El documento enfatiza la importancia de no rendirse ante las dificultades y perseverar hacia adelante. Aconseja aprender de las crisis, mantenerse firme ante las promesas de Dios, y confiar en que Él ayudará a superar cualquier problema o dolor.
1. NO RETROCEDAS JAMÁS 1
Las personas que prosperan han superado grandes obstáculos. No es
posible alcanzar el triunfo sin encontrar oposición, contrariedades y
reveses. Lo importante es utilizar las adversidades para conquistar la
victoria. Encuentra la lección en cada crisis y explota tus fortalezas para
superar el dolor.
El secreto de la victoria está en no retroceder, la clave de la bendición
está en permanecer. Resiste a la tentación de rendirte; probablemente no
estés donde quieras estar, pero tampoco estás dónde estabas.
Permanece inquebrantable frente a la promesa que has recibido.
Pablo dijo: “No quiero decir que ya llegué a la perfección en todo, sino
que sigo adelante. Estoy tratando de alcanzar esa meta, pues esa es la
razón por la cual Jesucristo se apoderó de mí” (Filipenses 3:12).
No siempre somos librados de nuestras angustias en el momento en que
clamamos al Señor. A veces debemos soportar por un tiempo, ser
pacientes, perseverantes en nuestra fe y obedientes a su Palabra. Pero
por favor, sigue confiando. No te dejes vencer por los problemas. Nada ni
nadie puede obligarte a vivir derrotado.
Tu actitud frente a los desafíos cotidianos debería ser: “Aunque las
circunstancias a mi alrededor parezcan imposibles de arreglar, yo seguiré
adelante. Aprenderé a descansar en mi buen Dios y seré paciente. No
permitiré que mi ánimo decaiga. Iré al encuentro de la presencia del
Señor, pues ha prometido no abandonarme en medio de la necesidad y
yo sé en quién he creído. Él es fiel para sostener mi vida y aunque una
puerta se haya cerrado, sé que abrirá una mejor y más grande para mí”.
Vamos, deja de acariciar tus heridas. Deja de sentir autoconmiseración.
Elévate por encima de tus problemas. No permitas que el dolor por una
experiencia desagradable te haga vivir amargado. Aunque te hayan
ofendido, sigue haciendo tu mejor esfuerzo. Aunque te hayan
2. defraudado, sigue mostrando tu mejor cara. Aunque el reporte médico no
sea el mejor, sal de la casa y sigue sirviendo a Dios.
Cualquiera encuentra motivos para abandonar. Cualquiera encuentra
excusas para no seguir. Pero la victoria es para los que continúan, para
los que a pesar del dolor deciden seguir adelante con la vida.
Por José Luis y Silvia Cinalli
NO RETROCEDAS JAMÁS 2
Devocional Diario
abr 24, 2015
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Un gran amigo, en un tiempo en que estábamos muy mal de salud, nos
dijo: “Esto también pasará”. Y esas mismas palabras las sembramos en
tu corazón: “No importa cuán difícil parezca tu problema, esto también
pasará”.
La persistencia hace que nuestros fracasos se conviertan en escalones
para subir. Los que perseveran ganan; y los ganadores nunca renuncian.
La perseverancia es una marca esencial de un buen creyente (Lucas
8:15).
No conquistamos por la inteligencia; conquistamos por la perseverancia.
¡Por lo tanto, persevera! Michael Jordan lo expresó de esta manera: “He
3. fallado más de 9.000 tiros en mi carrera. He perdido alrededor de 300
juegos. En 26 ocasiones me han depositado la confianza para hacer el
tiro que define el juego y he fallado. He fallado una y otra vez en mi vida;
y es por eso que he tenido éxito”.
De una u otra manera, la perseverancia siempre produce frutos. “Un
arquero quiso cazar la luna. Noche tras noche, sin descansar, lanzó sus
flechas hacia el astro. Los vecinos comenzaron a burlarse de él.
Inmutable, siguió lanzando sus flechas. Nunca cazó la luna, pero se
convirtió en el mejor arquero del mundo” (Alejandro Jodorowsky).
Las personas de éxito son las que han sabido hacer lo que debían hacer,
cuando debían hacerlo y sin importarles si les gustaba o no. Muchísimas
personas comienzan algo y nunca lo terminan. Si quieres ver avances
debes comprometerte con un proyecto y perseverar en él. No
encontramos a ninguna persona en la Biblia que haya tenido éxito sin
perseverancia. Recuerda, si quieres terminar primero, primero debes
terminar.
“Esto también pasará”. Nuestros años de dolor y enfermedad pasaron,
también tus dificultades pasarán. La depresión pasará. El dolor por la
pérdida y el desengaño pasará. Habrá un mañana diferente. Un nuevo
tiempo te espera. Levántate, sécate las lágrimas y regresa a la vida. Lo
mejor está por delante. Tu mejor canción no se ha cantado. Tu mejor
negocio no se ha concretado. Tu mejor libro está punto de escribirse.
Si permaneces en el partido, Dios siempre tendrá un “después de esto”,
para ti. Después de la pérdida, conocerás a la persona correcta. Después
del despido, obtendrás un mejor empleo. Después de la enfermedad,
saldrás más fuerte; después del desengaño, vivirás una vida bendecida,
plena y feliz…
A pesar del dolor, a pesar de la adversidad, debido a que sigues en el
partido, Dios va a hacer que el resto de tu vida sea lo mejor de tu vida.
Por José Luis y Silvia Cinalli