El propósito de esta lección es resaltar el lugar central que tiene la alabanza a Dios en la vida del creyente, a nivel individual y en la vida de la iglesia, a nivel colectivo. La alabanza a Dios es la respuesta natural de un corazón agradecido que considera la grandeza de Dios mientras reconoce nuestra pequeñez.
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pptx
Lección 15 - Canta una canción de alabanza
1. Lección
15:
Canta
una
canción
de
alabanza
Salmos
95.1-‐7a
«¡Venid,
aclamemos
alegremente
a
Jehová́!
¡Cantemos
con
júbilo
a
la
roca
de
nuestra
salvación».
—Salmos
95.1
2. Propósito
El
propósito
de
esta
lección
es
resaltar
el
lugar
central
que
3ene
la
alabanza
a
Dios
en
la
vida
del
creyente,
a
nivel
individual
y
en
la
vida
de
la
iglesia,
a
nivel
colec3vo.
La
alabanza
a
Dios
es
la
respuesta
natural
de
un
corazón
agradecido
que
considera
la
grandeza
de
Dios
mientras
reconoce
nuestra
pequeñez.
3. Bosquejo
de
la
lección
I.
Llamado
a
la
alabanza
(Salmo
95.1-‐2).
II.
Razones
para
alabar
a
Dios
(vv.
3-‐5).
III.
Llamado
a
la
alabanza
(vv.
5-‐7a).
4. Vocabulario
bíblico
«ADORAR»:
Reverenciar
y
honrar
a
Dios,
ofreciendo
el
culto
religioso
que
le
es
debido.
Mostrar
admiración
y
respeto
a
Dios
por
todas
las
bondades
que
le
concede
a
la
humanidad.
«ALABAR»:
La
acción
de
expresar
palabras,
frases
y
exclamaciones
que
celebran
la
misericordia
y
la
bondad
divina.
Incluye
expresiones
musicales
y
arNs3cas
que
celebran
el
amor
que
Dios
le
ha
mostrado
a
la
humanidad
tanto
en
la
historia
de
Israel
como
por
la
obra
de
Cristo.
«POSTRARSE»:
Se
refiere
a
la
acción
de
arrodillarse
en
ac3tud
de
humildad,
extendiendo
los
brazos
hacia
el
frente
y
colocando
el
rostro
en
3erra.
Era
la
posición
común
para
orar
en
los
3empos
bíblicos.
5. Salmos
95.1-‐3
RVR
1
¡Venid,
aclamemos
alegremente
a
Jehová́!
¡Cantemos
con
júbilo
a
la
roca
de
nuestra
salvación!
2
¡Lleguemos
ante
su
presencia
con
alabanza!
¡Aclamémoslo
con
cán3cos!,
3
porque
Jehová́
es
Dios
grande,
el
gran
Rey
sobre
todos
los
dioses.
VP
1
Vengan,
cantemos
al
Señor
con
alegría;
cantemos
a
nuestro
protector
y
Salvador.
2
Entremos
a
su
presencia
con
gra3tud,
y
cantemos
himnos
en
su
honor.
3
Porque
el
Señor
es
Dios
grande,
el
gran
Rey
de
todos
los
dioses.
6. Salmos
95.4-‐7
RVR
4
En
su
mano
están
las
profundidades
de
la
3erra
y
las
alturas
de
los
montes
son
suyas.
5
Suyo
también
el
mar,
pues
él
lo
hizo,
y
sus
manos
formaron
la
3erra
seca.
6
Venid,
adoremos
y
postrémonos;
arrodillémonos
delante
de
Jehová́,
nuestro
hacedor,
7
porque
él
es
nuestro
Dios;
nosotros,
el
pueblo
de
su
prado
y
ovejas
de
su
mano.
VP
4
Él
3ene
en
su
mano
las
regiones
más
profundas
de
la
3erra;
suyas
son
las
más
altas
montañas.
5
El
mar
le
pertenece,
pues
él
lo
formó;
¡con
sus
propias
manos
formó
la
3erra
seca!
6
Vengan,
adoremos
de
rodillas;
arrodillémonos
delante
del
Señor,
pues
él
nos
hizo.
7
Él
es
nuestro
Dios,
y
nosotros
su
pueblo;
somos
ovejas
de
sus
prados.
7. Resumen
-‐
1
• El
Salmo
95
recalca
la
importancia
que
3ene
la
alabanza
a
Dios
en
la
vida
del
creyente.
La
alabanza
es
el
resultado
de
un
corazón
agradecido,
nace
de
la
experiencia
de
contemplar
a
Dios
y
meditar
en
su
grandeza.
• Debemos
examinar
las
teologías
que
exhortan
a
los
seres
humanos
a
exigirle
a
Dios
que
actúe
de
esta
o
aquella
manera,
como
si
el
Creador
fuera
un
criado,
un
siervo
o
un
esclavo.
En
realidad,
los
seres
humanos
no
podemos
darle
órdenes
a
Dios,
como
tampoco
podemos
doblegar
su
santa
voluntad.
8. Resumen
-‐
2
• La
adoración
a
Dios
debe
llevarnos
a
apreciar
la
creación,
a
cuidar
del
mundo
y
a
velar
por
el
bienestar
del
ambiente.
Sería
incompa3ble
decir
que
amamos
a
Dios
mientras
menospreciamos
el
mundo
creado.
• Dios
derrama
su
Espíritu
Santo
con
poder
sobre
las
comunidades
de
fe
que
le
alaban
«en
espíritu
y
en
verdad».
• El
hecho
que
Dios
ha
creado
el
mundo
y
todo
lo
que
en
él
hay
nos
permite
adorar
en
todas
partes.
9. Oración
Bendito
Dios,
te
alabamos
y
te
glorificamos
con
amor.
Nuestros
corazones,
llenos
de
gozo
y
de
agradecimiento,
te
adoran.
Reconocemos
que
eres
el
Creador
del
mundo
y
que
nos
amas,
a
pesar
de
nuestros
muchos
pecados.
Glorificamos
tu
nombre
y
celebramos
tu
poder,
en
el
nombre
de
Jesús.
Amén.