La obsolescencia programada se refiere a acortar la vida útil de los productos para que se conviertan en objetos desechables y obligar a los consumidores a comprar nuevos productos. Esto ha contribuido a una crisis ecológica global debido a problemas como la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Las empresas deben explotar los recursos de manera sostenible para proteger el medio ambiente sin agotarlos.