1. / MERCADO GLOBAL
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P
or su localización, ambos países tie-
nen entornos económicos y demo-
gráficos similares, representan cada
uno la puerta de entrada para los
productos del otro a sus respectivas re-
giones: Estados Unidos y Latinoamérica
para Turquía; Europa del Este y Medio
Oriente para México.
Las dos naciones, además, son parte de la
OMC, la OCDE y el G-20, en tanto que
Turquía también es miembro observador
de la Alianza del Pacífico, bloque al que
México -asociado con Colombia, Perú y
Chile- ve como una puerta de entrada al
TPP (Alianza Trans-Pacífico). De hecho,
el grupo ha instalado oficinas comerciales
en Estambul y ya tiene un pie en Jordania.
Ambas repúblicas vienen ampliando
también su plan de expansión global. Las
exportaciones turcas pasaron de cerca
de 36.000 millones de dólares en 2002
a más de 135.000 millones en 2011, al-
canzando los 152.000 millones en 2012.
Las mexicanas, que fueron de 166.121
millones de dólares en 2000, llegaron a
349.677 millones en 2011, alcanzando
380.000 millones en 2013, según datos
oficiales de México.
Comercio
Elcomerciobilateral,relativamentemodes-
todurantedécadas,semultiplicóapartirde
1999, llegando en 2013 a 885 millones de
dólares, volumen que, a su vez, representa
un aumento del 11,3% sobre 2012, según
datos de las estadísticas mexicanas.
A pesar de la mínima relevancia que ese
resultado tiene en el volumen total de los
negocios que cada uno mantiene con el
mundo (761.000 millones de dólares en
el caso de México y 403.463 millones
por parte de Turquía, según registro de
la OMC en 2013), diversas coincidencias
han llevado a ambos lados a explorar jun-
tos su potencial de crecimiento y acelera-
ción, sin perjuicio de las inversiones que
puedan captar por separado para sus pla-
nes en materia de energía.
México y Tu rquía se
asocian en comercio
y compiten en energía
En esa línea, los presidentes de Turquía,
Abdullah Gül, y de México, Enrique
Peña Nieto, formalizaron el “Marco de
Cooperación Estratégica y Asociación
para el Siglo XXI” después de la visita
de este último en diciembre de 2013; la
primera, vale destacar, que realiza un
mandatario mexicano en el país turco
desde 1928.
Para completar la escena, en julio de 2014
una comitiva mexicana negoció en Anka-
ra y en octubre llegará una delegación
oficial turca a Ciudad de México. Ambas
se proponen firmar un Tratado de Libre
Comercio (TLC) convirtiéndolo en un
“instrumento de amplia cobertura”, con
beneficios “más allá de la desgravación
arancelaria” y que promueva “la integra-
ción de los sectores productivos”.
El comercio bilateral
entre México y Turquía
se multiplicó a partir de 1999,
llegando a 885 millones de
dólares en 2013
Puentes
Otro ejemplo de esta atracción mutua:
en los cinco primeros meses de 2014 el
intercambio ha alcanzado el 39,5% de
todo 2013, cuando México había expor-
tado a Turquía polímeros de cloruro de
vinilo, trigo, vehículos de carga y automó-
viles. En sentido inverso, Turquía entregó
a México materiales de construcción (su
principal producto), recambios de auto-
móvil, mineral de cinc y artículos textiles,
convirtiéndose, además, en el tercer inver-
sor europeo en territorio mexicano.
Para el país americano, entrar a Turquía
es su puente hacia Oriente Medio. El eu-
roasiático ve su llegada a México como
parte de la estrategia con que quiere al-
canzar los 500.000 millones de dólares
en exportaciones hacia 2023, año del
Al mismo tiempo que fortalecen sus lazos comerciales,
México y Turquía fomentan inversiones extranjeras
para los proyectos energéticos con los que aspiran a
impulsar su desarrollo. Mientras el Gobierno mexicano
reafirma su decisión de integrar capital privado y
extranjero al sector petrolero, las autoridades turcas
abren su mercado eléctrico, crean una bolsa de
valores específica y otorgan beneficios fiscales
a los generadores. / Carlos Turdera
centenario de la República de Turquia.
Tal meta, que representará un 1,5% del
comercio mundial previsto para ese en-
tonces, le exigirá aumentar sus ventas ex-
ternas a un ritmo del 12% anual.
Pero más allá de los intereses comer-
ciales que los mueven a convergir, es el
momento de despegue energético lo que
convierte a estos países en competidores
naturales por fondos que circulan en el
mercado global.
