Usos y desusos de la inteligencia artificial en revistas científicas
Guía de lectura los girasoles ciegos- 2
1. Biblioteca IES La Mojonera
GUÍA DE LECTURA “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez.
En la última década, y primera del siglo XXI, uno de los fenómenos más llamativos en el
ámbito de la ficción es el éxito de las novelas sobre la guerra y la posguerra civil, en un
momento en el que los abuelos empiezan a desaparecer y los nietos comienzan a investigar
sobre las historias familiares. Como todas las memorias de guerras, la memoria de la guerra
española es traumática, y por ser memoria de una guerra civil, es una memoria escindida.
Por una parte, encontramos la de los vencedores, reconstruida rápidamente desde el final de
la contienda como memoria colectiva, legítima y oficial. Por otra parte, se destaca la
memoria de los vencidos, callada, pocas veces compartida por ser censurada durante la
dictadura; por lo tanto, no se organizó como memoria colectiva hasta después de 1975.
(Recordemos que el concepto de “memoria colectiva”, según el sociólogo francés Maurice Halbwachs, está
constituida por los puntos de confluencia de la pluralidad de memorias autobiográficas de un mismo hecho,
es decir, por los diversos enfoques de personas, textos, mitos y manifestaciones con que cada uno de los
individuos tiene contacto, que construyen cada memoria individual, junto con los recuerdos del individuo.
Más que una “supramemoria” es una memoria reflexiva, ya que los recuerdos de los demás configuran
los del individuo, y a la inversa). Así se pone de manifiesto que la memoria colectiva es frágil, ya
que no se puede construir si una parte de los testigos no han podido crear una conciencia de
grupo.
A partir de la Transición y hasta los años en que gobernaron los socialistas, el llamado “pacto
del olvido” o del silencio, decretado por la clase política en aras de la construcción
democrática, no facilitó la emergencia de la memoria colectiva, y ésta comienza a surgir a
mediados de los 90, desde las esferas del poder. Según indica el historiador Jacques Le
Goff, los problemas de la memoria colectiva de la guerra han engendrado trastornos en la
identidad colectiva, y en consecuencia, recuperar parte de la memoria colectiva equivale a
reconstruir la identidad nacional que integre las historias de todos y que reconsidere la
tradicional visión entre vencedores y vencidos. Así se pueden considerar los cuatro relatos de
Los girasoles ciegos. Por nacer en 1941, Méndez no pudo escribir a partir de una memoria
directa y personal de los acontecimientos, sino que “hurgó en el recuerdo de sus familiares”.
Tardó toda su vida en encontrar las voces que hacen públicas sus historias, y el resultado es
un libro magistral en el que se dibuja el mapa de la derrota que afecta a los dos bandos.
Ante el auge de este tipo de narrativa y su temática, son muchas las voces que se alzan bien
para celebrarlo, bien para recordarnos que después de tantos años la palabra “reconciliación”
sea aún tan difícil de aceptar. Sin embargo, libros como Los girasoles ciegos nos ofrecen
unas lecturas fascinantes que, lejos de soliviantar sensibilidades, vienen a poner de
manifiesto que es necesario conocer la historia para entender el presente y proyectar el
futuro
Libro completo
Domingo Jiménez Burgos
2. Biblioteca IES La Mojonera
1. TÍTULO
El libro está construido a partir de relatos para activar la
memoria, contra el olvido, y en defensa de la idea de que en
una guerra entre hermanos, al fin y a la postre, todos son
perdedores. Quizá por ello los personajes a los que se les
proporciona voz, siempre seres anónimos, aparezcan
desorientados, perdidos, como los "girasoles ciegos" del
título.
El propio Hermano Salvador proporciona la clave de lectura,
ya que empieza su carta confesando que se siente
“desorientado como los girasoles ciegos” (p. 105) y la acaba
concluyendo: “Seré uno más en el rebaño, porque en el
futuro viviré como uno más entre los girasoles ciegos” (p.
155).
Entre la comparación inicial y la metáfora final, el
protagonista propone una generalización de su condición, de su desorientación, a la
colectividad humana; de modo que todos los personajes pueden considerarse como seres
desorientados, condenados a vivir en la oscuridad como murciélagos o girasoles
ciegos.
2. RESUMEN
1ª DERROTA: 1939 o Si el corazón pensara dejaría de latir.
El Capitán Carlos Alegría, oficial del ejército de Franco, tras años de dedicación y servicio
decide renunciar a la guerra, porque ha sido una guerra ganada a base de violencia y
muerte. Tramitada su renuncia es apresado y condenado por traición. Pasa los días en la
cárcel hasta que lo llevan a fusilar, pero la bala que le rozaría el cráneo no consigue acabar
con su vida, lo dejó inconsciente y fue enterrado en una fosa junto a sus compañeros, vivo.
