíont Peyró, cate-
teoría sobre los orígenes d_el románico, trataba de agua de azahar; el olor a que después pasó a ser propiedad de drático e insigne figura mundial den-
también es un capacitadísimo doctor melisa que era agua de esta especié, don Ramón Gavaldá Ribas. Todos re- tro de la paleontología. Entre los far-
en. farmacia, establecido en su amada etcétera. cordamos los estupendísimos escapara- macéuticos ha habido —y hay— exce-
ciudad de Figueras. Los azafranaros acostumbran vi- tes de aquella ochocentista botica; los lentes aficionados a la música, por
sitar las farmacias para ofrecer el anuncios de un poderoso capilar que ejemplo Enrique Vilaseca, amigo de
azafrán en la época de la recolección le permitían al hombre del anuncio Toldrá y gran wagneriano. Un eficaz y
del mismo y el olor de la oficina podía alzar una enorme piedra o peso sin entusiasta animador de la vida filar-
decirnos que se estaban elaborando otros medios que sus largos y espesos mónica barcelonesa es Luis Prats,
Desapareció fórmulas oficinales del «crocus sativus», bigotes tratados con aquel mágico es- miembro directivo de Juventudes Mu-
ya tintura resultado de prensa, los resi- pecifico. sicales y uno de los aficionados que
el pintoresquismo duos de su maceración o lixiviación al- En la calis Nueva de la Rambla, «el más batalla para que tengamos una
cohólica con las pequeñas prensas de doctor Félix Giró tenía tertulia abierta mayor referencia de la obra de Schu-
Prácticamente el pintoresquismo del mano, o bien por el olor- típico del bert que conocemos fragmentariamen-
boticario, profesión casi tan antigua láudano, etcétera. te. Prats es farmacéutico, y para qué
seguir...
El boticario medieval prepara sus El modernismo
brebajes curativos se quedó aquí
dependencias ocupadas por la Farma- En Barcelona los establecimientos de
cia Militar de la IV Región. farmacia u oficinas farmacéuticas
En este sector de Barcelona, y no siempre han tenido gran carácter, por
muy lejos ciertamente de la evocativa ejemplo la del doctor Boatella, en las
plaza de Sant Agustí Vell —existe en Ramblas. Mas las típicas van desapa-
la ciudad otra plaza de San Agustín— reciendo. La antigüedad estriba única-
se encuentra la antigua farmacia «Bo- mente en la fecha de fundación del
tica Padrell». Está situada en un anti- negocio. De todas maneras, el estilo
quísimo caserón de la calle Baja de modernista sobrevive en infinidad de
San Pedro, número 50. En el frontis- farmacias que han sido ya registradas
picio de la vidriera de entrada, de tipo por los estudiosos y eruditos de este
modernista, se lee la fecha de su fun- período arquitectónico y artístico que
dación: 1561. Por las referencias histó- aquí tuvo su máximo auge y es cono-
ricas que se poseen de la botica, pare- cido con el nombre, siempre joven, de
ce que su fundación es muy anterior «Estilo Modernista».
a la indicada fecha. Con el viejo carácter desaparecieron
En la vivienda vecina a la botica, en asimismo dos antiguos y famosos botes
el número 52, nació el pintor Isidre de farmacia. Se encuentran aún algu-
Nonell, como así consta en una lápida nos hermosos modelos —an el estable-
colocada hace unos pocos años. cimiento del doctor Vilardell, por ejem-
Con sólo andar unos pocos pasos, plo— pero escasean mucho. Son piezas
desde la antiquísima botica podemos El sello del antiguo Colegio de notables que han ido a engrosar las co-
trasladarnos a la calle Barra de Fe- Boticarios de Barcelona lecciones de los museos o las series par-
rro, en cuya esquina con la de Mont- ticulares. «Els pots catalans» de farma-
eada, y frente al palacio Aguilar, que cia van muy buscados. Un erudito de
cobija el Museo Picasso, se abre la an- en su botica, un verdadero parnasillo, este tipo de recipiente cerámico es pre-
tigua farmacia Benessat, fundada a frecuentado por los hombres que hi- cisamente un farmacéutico, don Ángel
finales del siglo XVI, pocos años des- cieron posible la «Renaixenca» literaria Orbañanos Hugué, de Sants.
