Este documento contiene dos poemas cortos. El primer poema de Julia de Burgos describe al cielo como un mar donde el poeta puede soñar con su amado, y cómo el universo le pertenece desde que su amor se convirtió en el techo de su corazón. El segundo poema de Rubén Darío describe a una princesa triste que ha perdido su risa y color, y se encuentra pálida en su silla de oro mientras una flor se marchita en un vaso olvidado.