Podemos honrar a Dios de varias formas, incluyendo (1) mostrando un testimonio convincente de Su poder salvador a través de nuestras buenas obras y amor, (2) usando un lenguaje apropiado y edificante, y (3) dando diezmos, ofrendas y primicias de nuestro dinero y tiempo. Dios promete bendecir a aquellos que le honran de esta manera a través de prosperidad, sanidad y honra.
1. Formas de honrar a Dios
(1 SAMUEL 2:30)
INTRODUCCION: El Señor había prometido que los descendientes de Aarón
serian siempre sacerdotes (Ex. 29:9) y había confirmado esta promeso mediante
juramento (Nm. 25:13). Debido a su flagrante desobediencia, la casa de Eli iba
a perder el sacerdocio. Aunque el sacerdocio aarónico era perpetuo, los
sacerdotes podrían perder su posición debido a sus pecados.
Más Dios ha prometido honra a los que le honran
La palabra honra En griego, es el verbo “timao”, que significa; tener a alguien en
gran estima, considerarlo preciado, con gran valor. La honra expresada con
palabras y sin hechos, no es honra.
Así que podemos honrar a Dios de diferentes formas, veamos cuales son:
HONRAMOS A DIOS:
1. CON NUESTRO TESTIMONIO (Mateo 5:14-16)
a. Honramos a Dios mostrando un testimonio convincente del poder salvador de
Dios. Esto lo glorifica
b. Debemos darnos a conocer por ser personas honradas, de buen carácter, no
contenciosos, no mentirosos, buenos trabajadores, no groseros o mal hablados,
íntegros, responsables, no llenos de ira o resentimiento. (1 pedro 2:12)
c. Mostrando las virtudes del amor de Dios lo honramos pues damos a conocer
de quien somos hijos. El amor sobrenatural derramado en el corazón de cada
uno de los creyentes es el adhesivo que mantiene unida a la iglesia (colosenses
3:14; Romanos 5:5; 1 tesalonicenses 4:9)
2. CON NUESTRAS PALABRAS Salmo 63:3
• Honramos a Dios con nuestras palabras (efesios 4:29) La palabra que se
traduce corrompida se refiera a algo que pudre lo que lo rodea, como la fruta
rancia o la carne putrefacta. El lenguaje corrompido de cualquier clase nunca
2. debería pasar por los labios de un verdadero hijo de Dios, porque es incompatible
con el carácter de su nueva vida en Cristo.
• Honramos a Dios con nuestras palabras hacia los que nos rodean, el habla
del cristiano debe servir para instruir, animar, entusiasmar (incluso cuando tenga
que ser correctivo) así como apropiado y oportuno para cada ocasión (Proverbios
15:23; 25:11)
3. CON NUESTRO DINERO:
A través de toda la Escritura, existe mucha evidencia de que la honra no
solamente es de labios, sino que debe ir acompañada de riquezas, oro, plata y
bienes materiales. Honramos con nuestro dinero de la siguiente forma:
a. Diezmos y ofrendas Salmos 96:8
• En el Antiguo Testamento, Dios demanda su honra pidiendo los diezmos y las
ofrendas (Malaquías 1.6).
• El diezmo es el 10% de todos nuestros todos nuestros ingresos. Este es
destinado para suplir las necesidades de la casa de Dios. Mal 3:10-12)
• La ofrenda es una cantidad específica que ya hemos propuesto en el corazón
para ofrecer a Dios (2 corintios 8:1-3; 9:6-7), la ofrenda es voluntaria, el pueblo
de Dios no debe dar porque se sienta obligado, manipulado o intimidado.
b. Primicias: Proverbios 3:9
• Se refiere a la práctica de dar para el uso de Dios la primera y mejor porción de
la cosecha. En este caso son los primeros frutos del año que ofrecemos a Dios
para honrarle, por ejemplo: puede ser darle a Dios el primer día del año, la
primera semana, el primer cheque, el primer negocio, la primera venta, etc.
(éxodo 23:19)
• Con nuestras primicias reconocemos que todo le pertenece a Dios y que todo
lo que tenemos lo hemos recibido de su mano, de esta manera lo honramos.
(Deuteronomio 18:4)
3. • Nuestras primicias es la forma de asegurar que tendremos una buena cosecha
durante todo el año. Dios promete bendecirnos y honrarnos cuando nosotros le
honramos a Él.
4. CON NUESTRO TIEMPO Y NUESTRO SERVICIO Éxodo 23:25
a. Servir a Dios y entregarle nuestro tiempo es una forma de honrarle.
b. El ser líder o anfitrión, entregarle nuestros dones sin intereses de por medio,
servir en la iglesia (ujier, maestro, cocina, etc.), hacer de Su Reino una prioridad
en nuestra vida. Asistir a los servicios de la iglesia fielmente y no dejarlo para
ultimo o cuando sobra el tiempo.
c. Dios promete bendecirnos, proveernos y sanarnos cuando le servimos de
corazón, cuando no le ponemos limites o excusas, cuando lo honramos
haciéndolo la prioridad en nuestra vida.
Conclusión: Dios promete darnos honra cuando nosotros le honramos. La
honra traerá bendición a nuestra vida, prosperidad, sanidad, etc. La mejor y
primera forma de honrar a Dios es aceptando el sacrificio de su hijo Jesucristo y
rindiéndole la vida a Él; honra al Padre celestial entregando tu vida a Jesús.