12. La llamada es la iniciativa gratuita
Y amorosa de Dios, la hace desde su
corazón y la ha depositado desde
toda la eternidad en tu corazón, por
ello la vocación no está fuera de ti,
sino en ti y sólo tú tienes la decisión
a querer vivirla.
13. La llamada
es la manifestación
del amor gratuito de
Jesús para ti que lo
estás buscando,
pues si lo estás
buscando es que Él
ya te ha llamado y
“Te ha llamado por
tu nombre”. No lo
dudes
15. La RESPUESTA es la disponibilidad del
hombre y de la mujer que responden al
llamado entregando toda su vida al servicio
de Dios y al servicio de los demás, los más
necesitados.
16. LA RESPUESTA
Es personal
Es libre
Es consciente
Es responsable
Es experiencia de fe
La persona responde dentro de una situación
histórica concreta
17. Dios se puede valer de cualquier
acontecimiento, incluso doloroso, para
impulsarte a dar el paso a entregarle tu
vida, por ello es importante que no
abandones ni un momento la intimidad
con Dios para poder responder aunque
“sientas lo que sientas”…como:
18. Temor o miedo a dejar tu familia, tus amigos, el
trabajo, tu vida cotidiana, tus diversiones, tus
cosas. Quizá te experimentas incapaz de dar el
paso, llena de duda e inseguridad. Quizá llegues a
pensar o decir. “Yo no voy a tirar en este proyecto
de Dios, la inversión que hice o hicieron mis padres
en mi carrera o estudios”, pero…. ¿Sabes?
El proyecto, la carrera que Dios tiene para ti, es
más grande y más valiosa que cualquier otra cosa
que pudieras pensar.
21. Dios te encomienda una misión personal y única:
Ser como su Hijo Jesús que pasó haciendo el bien
a cada ser humano.
Y la comunidad religiosa, ha de ser el espacio
adecuado para desarrollar esa vocación a la que
has sido llamada, pues en el amor fraterno, se
puede crecer tanto en el amor verdadero, para
luego poder ir a anunciar a otros que son
inmensamente amados y que vale la pena vivir en
honestidad, en alegría, en perdón incondicional,
en solidaridad, bondad, y misericordia.
22. Dios nos llama a la
comunión con Él y a una
misión concreta:
23. Dios nos llama a educar nuestro propio interior,
educar nuestro corazón, nuestra alma, nuestra
mente, nuestro espíritu, nuestro ser, tanto
individualmente en Su Presencia, como en la
comunidad, para luego poder ir a los demás, y
transmitirles, seguridad, confianza, paz, estabilidad
emocional y espiritual y sabiduría de Dios.
24.
25. Luego de haber estado con Él en
intimidad, vamos a llevar la
buena nueva a los solos,
desalentados, desesperados, a
los matrimonios en crisis, a los
jóvenes y niños sin esperanza, a
los deprimidos, a los
encarcelados en el egoísmo y la
soberbia.
27. la misión es todo un reto, es la más hermosa oportunidad
para contemplar que lo que hacemos, lo hacemos con poder
(aún entre cansancio) y sencillez, por su amor y su gracia.
31. Ser ese árbol del
Evangelio a donde
todos los cansados
puedan venir a
descansar, porque en
la intimidad del
corazón, de la
oración, de la
Eucaristía y junto a
María, haces día con
día a Jesús tu Amado,
tu AMOR
VERDADERO, tu
Esencia, tu
LIBERTAD,
tu IDENTIDAD.
ORACION
32. Signos que te pueden ayudar a darte
cuenta del llamado de Dios
33. - Cuando el servicio comienza a ser central en tu
vida y descubres que amar a Dios es amar a todo
ser humano y servirlo respetando la vida en todo
ser vivo, incluyendo animalitos y plantas.
34. - Cuando el trabajo o servicio pastoral que prestas
en tu Parroquia, comunidad o movimiento comienza a
“robar” tu corazón porque te hace crecer, porque te
hace mejor ser humano, porque te experimentas
alegre y con paz, porque ves que las personas al
contacto con esta obra o comunidad se van
restaurando, se van levantando a una vida nueva, y
pasas gran parte de tu tiempo cultivando en tu
interior esto.
35. - Cuando la figura de algún sacerdote, religioso
o religiosa verdaderamente honesto/a te atrae
por su vida honesta y llena de intimidad con Dios
y por el trato al estilo de Jesús que da a los
demás, y comienza a rondar fuerte en tú corazón
la idea de consagrar la vida como lo hace él o
ella.
36. - Cuando la Eucaristía y la oración van pasando a
ser una necesidad diaria y necesitas encontrarte a
solas y en intimidad con el Señor.
37. Cuando vas haciendo tuyos los intereses y “amores”
de Jesús tu Amado: El amar al Padre Celestial con
todas tus fuerzas y servir a la creación entera.
38. - Cuando han crecido en ti
enormes deseos de santidad, de
ser cada vez más madura; si ahora
mismo está creciendo en ti el
deseo de vivir una vida llena de
Jesús, de Amor por esta
humanidad tan necesitada; deseo
de vivir el desafío, el reto de
entregar tu vida como lo ha hecho
Jesús, María tu Madre y tanto
santo y santa de Dios.
40. RAZÓN PROFUNDA PARA TOMAR UNA
DECICIÓN Y ACTUAR
Es el porqué y para qué hacemos
lo que hacemos.
41. Lo hago para responder al llamado de Dios que experimento en
mi corazón.
Lo hago porque me atrae lo que veo en esta congregación: vida
honesta, alegre, la intimidad que tienen con Dios, la misión que
realizan con las personas, la fraternidad que veo entre las
hermanas.
Lo hago porque quiero comenzar en serio un camino de
madurez, de conversión.
Lo hago porque se que si voy madurando, voy creciendo en el
amor verdadero a mi misma y a todo ser viviente.
Lo hago porque anhelo cada día ser más como Jesús, y como
María y ellos fueron alegres, humildes, serviciales y amaron
hasta el extremo.
45. •En estar dispuesta a ir adquiriendo un equilibrio afectivo
aceptando y sanando las heridas que se han producido a
través de tu historia para poder ir siendo cada día más libre
de temores, apegos, formas de ser que hasta hoy te han
impedido escuchar el llamado que Dios te hace a vivir una vida
feliz en fraternidad.
46. •Trabajar interiormente de la mano de Jesús, para
superar frustraciones y falta de amor a ti misma, para
ir aprendiendo a ver la vida con sabiduría, con alegría,
con agradecimiento, desde la mirada de Jesús para que
sea Él quien te enseñe a amarte como Él te ama.
47. •Disponibilidad y apertura para aprender día con
día, todo aquello que te permita hacer crecer los
dones y talentos que Dios ha sembrado en ti y que
no has descubierto ni desarrollado todavía: