1. CAPITULO II
MARCO TEORICO
2.1. LOS PARÁSITOS
Se le llama parásito a aquel ser vivo que vive y se nutre de otro sin aportarle ningún tipo
de beneficio a este último el cual pasa a ser llamado hospedador y que en la mayoría de
los casos y como consecuencia de esta situación de vivir a expensas de otro ser vivo,
puede ocasionarle importantes daños o lesiones, cuando el parásito se aloja a vivir en “las
instalaciones” del hospedador elegido establece con este una relación que puede
clasificarse como simbiótica en la cual comenzará a ser dependiente metabólicamente de
su hospedador y por supuesto como comentamos no será para nada beneficiosa para
este, es decir no le reportará ninguna ventaja que este viva en él. (Ver anexo1)
En tanto y contrariamente para el parásito, vivir a costa de otro ser, le reportará una
importante cantidad de ventajas como ser la protección contra depredadores o
competidores y también de protección para sus propias crías, en este último caso que
planteamos, de convertirse el hospedador en protección de las crías de un parásito,
puede ocurrir que estos también terminen de alimentarse a través de él, aumentando por
supuesto el peligro de daño para este. Todos los parásitos cumplen con un ciclo vital es
decir que, todos atraviesan un proceso de maduración.
Parasitología
Es la ciencia que estudia los parásitos, así como la interacción biológica entre dos
especies, parásito y hospedador, la cual se denomina parasitismo. Dado que la mayoría
de los microorganismos que producen infecciones son estudiados por la microbiología, la
parasitología se encarga de estudiar exclusivamente a los parásitos eucariotas excepto
los hongos. Es decir, tanto los eucariotas unicelulares del grupo parafilético Protista, como
los pluricelulares (plantas y metazoos) que incluyen a platelmintos, nematodos,
artrópodos.
En ocasiones, es difícil diferenciar el fenómeno de parasitismo de los siguientes:
comensalismo, simbiosis, foresis y depredación, ya que las distinciones entre éstos varían
de un autor a otro.
2. Una de las características comunes del parasitismo es que conlleva un intercambio de
sustancias, que provocan en el hospedador una respuesta inmunitaria. De esta manera, el
parásito debe vencer la acción del sistema inmunitario del hospedador para tener éxito.
Así, las interacciones antígeno-anticuerpo son más complicadas cuanto mayor sea la
complejidad de los antígenos. Las células eucariotas poseen una gran cantidad de
antígenos si las comparamos con las de bacterias o las de los virus.
Un recurso de inmunoevasión para el parásito es el de formar antígenos que se parezcan
a los del huésped (mimetismo molecular). Otros, son el de adherir antígenos del
hospedador a la superficie externa del cuerpo del parásito (enmascaramiento antigénico)
y el recurso de ir variando constantemente y rápidamente sus proteínas de superficie
(variación antigénica) de forma que los anticuerpos producidos por el huésped no lo
puedan reconocer; el resultado es que el hospedador invadido no reconoce al parásito
como invasor o la respuesta que éste produce no es totalmente efectiva.
Factores que permiten la aparición de parásitos.
• Desaseo personal.
• Inadecuada enseñanza del cuidado personal a los niños
• Control inadecuado de vectores parasitarios y reservorios de infección.
• Resistencia a fármacos usados para terapia y control de estos vectores.
• Debilidad y menor resistencia del huésped.
2.1.1. PARÁSITOS PRESENTES EN ANIMALES
Los animales son portadores no solo de enfermedades sino también de varios parásitos
cuando no tienen un aseo regular, como los animales callejeros, que encontramos
usualmente en mercados, al ser animales sin dueño rara vez están libres de parásitos
siendo así un riesgo para los niños que conviven con ellos debido a que los tocan y
acarician con las manos y después no tienen el aseo adecuado que se supone deben
tener después de estar en contacto con los animales.(Ver fig. 1)
Los animales portadores también representan un riesgo para las personas que consumen
alimentos y víveres que se venden en los mercados, como la carne de cerdo, bobino, peces y
demás, debido a que la carne es un lugar que acoge a los parásitos y bacterias debido a
sutemperatura. (Ver anexo 2)