pués de la de Padrell. No conserva nada catalana, tertulia precursora del Ate- Los botes más notables se encuen-
de su época fundacional, ni sus dueños neo Barcelonés, albergado en su pri- tran, como ya hemos dicho, en nues-
actuales tienen nada que ver con la mera etapa al lado del Teatro Princi-
familia de sus fundadores. pal, no muy lejos de la famosa e ilus- tros museos: en la farmacia del Pue-
trada botica del doctor Giró. blo Español, regalo del doctor Andreu,
y en el centro de específicos de su fir-
Las recetas pretéritas ma, y en la Academia de Farmacia,
sita en el recinto gótico del antiguo
Antiguos alambiques para la obtención de aguas medicinales En la Plaza de la Lana existe otra Nombres actuales Hospital de la Santa Cruz y San Pablo,
farmacia fundada hacia el año 1848. ubicada, más o menos, en el mismo lu-
como el arte de intentar curar, finali- El cornezuelo de centeno era vendi- La farmacia la creó Teodoro Aviñó y Las farmacias ya no tienen tertulias. gar donde había la antigua botica del
za hacia mediados del siglo XIX. Los do directamente a Jos farmacéuticos después la usufructuaron sus descen- El comprador ha substituido al conver- Hospital.
boticarios del siglo XVIII —nos dicen en la época que este honguillo del cen- dientes, todos doctores éh farmacia. sador. Pero entre los colegiados exis-
los que han ahondado en la materia— teno se recolectaba, preparándose con José Cases Montserrat, que prosiguió ten figuras notables dadas a la ciencia
eran sencillamente unos artesanos él tinturas, bálsamos, extractos fluidos con el establecimiento, era un hombre y a la intelectualidad.
agremiados, o colegiados si se quiere, y blandos. ilustre, creador de algunos productos —Hemos tenido periodistas —nos di- Los hombres recordados
pertenecientes al grupo de los indus- La farmacia del doctor José Massó farmacéuticos que obtuvieron ias ape- ce el doctor Nadal—, músicos, escrito-
triales. Algunos poseían cierta cultura, Arumí, de la Rambla de Canaletas, tecidas medallas en la Exposición Uni- res, médicos, cultivadores de las Cien-
hoy del doctor Nadal, fue fundada en versal de 1888 y fundó la Academia y cias, de las Artes, de las Letras, articu- En la toponimia urbana se encuen-
que en muchos de ellos llegaba hasta Laboratorio de Ciencias Médicas de listas y traductores, caricaturistas, e tran algunas calles con nombres de
la erudición, y desde luego, todos con el año 1850. Esta antigüedad, tratán-
un completo conocimiento de las prác- dose de establecimientos así, no es ra- Cataluña. Su sucesor, el doctor Cases incluso, poetas. Los ha habido aficiona- farmacéuticos o cosas y hombres vin-
ticas de su profesión; sin embargo, por ro encontrarla en Barcelona donde, Puchades, es una institución muy que- dos a diferentes deportes y los hay culados a esta especialidad científica.
estar considerados como artesanos, no abundan oficinas farmacéuticas más rida en el barrio. Entre otras cosas cu- también con diferentes «chifladuras», Existe la calle del Farmacéutico Car-
tenían derecho a beneficiarse de una que centenarias, como ya hemos dicho. riosas el farmacéutico de la Plaza de como son filatélicos discretos, grandes bonell y la Avenida del doctor An-
la Lana guarda una farmacopea que coleccionistas de postales, muy expertos dreu verdadero padre de los colegia-
enseñanza pública común y por lo tan- perteneció a su abuelo. Es del año 1865. fotógrafos de fantasía con laboratorios
to no eran considerados como «hombres Leo una fórmula: «Cógense dos onzas curiosísimos y costosos, apreciados lati- dos a los cuales jamás regateó su ayu-
de carrera». La lucha entre los botica- de alacranes vivos y ahóganse en agua nistas, etcétera. da, de la misma manera que soñó en
rios profesionales y las nuevas mane- Los Bofill de lo Plaza tibia...». De los alacranes a la penici- Ciertamente, el doctor Nadal tiene una gran Barcelona, que acaso nada
ras de la farmacia —según las «Notas lina. ¡Todo un mundo! razón. Algunos farmacéuticos son doc- tenga que ver con esa Gran Barcelona
para la Historia de la Farmacia cata- de Sant Aqustí Vell El doctor Nadal guarda, a su vez, tores, otros, ejercen la enseñanza de su que planean y de la cual tanto hablan
lana»— culmina y cesa en 1843 con la el recetario de la firma antecesora de profesión o se dedican a especialida- nuestros ediles.
creación de la Facultad y su agrega- En la Plaza de Sant Agustí Vell, su oficina. La mayoría son recetarios des propias de su carrera, que no aca-
ción a la Universidad. existe una farmacia que fundaron los encuadernados en pergamino, en don- ba ni estriba únicamente en tener una
A mediados del pasado siglo todavía, Bofill hace más de siglo y medio, aho- de se pueden leer fórmulas antiquísi- farmacia. ARTURO LLOPIS