Una joven que participó en las protestas en Perú desactivando bombas lacrimógenas afirmó que su generación no tira bombas sino que las desactiva, aprendiendo de experiencias en otros países como Chile. La joven identificada como Esperanza desactivó aproximadamente 25 bombas lacrimógenas utilizando bidones con agua y bicarbonato para proteger a otros manifestantes, y dijo que los implementos de protección fueron conseguidos a través de la solidaridad de otros ciudadanos.