Bifurcación
Turquia apunta a las fuentes renovables
para contrarrestar su dependencia exter-
na (hoy importa más del 70% de la ener-
gía que consume). México, que importa
el 30% del gas que usa, intensificará su
explotación petrolera no sólo para com-
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/ MERCADO GLOBAL / México y Turquía compiten en energía
prar menos en el mercado externo, sino
para aumentar sus exportaciones; princi-
palmente a India y China, cuya demanda
tiende a aumentar.
México ha abierto la otrora cerradísima
estatal Pemex a la participación de capi-
tales privados y tiene muchas expectati-
vas en que sus reformas puedan atraer
inversiones extranjeras para modernizar
el país. No obstante, el país americano
parte en desventaja ante Turquía debido
a que dejó de lado las energías renova-
bles, según afirma a DIRIGENTES el
especialista mexicano en asuntos energé-
ticos Sergio Meana.
“Excepto por la geotérmica, la reforma
energética ha dejado de lado las tecno-
logías renovables. El objetivo de generar
35% de electricidad a partir de fuentes
renovables (hoy es 20%) implica instalar
entre 10.000 y 20.000 MW adicionales,
pero empresarios del sector sostienen que
la falta de incentivos es un freno para ma-
yores inversiones”, explica Meana, que
apunta que Turquía “ha desarrollado
incentivos fiscales como la eliminación
de aranceles o la reducción de impues-
tos al valor agregado en maquinarias tras
entender que el costo de un megavatio
fotovoltaico sigue siendo mucho mayor
que el de fuentes fósiles”.
En el último decenio, Turquía liberalizó
su sector energético con apoyo del Ban-
co Mundial, convirtiéndolo en un mer-
cado que le rindió al Estado un ingreso
de 12.700 millones dólares sólo en 2013.
Para completar la apertura hacia 2016,
el país ha creado la Energy Stock Ex-
change, una bolsa de valores específica
donde es posible captar capital para esa
industria creciente. Ambas acciones colo-
can al país turco en mejor situación que
México, considera Meana (ver recuadro:
Agua, viento y sol), quien también pon-
dera que “las circunstancias políticas y
geográficas son más determinantes que
el volumen de reservas de crudo a la hora
de decidir inversiones”.
Sustentabilidad
“De México, así como de Venezuela,
Turquía importa petróleo y vende mate-
riales para la construcción civil”, detalla a
DIRIGENTES Mevlut Emrah, director
ejecutivo de la Cámara de Comercio e In-
dustria Turco-Brasileña, que analiza tam-
bién el acercamiento turco a otros países
latinoamericanospararelativizartambién
/ Agua, viento y sol
Columnista especializado en Energía del periódico ‘El Financiero’ (Bloom-
berg), Sergio Meana considera a Turquía el rival más difícil de México a
la hora de captar inversiones extranjeras. El Gobierno mexicano “aún no
ofrece estímulos suficientes a los empresarios para participar del sector,
especialmente en el rubro eólico”, afirma Meana a DIRIGENTES.
¿Por qué el potencial eólico mexicano no está tan explotado como
podría?
Destacaría tres factores: uno técnico (la intermitencia del viento, que
requiere de una mayor complejidad en la transmisión), uno de dinero (la
inexistencia de un mercado mayorista, que no incentiva a la banca para
invertir) y uno regulatorio (falta de certezas legales para atraer empre-
sas, lo que ha redundado en una concentración del negocio en pocas
manos, aumentando así la resistencia a las nuevas). Sin embargo, este
cuadro está en proceso de transformación. Se espera que se instalen
2.000 MW al año hasta que en 2022 se alcance la meta de 20.000 MW.
No serán los 30.000 MW con los que cuenta España, pero suponen un
buen avance para México.
¿Cómo impacta en el plan energético de México el hallazgo de
grandes reservas de petróleo en Brasil y Argentina?
Mientras se sigue intentando descubrir cómo hacer negocio de las pie-
dras de esquito (shale), creo que los países pueden compartir experien-
cias. México tiene la gran ventaja de un amplio mercado tanto nacional
como extranjero, por su alianza con Estados Unidos. Muchas de las
refinerías de Texas, donde ha habido grandes hallazgos de shale, están
hechas para el petróleo mexicano y México sigue exportando crudo allí
porque el llamado shale oil es crudo ligero, mientras que el mexicano es
más pesado. Las ventajas competitivas de cada país vienen dadas por
circunstancias geográficas y políticas por la cantidad de reservas por
más que sea uno de los principales criterios que tengan en cuenta los
bancos para financiar proyectos energéticos.
