Los trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia son problemas graves de salud en Argentina que afectan a los jóvenes física y mentalmente. Estos trastornos han aumentado rápidamente en las últimas décadas y ahora se consideran una epidemia. Los medios de comunicación y la publicidad han contribuido a promover ideales de belleza irrealistas que fomentan estos trastornos. Se necesita un enfoque multidisciplinario que incluya el tratamiento psiquiátrico y psicológico, así como cambios
Los medios y la sociedad, cómplices de los trastornos alimenticios
1. Actualmente escuchamos hablar en todos los medios de los trastornos alimentarios y el
incremento en el porcentaje de los enfermos, sin embargo esto no parece ser una campaña
para luchar en contra de estas patologías sino un negocio. Hoy "vende" hablar al respecto,
como del mismo modo en otras circunstancias (las cuales fluctúan incansablemente en
nuestros medios de comunicación masiva de acuerdo a sus necesidades económicas y de
rating) era redituable hablar de dietas, delgadez y moda como equivalentes de belleza,
¿Paradógico no?.
¿Serán entonces la bulimia, la anorexia o vigorexia -entre otros- problemas sociales o
meramente mediáticos?
En los últimos meses oímos hablar de los trastornos alimentarios y sus fatales consecuencias
en todos los canales, diarios, revistas y emisoras radiales. La pregunta es ¿Son enfermedades
recientes?, la respuesta es sencilla y preocupante, ya que estas patologías no sólo cohexisten
con muchas otras que afectan a la población desde hace décadas atrás, sino que nunca se
había hablado en profundidad del tema y hasta se lo minimizó y agravó consecuentemente
con la venta de publicidades de productos que incursionaban en el aspecto del físico
extremadamente delgado, entre otros.
¿Porqué entonces hoy oímos las quejas y pedidos de ayuda tan efusivos al estado, la
consciencia social y hasta el Papa mismo cuándo hasta hace algunos meses atrás muchos
desconocían estas problemáticas por su falta de difusión?. Simple, ayer ver una muchacha en
un peso temiblemente inferior al que le corresponde no vendía tanto como las publicidades de
hierbas adelgazantes, alimentos bajísimos en calorías (y vitaminas en la mayoría de los casos,
vale destacar), y modelos extremadamente flacas a las que su peso se les adjudicó belleza.
Por otro lado, en nuestro país, desde hace varias décadas atrás se viene sembrando la idea de
la belleza femenina bahanalmente, como si lo único que importara fuese el aspecto exterior,
fomentando en la mujer (mayoritariamente) un impulso a desvalorizarse en sus otros ámbitos
y al "deber ser" (delgada, atractiva, simpática, etc) para demostrar sus tantos otros atributos,
sus destrezas y habilidades.
¿De que se indignan entonces los grandes medios? y, lo que es peor aún,¿ porqué se
sorprenden?, si distribuyeron y contribuyeron a la incursión de esa imagen e ideología en la
población.
Sin duda, los trastornos alimentarios son un terrible problema social, pero es en esa misma
sociedad a la que acusan en la que están inmersos todos los que, en los medios de
comunicación; critican al estado y la población por no hacerse cargo... Pero... ¿Esto no debería
comenzar a tratarse en las transmisiones que en estos nos hacen llegar a modo de "mensajes
subliminales" la idea de perfección o hermosura ligada al descenso de peso?.
Todos contribuímos en esto, el estado, la familia, los amigos, el barrio, los medios... Todo lo
que hace al contexto del enfermo. Pero no seamos hipócritas, aceptemos la culpa y hagamos
algo por desecharla y colaborar en la lucha de miles de personas perjudicadas por este
estandarte impuesto hoy en la Argentina; hagamos algo, pero algo más que hablar de ello
penando por las víctimas y lavándose las manos.
2. Aunque muchos no lo admiten, los trastornos alimenticios son un grave problema de salud en
nuestro país que afecta a nuestros jóvenes, tanto físico como mentalmente. Y esto no solo
requiere la atención de los padres de familia, sino también de las autoridades.
“Este problema no es un fenómeno aislado en la persona que lo padece, ya que va
acompañado de conflictos psicológicos, como son: baja autoestima, problemas con el control
de las emociones, rasgos de personalidad sin afianzar, inseguridad a la hora de tomar
decisiones personales, incapacidad para exteriorizar correctamente su afectividad, identidad
poco definida, exagerado afán de perfeccionismo y autocrítica, y exigencia extrema hacia sí
misma y con los demás”, precisa la psicoterapeuta Liliana Díaz Díaz.
Según la especialista, la incidencia de las enfermedades derivadas de los trastornos de la
conducta alimentaria ha aumentado de forma muy rápida en las dos últimas décadas, hasta el
punto de ser consideradas una epidemia.
“Tanto así que la anorexia nerviosa representa la tercera enfermedad crónica más común en
las adolescentes, afecta del 1 a 4 por ciento de las adolescentes y mujeres jóvenes y, lo que es
más importante que va en aumento", agrega.
SEÑALES DE ALARMA
La experta agrega que generalmente el inicio de los trastornos de la conducta alimentaria es
de los 14 hasta los 20 años y que tanto la bulimia como la anorexia pueden tener graves
consecuencias para el organismo.
“Por no comer, no hay residuo fecal produciendo estreñimiento y al no tener energía, tienen
dificultad para concentrarse. En muchos casos la menstruación en las mujeres se vuelve
irregular y hasta puede suspenderse. Todos estos síntomas sumados a que no están contentos
con su imagen corporal van llevándolas a la depresión. Y si la inanición persiste, esto puede
conllevar a la muerte. En caso de la bulimia, cuando hay episodios de "atracones" y luego se
provoca el vómito, el ácido del estómago disuelve el esmalte de los dientes, ocasionando la
caída de los dientes”, explica.
¿QUÉ HACER?
En primer lugar, el tratamiento al inicio siempre es multidisciplinario: Psiquiátrico, para la
valoración pertinente acerca de síntomas ansioso-depresivos, obsesivos. Y prescribir el
tratamiento farmacológico oportuno; psicológico, para abordar la psicoterapia adecuada de los
trastornos psíquicos del paciente; nutricional, para hacer la valoración pertinente de la
alimentación del paciente y familiar, el papel de la familia es muy importante, ya que va actuar
como colaboradora con los profesionales anteriores y el paciente.
“Y en cuanto a la alimentación, que en los colegios se den charlas de lo que es una
alimentación adecuada, que en los kioscos se ofrezcan productos más sanos. Y en casa, los
padres deben darse el tiempo para hacerles una lonchera sana y rica a sus hijos. Igualmente
sería ideal que la publicidad empiece a mostrar que una mujer ideal no es una mujer
extremadamente delgada, sino mostrar la verdadera belleza de una mujer. Sólo asíb
3. reduciremos los nuevos casos de trastornos alimentarios y combatiremos la bulimia y la
anorexia”, agregan.
Recuerda que la comunicación es vital para evitar este tipo de hechos.