2. Los deportes de riesgo son todos aquellos deportes o
actividades de ocio, o profesional con algún componente
deportivo que comportan una real o aparente peligrosidad por
las condiciones difíciles o extremas en las que se practican.
Bajo este concepto se agrupan muchos deportes ya existentes
que implican cierta dosis de exigencia física y sobre todo,
mental. Se incluyen los deportes más exigentes dentro del
excursionismo (escalada en hielo, escalada en roca, etc.), y
otros de reciente creación como (bungee, snowboard, etc.).
Un deporte, no considerado extremo, se puede definir así si
se practica bajo condiciones especiales o circunstancias
particulares no habituales en el. Por ejemplo, la escalada en
roca a unos centímetros del suelo (bulder) no se considera
"deporte extremo", pero si se realiza en una pared vertical
rocosa a varios cientos de metros de altura, entonces sí se le
aplica el término.
3. Se puede considerar que una persona practica un "deporte
extremo" cuando lo hace por primera vez. Por ejemplo, el
descenso de un río de clase IV es bastante extremo para
quienes nunca antes se habían subido a una balsa y lo sentirán
como muy por encima de sus capacidades personales.
El término "deporte extremo" no es adecuado aplicarlo cuando
se realiza simplemente una actividad recreativa o turismo
alternativo, ni tampoco debe estar definido por las condiciones
medioambientales, algo bastante subjetivo y dependiente del
grado de preparación. En cambio, el término puede aplicarse
cuando se practica un deporte en los límites actuales de
desarrollo, sea montañismo, atletismo, gimnasia o cualquier
otro.
Actualmente, en algunos países se empieza a utilizar el
término "deporte de aventura" cuando se practican deportes
de más alto riesgo de lo normal sin ser profesionales
4. . Un ejemplo de esto es la diferencia que existe entre "espeleología"
y "espeleísmo": el primero se refiere a una actividad científica,
mientras que el segundo hace referencia a aquellas personas que lo
practican por deporte.
Qué mejor que practicar deporte para liberar adrenalina y estrés
de nuestros cuerpos. Pero hay que saber qué deporte podemos
practicar de acuerdo con nuestro estado físico y emocional. En
primer lugar, debemos estar seguros que nuestro corazón resistirá
la emoción que sentiremos al arriesgarnos en una actividad de
aventura.
Ya que los deportes extremos se caracterizan por presentar
peligrosidad y dificultad física y mental, antes de practicarlos,
debemos estar seguros de que lo podemos hacer. Un buen consejo
es visitar un médico antes de atreverse a lanzarse a la aventura
de los deportes de riesgo.
5. Hay una gran variedad deportes extremos que podemos
practicar para hacer correr la adrenalina por nuestro cuerpo,
entre ellos están:
Escalada deportiva: ya sea en un muro natural o artificial,
tomando siempre la seguridad necesaria.
Downhill: descender en bicicleta a toda velocidad una
pendiente montañosa.
Paintball: es un juego de estrategia que consiste en disparar
bolitas rellenas de pintura a personas de otro equipo.
Salto Bungee: consiste en saltar al vacío desde una
plataforma bastante alta, con los tobillos amarrados a una
banda elástica que te permite caer aceleradamente, amortigua
la caída y provoca rebotes.
Swing: llamado también péndulo, es bastante parecido al
salto bungee sólo que aquí la cuerda que sujeta tus pies
provoca que tengas un movimiento pendular bajo la
plataforma de donde te lances.
6. Canyoning: es otro deporte extremo que consiste bajar por un
río en rapel, caminando, saltando o resbalando por los
toboganes hechos por la erosión del agua de las cascadas.
Siempre estarás asegurado con cuerdas, arnés, cascos, zapatos,
etc.
Rafting: descender ríos montados en unas grandes balsas que
se controlan por varias personas con remos.
Kayaking: se practica en los rápidos de los ríos, a diferencia
del rafting donde se puede navegar con varias personas, el
kayak es personal, por lo que le hace más emocionante este
deporte.
7. Los deportes extremos están atrayendo cada vez a más
gente que busca un espacio para consumir adrenalina,
botar tensiones y ser más libres.
Descender ríos de alta montaña a bordo de una
embarcación o superar los 100 km/h a lomos de un
trineo, ilustran el creciente afán por el consumo de
adrenalina y el desafío de las leyes de la gravedad.
Los deportes extremos continúan ganando adeptos de un
tiempo a esta parte. Parece como si algunos se hubieran
cansado de asumir lo convencional y lo que mueve a la
masa. Otros están descontentos con la idea de competir
en grupo para alcanzar un bien común.
8. Esa rebeldía va acorde con una mentalidad cambiante. La
gente quiere marcarse retos y superarlos, quiere eliminar las
tensiones de todo un día y quemar la adrenalina de toda
una semana en tan solo unos segundos. Quiere romper con
la monotonía e interactuar con el ambiente que le rodea.
Quiere sentir la velocidad, el riesgo y el equilibrio, en
definitiva.
Por eso, cada vez son más las empresas de ocio que ofrecen
la posibilidad de realizar deportes de aventura en plena
naturaleza. Los registros crecen a la par que las disciplinas
que adquieren el grado de extremo, que ya se sitúan en
torno al medio centenar.
Expertos en el tema sostienen que el éxito de estas
actividades radica en la satisfacción personal y el consumo de
adrenalina que conllevan. Todas ellas permiten al deportista
superarse día a día, porque cada uno depende de sí mismo,
y no del trabajo de compañeros o adversarios, como ocurre
en otras muchas disciplinas deportivas.
9.
10. Deportes a pura adrenalina
Naturaleza, emociones intensas, desafío y poder: guía para
iniciarse en la práctica de Sandboard, Parapente, Mountain
Bike, y Escalada.
SANDBOARD
El equipo perfecto: tabla Pro (generalmente tiene en la base
una lamina de formica y tres capas de terciado de guatambu
superpuestas en la parte superior); funda classic; antiparras y
mochila.
Nivel de Riesgo: Bajo.
Estilos: Freestyle, Big Air, Slalom, Down Hill, Salto Largo y
Velocidad.
Dónde practicarlo: costa atlántica, Catamarca, Jujuy, Chubut
y Salta.
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