1. ENCUENTRO: I
Jesús te llama. Únete ¿Qué esperas?
Iniciamos el encuentro escuchando el canto:
(Del CD Barcas y Redes #3 Barcas y redes)
Y hacemos silencio interior……………………….
Pedimos la luz del Espíritu para iniciar el encuentro. (Recitamos de forma participada y
al final todos leen la frase)
El estilo de vida de Jesús suscita preguntas. Hay en Él una novedad que rompe los esquemas
prestablecidos y cuestiona las conciencias. La fuente de la novedad de Jesús está en el
Espíritu, que susurra en los corazones la frescura del Proyecto de Dios. Deja que la pregunta
acerca de Jesús te acompañe durante este día y te lleve a actitudes de confianza y alegría.
Busca con sinceridad al Señor, que siempre te invita a lo nuevo, y deja que brote la paz y la
bondad hacia todos los que te rodean.
Comienza el tiempo de volver al camino de todos los días. Jesús te invita a caminar con El, a
vivir con Él. No te quedes solo/a. Ir con Jesús es llevar una nueva luz en los ojos para mirar
las cosas como las mira El. Ir con Jesús es dejarte guiar por el viento del Espíritu y dejar que
brote en tu interior la ternura. Ir con Jesús es participar en su Proyecto del Reino, es amar sin
límites.
Voy contigo, Señor, llévame donde tú quieras. Tu mirada alumbra mi camino
Miramos los símbolos que tenemos delante:
Colocar imagen de Jesús, barca, redes, sandalias
Nos preparamos para escuchar LA PALABRA DE DIOS (Todos con sus biblias o el
texto en mano, según se proclama pedir que presten atención a los verbos, las acciones
de Jesús y de los discípulos, si desean pueden subrayar las mismas)
El evangelio nos presenta en este texto el primer encuentro de Jesús con las personas al inicio
de su predicación en Galilea, de hecho su primera acción se concretiza en la llamada de los
primeros discípulos. Marcos, por decir así, ¡no sabe ver a Jesús sin ellos!
2. LA LLAMADA DE LOS PRIMEROS DISCÍPULOS
Marcos 1,16-20: «Mientras caminaba junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés,
hermano de Simón, echando las redes en el mar, porque eran pescadores. Y Jesús les dijo:
„Síganme, y yo haré que sean pescadores de hombres‟. Y dejando al instante las redes, le
siguieron. Yendo un poco más adelante vio a Santiago, el hijode Zebedeo, y a su hermano
Juan, los cuales estaban también en la barca, remendando las redes. Y al instante los llamó; y
ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras Él.»
INTERPRETACIÓN DEL TEXTO (compartimos)
Tratemos de profundizar el sentido de los elementos que caracterizan las dos narraciones.
(Pedir que escriban los datos que consideran importantes)
a) El movimiento de Jesús
«Caminando junto al mar / Yendo un poco más adelante». En el evangelio de Marcos una de
las cosas importantes que hay que notar es precisamente este ser en movimiento de Jesús
como se muestra en la continuación de la narración:
Entraron en Cafarnaúm
Inmediatamente después de haber salido de la sinagoga, fueron a casa de Simón y
Andrés, con Santiago y Juan.
Levantándose muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, salió, y se fue a un lugar
solitario, y allí oraba.
Y fue por toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando demonios.
Habiendo entrado de nuevo en Cafarnaúm varios días después, se oyó que estaba en
casa.
Y Él salió de nuevo a la orilla del mar, y toda la multitud venía a Él, y les enseñaba.
Y sucedió que estando Jesús sentado a la mesa en casa de él, muchos recaudadores de
impuestos y pecadores estaban comiendo con Jesús…
Casi siempre Marcos inicia el párrafo con un verbo de movimiento: ve, entra, deja, toma…
Todo esto sirve para comunicar una imagen de Jesús todo poseído por el amor apasionado de
Dios, en camino por las calles de los hombres.
3. b) La promesa: «los haré pescadores de hombres»
Vocación y misión están estrechamente unidas desde el inicio, pero la segunda depende de la
primera: La misión se desarrolla sólo desde el discipulado, desde la convivencia con Jesús
(cf. Mc 3, 14).
Para Marcos, los discípulos/as deben aprender a ser “pescadores de hombres” sobre todo
siguiendo a Jesús, aprendiendo de su persona.
Particular atención merece la promesa hecha a la primera pareja de hermanos, promesa que
nos habla de futuro: «los haré pescadores de hombres». ¿Qué puede significar tal promesa?
c) La respuesta: dejar para seguir
La respuesta de Pedro, Andrés, Santiago y Juan es inmediata. No objetan. No dicen ni
siquiera una palabra. Simplemente dejan todo y siguen a Jesús. Su respuesta tiene valor
ejemplar en el Evangelio de Marcos, para decir: ¡así se debe responder! No es tanto la
historicidad del hecho lo que importa sino el mensaje que Marcos quiere dar a su comunidad
a través de tal presentación. El discipulado comporta una respuesta radical: dejar todo y
seguirlo.
Los primeros cuatro dejan detrás de sí aquello que en su contexto de vida era tenido como
esencial para afirmarse y tener éxito. Dejan las redes, la barca, los socios y el padre. Nótese el
aumento en la importancia de las cosas dejadas: los instrumentos de trabajo, redes y barca;
los componentes de la industria pesquera, la gente que trabajaba para ellos; y finalmente, el
padre, la figura suprema en el contexto de una familia patriarcal, aquél que tiene la autoridad
y que representa la unión de la familia y la seguridad de trabajar juntos. Naturalmente el
padre es más importante que las redes. ¡Cómo no pensar que pueden ser abandonadas
también las redes y la barca!