Alegría consigue salir de la fosa y, moribundo, emprende camino hasta llegar a un pueblo
donde pasa varios días. Creyendo que va a morir se arrastra a duras penas hasta llegar a su
pueblo de origen. Sin embargo, decide entregarse porque le invade un gran sentimiento de
culpa por haber formado parte de tanta tragedia. Lo encierran sus propios compañeros de
armas. De nuevo en la cárcel, provoca a los carceleros para que lo maten, pero no lo
consigue. Su segunda vida termina en suicidio.
ANÁLISIS: El primer relato, o primera derrota, nos habla del capitán Alegría, oficial del
ejército fascista. Se rinde a los republicanos cuando las tropas golpistas están ya entrando en
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Madrid. Lógicamente, esta decisión no es entendida por ninguno de los dos bandos. El oficial
explica que la toma, entre otras muchas razones arbitrarias, porque sus correligionarios no
querían ganar la guerra, sino matar al enemigo. Su entrega le acallará la mala conciencia de
haber sido miembro de un ejército que, para vencer, ha tenido que cometer tantas
atrocidades y crímenes. Como asegura un crítico: “El capitán Alegría es un personaje que
cuestiona la norma de aquellos con los que vive y no puede abandonar su visión de lo
que ocurre”.
CUESTIONES:
¿Por qué el Capitán Carlos Alegría abandona el ejército que dos días después iba a
ganar la guerra?
¿Por qué no quiere formar parte de esa guerra?
¿Por qué se convierte en un rendido?
¿Cómo acaba la vida del capitán Alegría? ¿Por qué se suicida?
2ª DERROTA: 1940 o Manuscrito encontrado en el olvido.
Un poeta adolescente emprende viaje hacia Francia desde Asturias huyendo de la dictadura
impuesta. Junto a él viaja su novia embarazada de ocho meses. En la huida, Elena se pone
de parto y, al dar a luz, muere. Así que padre e hijo se quedan solos y el joven decide que no
puede seguir el viaje sin Elena. Pasa varios días sin apenas mirar al niño debido a la
frustración de haberse quedado solo; pero, poco a poco, estos sentimientos cambian, aun sin
olvidar el profundo pesar por la muerte de su mujer, de la que se siente profundamente
culpable por el hecho de haber decidido emprender el viaje en su estado. Se refugia con su
hijo en una cabaña y unas vacas les sirven de alimento. Con la llegada del invierno la muerte
se hace inminente. Siendo consciente de ello, el diario que escribe en primera persona
muestra cómo poco a poco va enloqueciendo.
ANÁLISIS: La segunda derrota, quizá el relato más logrado y sobrecogedor de los
cuatro, nos cuenta el breve periplo de un joven poeta que huye de los vencedores hacia las
montañas asturianas en compañía de su mujer embarazada. En medio de la soledad y el frío,
la muchacha da a luz a un niño y muere tras el parto. A través de un diario íntimo, donde el
adolescente deja escrito su miedo, se nos va poniendo en antecedentes de la vana lucha que
emprende el joven padre para salvar la vida de su hijo.
CUESTIONES:
¿Cómo conocemos la historia?
¿De qué se alimentan padre e hijo?
¿Por qué no quiere mirar a su hijo tras la muerte de Elena?
¿Cómo se desarrolla el proceso de supervivencia en la cabaña?
¿Qué sentimientos experimenta el poeta con la llegada del invierno?
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¿Qué relación tiene con las otras historias?
3ª DERROTA: 1941 o El idioma de los muertos.
Juan Senra es un funcionario de prisiones republicano, apresado y mantenido con vida
debido a que posee información sobre el hijo del coronel Eymarpresidente del tribunal
desaparecido en la guerra. Juan consigue alargar su vida mintiendo sobre este personaje y
dándole a entender a sus padres que era un héroe, cuando en realidad era todo lo contrario.
Conforme pasan los días se da cuenta de que no puede seguir con la farsa y que la muerte
va a llegar en cualquier momento. Se encuentra en unas condiciones deplorables y, para
remediar esta agonía y su conciencia, confiesa al coronel toda la verdad sobre su hijo: que él
mismo ordenó que lo fusilaran. Pocos días después, es metido en un camión y fusilado.
Durante su estancia en presidio, Juan es testigo del suicidio del capitán Carlos Alegría, ya
que ambos eran reclusos en mismo centro penitenciario.
