1. Deforestación
En el siglo XX se perdieron el 70% de los bosques nativos de Argentina. Pero ¿Qué impulsa a
este proceso de destrucción? ¿Cuáles son los principales factores influyentes en la
deforestación?
Hay varios factores que influyen en la tala indiscriminada. Uno de los principales es la tala por
parte de los granjeros y agricultores para obtener mayores tierras para el cultivo y cría de
ganado. Es usual que varios agricultores desmonten extensas regiones de bosques en un
proceso de tala y quema denominado "agricultura de roza y quema"
Las operaciones madereras comerciales, que proporcionan productos de pulpa de papel y
madera al mercado mundial, también contribuyen a la tala de miles de hectáreas por año. Los
leñadores incluso de forma furtiva realizar carreteras para acceder a bosques cada vez más
remotos, lo que conlleva al incremento de la deforestación.
No toda la deforestación es causada por factores necesariamente humanos, como por
ejemplo los grandes incendios forestales y el pastoreo intensivo, que puede inhibir
el crecimiento de nuevos brotes de árboles.
La forestación trae muchas consecuencias al medio ambiente. Uno de los mayores
problemas es la perdida de habitad de millones de especies. 70% de los animales y
plantas habitan en los bosques de la tierra y muchos no pueden sobrevivir a la forestación que
amenaza sus hogares.
La forestación es también un pilar del cambio climático. Los suelos de los bosques
son húmedos, pero si la protección de los árboles, se secan rápidamente. Los árboles, a su vez,
ayudan a devolver el vapor de agua a la atmósfera, perpetuando el ciclo hidrológico. Sin
árboles que desempeñen esta tarea, hay bosques enteros que terminan siendo áridos
desiertos de tierra yerma.
La eliminación de la capa vegetal arrebata a los bosques y selvas de sus bosques naturales,
que bloquean los rayos solares durante el día y mantienen el calor durante la noche. Este
trastorno contribuye a la aparición de cambios de temperatura más extensos que pueden ser
nocivos para las plantas y animales.
Los arboles desempeñan un papel crucial en la absorción de gases de efecto invernadero,
que contribuyen al efecto invernadero. Por lo que el hecho de que haya menos bosques
conlleva al cambio climático.
Argentina se encuentra en emergencia forestal: ya perdimos el 70% de los bosques nativos
originales y la de forestación aumentó fuertemente en la última década por el avance
descontrolado de la frontera agropecuaria. Según datos de la Secretaría de Ambiente y
Desarrollo Sustentable de la Nación, entre 1998 y 2006 la superficie deforestada fue de
2.295.567 hectáreas, lo que equivale a más de 250.000 hectáreas por año, 1 hectárea cada dos
minutos.
2. Frente a esta preocupante situación, el presidente de la Comisión de Recursos Naturales y
Conservación del Ambiente Humano de la Cámara Baja, el Diputado Miguel Bonasso, presentó
en junio de 2006 el proyecto de Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los
Bosques Nativos. Dicho proyecto tomó forma luego de un amplio debate en el seno de la
Comisión, y contó con el aporte de organizaciones ambientalistas como Greenpeace, la
Fundación Ambiente y Recursos Naturales, y la Fundación Vida Silvestre Argentina.
En marzo de 2007 obtuvo finalmente su aprobación en la Cámara de Diputados, a pesar de la
férrea oposición de algunos diputados de las provincias del norte.
Luego la ley pasó a la Cámara de Senadores, donde fue girada a 6 comisiones para su
tratamiento. Allí comenzó un lento proceso donde los representantes de las provincias que se
oponían a la norma buscaron obstaculizarla.
Ante esta situación, más de treinta organizaciones sociales entregaron en el Senado un millón
y medio de firmas de personas de todo el país en reclamo por el urgente tratamiento de la
norma, demostrando un alto nivel de consenso social.
Así, los senadores retomaron el tratamiento de la norma sobre un texto que recuperaba los
principales puntos del proyecto aprobado en Diputados:
- Moratoria a los desmontes hasta que cada provincia realice un Ordenamiento Territorial de
Bosques Nativos participativo.
- Obligatoriedad de realizar un Estudio de Impacto Ambiental y una audiencia pública antes de
autorizar un desmonte.
- Respetar a los derechos de las comunidades indígenas y campesinas sobre los bosques que
utilizan.
- Prohibición de la quema a cielo abierto de los residuos derivados de desmontes o
aprovechamientos sostenibles de bosques nativos.
Además, a la ley se le sumaron fondos de fomento para la protección de los bosques nativos y
para las actividades que realicen un desarrollo sustentable.
Finalmente, el nuevo texto aprobado por la Cámara de Senadores el 21 de noviembre de 2007,
fue tratado y aprobado por Diputados una semana después, convirtiéndose en Ley.
Recién en febrero de 2009 el Poder Ejecutivo reglamentó la norma, tras el reclamo de más de
70 organizaciones sociales de todo el país y de que durante casi dos meses recibieran de gente
de todo el país más de mil llamadas telefónicas por día mediante el Teléfono Rojo de
Greenpeace. Sin dudas el trágico alud en Tartagal, provocado en gran medida por la
deforestación, aceleró su reglamentación.
La sanción de la Ley de Bosques es un avance sin precedentes en materia ambiental, y un
ejemplo de la importancia de la participación de la sociedad civil, constituyendo una
herramienta esencial para empezar a solucionar la emergencia forestal en la que se encuentra
Argentina.
3. A pesar de este gran avance, ¿Por qué es que siguen desmontando los bosques que suponen
estar protegido por la ley?
Hay varias razones por lo que se da esto; Para empezar, no existe un órgano encargado de
hacer que se rija esta ley. A pesar de que sea una ley nacional, cada provincia puede "elegir si
obedecer o no la ley". Lamentablemente vivimos en un mundo en donde un poco de dinero de
las empresas al gobierno supera la fuerza de la ley. Y aquí volvemos al punto anterior, no hay
un organismo concreto que obligue a cumplir esta ley.
Hay provincias como Río Negro o Santa Cruz que poseen más conciencia ecológica, no solo
relacionada con los bosques sino también con el calentamiento global en sí.
Aun asi la gente sigue sin importarle el medio ambiente, aunque indirectamente se vean
fuertemente afectados. Esto se puede ver en el turismo, por ejemplo en Misiones o En
Calafate, en donde las selvas cada vez son menores, afectando a todo el ecosistema; o en el
caso de Santa Cruz, el deshielo de glaciares.
Es evidente que la deforestación es un hecho, y no esta presente solo en la Argentina, sino
también en países como Brasil e Indonesia. Esto no solo afecta a esos países, sino que tiene un
desenlace global. Esta en nosotros empezar el cambio o no. Es nuestra tierra y es nuestro
deber cuidarla. ¿Vamos a dejar que esto siga avanzando?