Las cosas necesarias se convierten en secundarias. Lo único que es verdaderamente decisivo
es el seguir detrás de Jesús: Algún autor dice: «Ellos se quedan ahora sin raíces ni en el
pasado, ni en el presente, ni en el futuro. Sin ningún padre que los inserte en la línea de “la
carne y de la sangre” y en una historia familiar a través de la cual encontrar la propia
identidad… Ninguna ocupación que dé el orgullo del hacer; garantía del porvenir y de la
posición social, para responder a la pregunta “quién soy” apoyado en lo que se produce y en
el status que los otros reconocen. Hombres que aparecen como si no hubieran jamás nacido,
arrojados a un vacío vertiginoso… Pero precisamente en la experiencia del despojo se da el
éxodo de si mismo para seguir a Jesús.»
Los que son llamados/as abandonan entonces su profesión y hasta al mismo padre. En una
palabra todo su mundo. Pedro podrá decir más tarde: «nosotros lo hemos dejado todo y te
hemos seguido» (Mc 10,28). Delante de ellos sólo hay una promesa. Como Abraham que
salió de su tierra fiándose totalmente en la promesa, también Pedro, Andrés, Santiago y Juan
aceptan salir de su situación fiándose únicamente de la palabra de Jesús. Dejan todo para
seguir incondicionalmente a aquel que los ha llamado.
Tenemos así cuatro hombres que se confían a sí mismos y a su futuro a la palabra de Jesús
que los llama, y siguen su camino, mostrando así que de verdad el tiempo se ha cumplido y el
Reino de Dios se ha hecho cercano en Galilea. Significativamente el párrafo siguiente
4. comienza con un verbo de movimiento en plural: «y entraron a Cafarnaúm». Jesús no está ya
solo, es acompañado de cuatro discípulos dispuestos a seguirlo.
NUESTRA LLAMADA
Los elementos específicos de base de la llamada son: el movimiento y la iniciativa exclusiva
de Jesús.
Por lo que se refiere al movimiento debería impresionarnos rápidamente que Marcos se
muestra impactado con Jesús que se mueve. Señala casi cualquier movimiento: pasando por
el mar; yendo más allá; saliendo de nuevo; al pasar…Parece que Jesús esté siempre en
camino.
De estas sencillas observaciones resulta que la esencia de la llamada que Jesús hace a sus
futuros discípulos/as está en la invitación a entrar en su moverse, en su andar más allá y
adelante. En otras palabras, invita a sus futuros discípulos/as a salir de su pequeña estabilidad
y a encaminarse siguiendo sus huellas. Es un elemento característico no sólo de la llamada de
Jesús, es un requisito fundamental de cualquier llamada bíblica, iniciando desde la llamada de
Abraham. También a él se le dijo: «sal de tu tierra y ve».
Aparte del movimiento, la llamada viene caracterizada de la iniciativa exclusiva del Señor.
De hecho, el único que acciona en nuestros textos es Él; que se mueve, que ve, que habla. Los
futuros discípulos/as sólo reaccionan, la iniciativa pertenece a Jesús y exclusivamente a él.
Hay sin embargo otro aspecto del mismo problema. La iniciativa pertenece de tal manera a
Jesús, hasta el punto de que no está condicionada a un determinado nivel moral o intelectual
de quienes él escoge.
La llamada, así como nos la presenta Marcos, no depende entonces ni del intelecto, ni de la
moral de los candidatos/as. En cambio, si nos ha elegido, lo ha hecho porque podía escoger a
cualquiera.
Nuestra llamada a ser discípulos/as de Jesús debería recordarnos una verdad que tendemos a
olvidar: Dios nos llama a todos/as para servir al Reino, no porque seamos merecedores,
capaces o más dignos/as. Nos elige por gracia, porque nos ama, y por esto nos hacemos aptos
para la misión que nos confía.
Todos/as hemos recibido gratis y, por ello, no nos queda nada más que la humildad, el
agradecimiento y el compromiso en la misión evangelizadora que Jesús nos confía.
Canción Vocacional (centrada en la llamada)
5. Profundización del tema:
1. ¿Qué fue lo que más te llamó la atención de la llamada de los cuatro primeros discípulos?
2. ¿Cómo responden los discípulos a la llamada que Jesús les hace?
3. ¿Qué podemos aprender o rescatar de la respuesta que dan al llamado?
4. Ser discípulo de Jesús implica “salidas” “soltar” “renunciar”, ¿por qué?
5. ¿Cuál es la Misión del Espíritu Santo en nuestro discipulado?
CELEBRAR
Dinámica de Las huellas y la Cruz.
1. Se dibujan y recortan huellas de pies en las que se escribe una actitud o valor de
Jesús.
2. La Cruz se coloca al fondo de la estancia o capilla donde se realice la dinámica.
3. Las huellas se distribuyen formando un camino hacia la Cruz.
4. Motivación: Si queremos seguir a Jesús como joven mercedario, debemos poner
nuestro pie en su misma huella… (va pasando cada uno de los participantes).
5. Al pie de la Cruz se pueden poner unas papeletas con una frase del Evangelio alusiva
al tema. Por ejemplo: «Como el Padre me ha enviado así los envío yo», «Vengan
conmigo y los haré pescadores de hombres». Cada uno recoge la suya al llegar a la
Cruz.
Podemos repetir el canto de inicio u otro que acompañe el momento