1. Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor 12 de abril de 2009 Música: “Cristo ha Resucitado” de la liturgia maronita de los primeros siglos del cristianismo.
2. Sepulcro de la época de Jesús, en Jerusalén Hechos 10,34a. 37-43 Pedro tom ó entonces la palabra y dijo: – Ya conoc é is lo que ha ocurrido en el pa í s de los jud í os, comenzando por Galilea, despu é s del bautismo predicado por Juan. Me refiero a Jes ú s de Nazaret, a quien Dios ungi ó con Esp í ritu Santo y poder. El pas ó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el demonio, porque Dios estaba con é l. Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en el pa í s de los jud í os y en Jerusal é n. A é l, a quien mataron colg á ndolo de un madero, Dios lo resucit ó al tercer d í a y le concedi ó que se manifestase, no a todo el pueblo, sino a los testigos elegidos de antemano por Dios, a nosotros que comimos y bebimos con é l despu é s que resucit ó de entre los muertos. É l nos mand ó predicar al pueblo y dar testimonio de que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos. De é l dan testimonio todos los profetas, afirmando que todo el que cree en é l recibe el perd ó n de los pecados, por medio de su nombre
3. Salmo 117 Este el es día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo. ¡Dad gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!. Diga el pueblo de Israel: es eterno su amor
4. Este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo. La diestra del Señor es sublime, la diestra del Señor hace proezas. No he de morir, viviré y contaré las hazañas del Señor.
5. Este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo. La piedra que rechazaron los constructores se ha convertido en piedra angular. Esto es obra del Señor y es realmente admirable.
6. Col 3,1-4 : Así pues, ya que habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Pensad en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios; cuando aparezca Cristo, vuestra vida, entonces también vosotros apareceréis gloriosos con él. Buscad las cosas de arriba
7. ACLAMACIÓN 1Co 5, 7b-8a ¡Aleluya! ¡Aleluya! Ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo. Así pues, celebremos la Pascua. ¡Aleluya!
8. Jn 20,1-9 El domingo por la ma ñ ana, muy temprano, antes de salir el sol, Mar í a Magdalena se present ó en el sepulcro. Cuando vio que hab í a sido rodada la piedra que tapaba la entrada, se volvi ó corriendo a la ciudad para cont á rselo a Sim ó n Pedro y al otro disc í pulo a quien Jes ú s tanto quer í a. Les dijo: – Se han llevado del sepulcro al Se ñ or, y no sabemos d ó nde lo han puesto. Pedro y el otro disc í pulo se fueron r á pidamente al sepulcro. Salieron corriendo los dos juntos, pero el otro disc í pulo adelant ó a Pedro y lleg ó antes que é l. Al asomarse al interior vio que las vendas de lino estaban all í ; pero no entr ó . Sigui é ndole los pasos lleg ó Sim ó n Pedro que entr ó en el sepulcro, y comprob ó que las vendas de lino estaban all í . Estaba tambi é n el pa ñ o que hab í an colocado sobre la cabeza de Jes ú s, pero no estaba con las vendas, sino doblado y colocado aparte. Entonces entr ó tambi é n el otro disc í pulo, el que hab í a llegado primero al sepulcro. Vio y crey ó . (Y es que hasta entonces, los disc í pulos no hab í an entendido la Escritura, seg ú n la cual Jes ú s ten í a que resucitar de entre los muertos). Santo Sepulcro