1. EL PEQUEÑO PUMA
En la selva amazónica viven los indios guaraní, son los mejores cazadores del
mundo. Les gustan cazar leopardos y para seguir el rastro del leopardo, hay
que andar sin hacer: ni pizca, ni gota, ni poco, ninada de ruido.
Puma era el más pequeño de los indios Guaraní, pero quería ser el mayor
cazador de leopardos de toda la selva, y por eso entrenada para andar sin
hacer: ni pizca, ni gota, ni poco, ni nada de ruido.
Se entrenaba, entrenaba y entrenaba. Andaba por la selva todo acurrucado
y…. crac!!! Había roto una rama sin querer.
Andaba por la selva todo acurrucado y….cloc!!! Había hecho caer una piña sin
querer.
Andaba por la selva todo acurrucado y…. barrabum!!!! Había hecho rodar una
piedra sin querer.
Ay!!! Es tan difícil andar sin hacer ruido!!!
El pequeño Puma entrenaba y entrenaba. Hasta que un dia cuando andaba por
la selva, todo acurrucado, tan acurrucado, sin hacer: ni pizca, ni gota, ni poco,
ni nada de ruido.
La pluma que lleva en la cabeza se metió dentro de la nariz de un leopardo.
El leopardo que no había oído llegar a Puma, dio un estornudo:
atchiiiiis!!! Tan fuerte que asusto a todos los animales (el elefante, el león…)
que estaban cerca, los animales empezaran a correr… que corren y corren
haciendo un ruido mayor que un terremoto: patatruc,
patatruc, patatruc…. Este era el ruido que hacían los animales corriendo.
Lo hacían tan fuerte que no dejaban oir los gritos que hacia el pequeño indio
Puma…auoooooo, auooooo!!!!
Puma, pequeño indio, gran cazador, chillaba, saltaba y bailaba porque ja sabia
andar sin hacer: ni pizca, ni gota, ni poco, ni nada deruido.