ANÁLISIS: El tercer relato gira alrededor del soldado republicano Juan Senra. Cuando
el presidente del tribunal que debe juzgarle y su mujer se enteran de que el soldado enemigo
conoció y vio morir a su hijo (un ser abyecto que fue fusilado por sus múltiples delitos) le
conminan a que hable y hable sobre ese hijo. Intentando arañar unos días más a su
existencia, convierte al joven traidor en el héroe que quieren los padres. Mas la impostura
pronto le asquea y cuenta toda la verdad.
Juan Senra se ve obligado a contar toda una historia de mentiras, como Sherezade,
para tener una noche más de vida. Inventa así la historia de un preso, hijo del militar que le
está juzgando, y que fue fusilado. Convierte a un ser que fue justamente castigado por haber
vendido suministros médicos en mal estado, en el de un ser generoso. Pero ¿puede uno
sobrevivir con una mentira?
CUESTIONES:
¿Conoce Juan realmente a Miguel Eymar?
¿Cómo era en realidad Miguel Eymar? ¿A qué se dedicaba durante la guerra?
¿Por qué miente Juan al contar la historia? ¿Qué sentimientos experimenta?
¿Cómo actúa la mujer del coronel Eymar? ¿Cómo trata a Juan?
¿Cómo se siente el coronel ante su mujer? ¿Cómo trata a su marido?
Describe físicamente a la mujer del coronel. ¿Qué representa?
¿Qué opinan los demás presos de lo que hace Juan Senra?
¿Qué hecho sosiega el alma de Juan antes de ser fusilado?
¿Por qué sabe el coronel que al final ha dicho la verdad?
4ª DERROTA: 1942 o Los girasoles ciegos.
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Esta es la historia de Ricardo, un profesor republicano escondido en su propia casa y
protegido por su mujer Elena, junto a su hijo preadolescente, durante los años siguientes al
final de la guerra civil. La cotidianidad familiar crea unos hábitos de vida y unas reglas
estrictas para que Ricardo no pueda ser visto ni oído por nadie. Así, el protagonista vive en
una cárcel dentro de su propia casa, ya que no puede salir ni ser percibida su presencia por
ninguno de los vecinos. Conocemos sobre la vida del Madrid de posguerra por las andanzas
del pequeño en el barrio y los amigos que frecuenta. Al mismo tiempo, el maestro del niño,
un diácono con ciertos aires de lascivia, se obsesiona con Elena hasta el punto que irrumpe
en su casa para acosarla, obligando a Ricardo a salir de su escondrijo para defenderla. Con
ello se descubre la mentira y el marido, que se iba apagando con el pasar de los días,
termina lanzándose al vacío para morir.
ANÁLISIS: La historia, o la cuarta derrota, que cierra el libro, transcurre en la opresiva
vida cotidiana del nuevo régimen. En ella se habla de Ricardo, un “topo” al que toda la familia
protege entre miedos y silencios. Desde el armario en el que vive encerrado contempla
impotente y horrorizado el acoso libidinoso que sufre su mujer por parte de un diácono,
profesor del hijo del matrimonio. El final es dramático y desolador.
Este último cuento es el que da título a la novela y es en el que se basa la película
sobre este libro. Esta es la historia menos poética, pero probablemente la más cargada de
dramatismo y la que más cercana puedes sentir, quizás porque es una situación que no fue
tan rara ni extraña, la de aquellos seres que se vieron obligados a vivir escondidos en sus
propias casas, bien en buhardillas, o bien, como en esta historia, metidos en un armario.
Pero en cualquier caso, siempre con miedo a ser vistos o escuchados. (Diario de Ana Frank)
Es un relato con momentos muy emotivos, como el encuentro entre el cura y Elena, la
madre del niño. Un encuentro que es el punto de partida de la tragedia. En el patio del
colegio, un cura descubre a Lorenzo, el hijo del padre escondido, que finge cantar el Cara al
Sol con el resto de los compañeros.
Este texto nos refleja la angustia de esa familia, en constante ocultación y que ahora
se ve seguida de cerca por este cura enamorado perdidamente de Elena. Además, no se
deja de sentir ese mismo estupor del protagonista, quizás porque a pesar del tiempo que ha
pasado, hay situaciones que siguen repitiéndose. "Estupor porque alguien quiera matarme
no por lo que haya hecho, sino por lo que pienso" (Página 128)
Han cambiado los tiempos, han pasado muchos años, pero el hombre parece que
sigue siendo ese lobo para los hombres, dispuesto a matar a aquellos que no comparten sus
ideas. Y no hay que irse a lejanos países árabes para ver esta realidad.
CUESTIONES:
Describe psicológicamente al hermano Salvador.
¿A quién culpa el hermano Salvador de su inexplicable lascivia?
