2. Flores de zarzamora Durante abril el frío va desapareciendo, se deshacen las últimas trazas de nieve, y hasta la lluvia es más sutil y liviana.
3. Flores de almendro La naturaleza no conoce el reposo, continúa sin cesar su trabajo de transformación, y tras el largo sueño invernal los verdes brotes se abren en flores espléndidas.
4. Azahares de pomelo Es la primavera que estalla, que se renueva y que vuelve a la vida en el campo, las praderas y los jardines, brindándose con su habitual generosidad.
5. Flores de cerezo Los árboles frutales son el ejemplo más evidente: desde el más tierno aunque siempre tenaz brote, capaz de resistir los rigores invernales,
6. Flores de kiwi siguiendo por la flor frágil y delicadísima que sabrá mantenerse hasta culminar en la dulzura de los frutos que madurarán oportunamente.
7. Flores de fresa En cada uno de nosotros existe una pizca de primavera, que se conserva en ese pequeño jardín interior en el que cultivamos emociones tales como la bondad,
8. Flores de manzano cuya existencia a menudo pasa desapercibida pero que se manifiesta cuando surge el afecto por la naturaleza y sus criaturas, por el ambiente y por todo lo que nos rodea.
9. Flores de albaricoque Pese a que, quizás por pudor, a veces evitamos mostrar esos sentimientos y emociones tan íntimas, salvo en ciertas ocasiones de festejos especiales en que nos tornamos algo más locuaces, como por ejemplo las próximas Pascuas,
10. Flores de durazno que serán una ocasión de encuentro, de reunión y de renovada esperanza para toda la humanidad. Principalmente, será también ocasión para acercarnos a Aquél que es la esencia de esta conmemoración.
11. Flores de bananero Sería esperable que lográramos mantener este contacto, que demostráramos más a menudo nuestro afecto a los seres queridos, ya que nunca será demasiado, y tampoco nunca será la ocasión equivocada para hacerlo.
12. Azahares de naranjo El afecto es lo único que podemos dar a manos llenas sin temor a empobrecer, ya que por el contrario llena nuestro corazón y beneficia no sólo a quien lo recibe sino también a quien lo da.
13. Flores de grosella Es simple demostrarlo: basta con un abrazo, una palmadita en el hombro, un leve beso en la mejilla; o bien pronunciando esas dos simples palabras que pueden restituir la sonrisa a quienquiera: te quiero.
14. Flores de ciruelo Texto y gráficos: GiEffebis@alice.it Versión en español: mussonor@hotmail.com Música: “I just call to say I love you”- P. Mauriat