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/ MERCADO GLOBAL / México y Turquía compiten en energía
/ Dinero y energía
El 16 de julio fue anunciada en Brasil la creación del Nuevo Banco de
Desarrollo (NBD), más conocido como Banco Brics, una entidad finan-
ciera con un capital inicial de 50.000 millones de dólares para obras
de infraestructura en países emergentes, al que muchos ven como una
alternativa al FMI y BID. Preguntado por DIRIGENTES sobre si Turquía
vería a esta nueva institución como eventual fuente de financiación para
sus planes energéticos, el director ejecutivo de la Cámara de Industria y
Comercio Turco-Brasileña, Mevlut Emrah, dijo que su país no considera
ningún movimiento en lo inmediato.
En su plano de reposicionamiento internacional, ¿considera Tur-
quía un acercamiento a los Brics?
(Recep Tayyip) Erdoğan, primer ministro hace 11 años, está ahora en
carrera hacia la presidencia. Por ello que, desde hace un año y medio,
en coincidiendo con el inicio de las revueltas sociales, Turquía no tiene
más iniciativas en política externa y ha perdido fuerza en su compro-
miso con nuevas alianzas en el mundo. A ello se debe que Erdogan
no le haya dedicado una atención especial al Banco Brics, llegando
a decir que Turquía no precisaba entrar ni apoyar a ese nuevo banco,
contrariando de esa manera la recomendación de economistas para
que el país se involucrase más. Antiguamente hubo buenas relaciones
con Brasil y los demás países latinoamericanos, pero ahora Turquía está
ocupada en cuestiones políticas internas.
Después del desastre nuclear de Fukushima, ¿cuál es la motivación
que encuentra Turquía para construir dos centrales atómicas?
Hay dos acuerdos en marcha y un tercero en estudio, pero la población
no quiere energía nuclear. El Gobierno busca quebrar la dependencia
que tiene del gas de Rusia e Irán, debido a que esos escenarios están
en permanente conflicto. Turquía gasta 40.000 millones de dólares en
energía, por lo que considera a la vía nuclear como una salida. Las in-
versiones en hidroeléctrica son importantes, pero por lo que considera
las necesidades de Turquía, son insuficientes. Para la usina nuclear,
la empresa rusa se ocupará de todo lo que implica su construcción y
funcionamiento, hasta de retirar los residuos. A Turquía sólo le restará
comprar la electricidad producida.
la dependencia que suponen los sumi-
nistros de Turkmenistán, Azerbaiyán e
Irán. Por su propia generación, la ma-
triz energética turca es gasífera (38%),
hidroeléctrica (34%), carbonífera (22%)
y solar, eólica y nuclear (7%).
Este último ítem, el nuclear, es justamen-
te una de las apuestas fuertes de Turquía
en relación con la vía petrolífera
adoptada por México. A
pesar de las alertas tras
el desastre de Fukushi-
ma (Japón) y los sis-
mos frecuentes en
su territorio, el país
firmó contratos con
Rusia y Japón para
construir una planta
nuclear en Akkuyu (Mar Me-
diterráneo) y otra en Sinop (Mar
Negro), respectivamente. Ambos acuer-
dos significan la entrada de 44.000 millo-
nes de dólares para hacer funcionar ocho
reactores a partir de 2023.
“Es probable que México reduzca aún
más su generación nuclear, hasta llegar
a un 2,4% en 2014”, afirma Meana,
señalando que añade entre 2011 y
2012 la generación por esa vía cayó de
10.089 a 8.770 GWh. “Pese a ser una
de las fuentes que menos gases de efec-
to invernadero emite, genera una gran
cantidad de residuos nucleares, proble-
ma para el que aún no hay solución”,
argumenta por su parte el Gobierno al
plantear sus perspectivas energéticas
para 2013-2027.
Desglosando las diferencias de los mo-
delos adoptados por los dos países,
Meana hace foco en los recursos reno-
vables: “México tiene un potencial de
40.000 MW eólicos, aunque sólo hay
1.289 MW en operación y 2.460 en
construcción. En Turquía el potencial
es de 48.000 MW, de los cuales ya se
pidieron licencia para 11.000. Para las
hidroeléctricas el potencial en México
es de 53.000 MW y de 40.000 en el
caso de la nación balcánica”.
Expuestos como están a dos modelos
de desarrollo energético sustancial-
mente diferentes, los gobiernos de
México y Turquía tendrán ahora más
de diez años para evaluar cuál habrá
sido la decisión más eficiente y susten-
table. Por lo pronto, ambos países han
encendido motores y ya comienzan a
acelerar. /