2. Tímidamente asoman las flores en las
minúsculas grietas de las rocas en las
cuales los frágiles tallos, con
esforzada persistencia, se han abierto
paso hasta encontrar la luz;
4. y surgen incluso entre los pedregosos terrenos
desérticos, donde a duras penas se encuentran
terrones paupérrimos y algunas gotas de agua, sólo
lo esencial para sobrevivir.
5. Estas hermosísimas, simplísimas
florecillas, crecidas en ambientes
hostiles, demuestran que la vida y
otras bellezas, antes de entrar en los
sueños humanos, están en la realidad
de la Creación.
6. Sean espontáneas o cultivadas existe, en la
aparente fragilidad de las flores y en la delicadeza
de sus coloridos pétalos, toda la tenacidad, la
fuerza y el optimismo del deseo de vivir, que
surge en todo su esplendor.
Sean espontáneas o cultivadas existe,
en la aparente fragilidad de las flores y
en la delicadeza de sus coloridos
pétalos, toda la tenacidad, la fuerza y
el optimismo del deseo de vivir, que
surge en todo su esplendor.
7. Es por esto que las
cultivamos, sea como sea
y en cualquier entorno, o
las conservamos en los
cántaros de nuestros
hogares: porque es como
poseer un trocito de
primavera, y en más de
una ocasión su bella y
serena presencia calma
nuestras angustias.
Es por esto que las
cultivamos, sea como
sea y en cualquier
entorno, o las
conservamos en los
cántaros de nuestros
hogares: porque es
como poseer un trocito
de primavera, y en más
de una ocasión su bella
y serena presencia
calma nuestras
angustias.
8. Cuando no logramos encontrar palabras para expresar lo
que sentimos, nos refugiamos en el lenguaje universal de las
flores para que hablen por nosotros
con ternura y gentileza;
9. y es así también que las flores acompañan nuestras
visitas, cuando vamos al templo a orar y cuando las
ofrecemos a la Virgen, en este mes que le es
dedicado. Porque Ella, con su infinita sabiduría de
mujer, nos permite que podamos sentirla como madre
y amiga a la vez.
10. Es que no se trata de “sólo” flores,
sino que son también y por sobre
todo la expresión más delicada y
gentil de la fuerza incontenible de la
naturaleza y de su capacidad de
renovación.
11. Si el invierno nos
enseña la
esperanza y la
paciencia de saber
esperar, la
primavera que
llega envuelta en
la tibieza del mes
de Mayo se
saborea con el
inmenso regocijo
del presente,
12. porque la aparición de las flores por doquier
representa una fiesta a la que estamos todos
invitados, y que podemos todos compartir con
similar alegría.
13. Que estas flores de
Mayo, hermosas
como las de un ramo
de novia, sean un
augurio de vida
nueva que colme los
deseos de todos los
corazones.