¿Cómo se las arregla la vieja Eulalia para poder comer?
¿Qué hacía la familia cuando subía el ascensor al tercero?
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6. Biblioteca IES La Mojonera
¿Qué profesión tenía Ricardo antes de comenzar la guerra?
¿Cómo se produce la metamorfosis de Ricardo?
¿Cómo se mantiene económicamente la familia?
¿A qué dedican el tiempo libre en casa?
¿Qué hace Ricardo cuando está solo?
¿Qué elementos hacen sospechar al hermano Salvador de la presencia de otro
hombre?
¿Cómo son las vivencias de Lorenzo con sus amigos?
3. EL AUTOR
Alberto Méndez Borra nació en Roma en 1941. Su padre, el poeta y traductor, José
Méndez Herrera, trabajaba en aquel momento en la ciudad italiana para la FAO. El padre
trabajó como traductor habitual de la editorial Aguilar, para la que tradujo muchas obras de
autores tan importantes como Irving, Stevenson, Eliot, Dickens, Chesterton… llegando a
conseguir en 1962 el Premio Nacional de
Traducción por su versiones de las obras
teatrales de Shakespeare.
Hombre de izquierdas, Alberto
Méndez milita en el Partido Comunista hasta
1982 y estuvo siempre vinculado, de una u
otra manera, al mundo de la edición. En su
lucha contra el franquismo crea, entre otras,
la editorial política “Ciencia Nueva” que
clausura Manuel Fraga Iribarne en su época
de ministro de la dictadura franquista.
Asimismo, llega a ser un alto ejecutivo de la
editorial Montena y se dedica a labores de
guionista (colaboró en programas dramáticos de RTVE y fue guionista con Pilar Miró) y
traductor a veces en solitario y otras en compañía de su hermano Juan Antonio, como ocurre
con el libro del marxista italiano Galvano della Volpe Lo verosímil fílmico y otros ensayos, del
que el propio Méndez es prologuista.
Estudió bachillerato en Roma (Italia) y se licenció en Filosofía y Letras en la
Universidad Complutense de Madrid. Trabajó en grupos editoriales nacionales e
internacionales. En 2002 quedó finalista en el Premio Internacional de cuentos Max Aub, con
uno de los relatos de Los girasoles ciegos, su primer libro narrativo. Galardonado a título
póstumo con el Premio Nacional de Narrativa (España) 2005 por el mismo libro. Obtuvo
también los Premios premio Setenil y de la Crítica poco antes de su muerte.
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4. ESTRUCTURA E INTERCONEXIÓN DE LOS RELATOS
El libro se estructura en cuatro historias diferentes desarrolladas en un mismo contexto y
relacionadas entre sí, a las que el autor pone el título de “derrotas”.
Los girasoles ciegos es un libro de cuentos, aunque la portada no deja suponer que se trata
de un conjunto de relatos. No obstante, de entre las diversas maneras en que puede
organizarse un volumen de cuentos, el autor optó por la que quizá fuera la más compleja, la
que se denomina "ciclo de cuentos", porque las diversas piezas que lo forman, aunque
mantengan su independencia, aparecen a la vez trabadas, generando una unidad de
sentido distinta. A pesar de ser el libro un conjunto de cuatro relatos, llama la atención la
zona de confluencia en la que se reúnen para trazar los contornos de una memoria colectiva.
Alberto Méndez eligió para contar sus historias la forma breve del relato, idónea para
presentar vidas truncadas, ya que los que mueren son hombres jóvenes, adolescentes o
recién nacidos. Permite recurrir a una estética de la fragmentación cuyos efectos se
incrementan en el 2º y el 4º textos, con la diversidad de voces narrativas que se expresan, y
el uso, en el 2º, de la forma del diario.
El "ciclo de cuentos" es una modalidad a la que también pertenecen, por mencionar un par
de buenos ejemplos, Dublineses, de Joyce, y los Cuentos del Barrio del Refugio, de José
María Merino. Todas las historias contadas en Los girasoles ciegos son caminos individuales
que se convierten en historias ejemplares, y así Alberto Méndez se hace creador de una
memoria colectiva, desvelando una parte del “agujero negro de la historia de su país”. Del
primer relato al cuarto, pasamos de un saber construido por un discurso que ostenta sus
mecanismos de elaboración de la memoria colectiva a un discurso que necesita la
colaboración de un lector activo que acepte recomponer el puzzle de la memoria
Las cuatro derrotas, dice el autor, transcurren entre el período quizá más duro de la
posguerra, que va desde 1936 a 1942, y aun siendo totalmente independientes están
hábilmente entrelazadas entre sí. Sus personajes se reencuentran a lo largo de los textos o
bien tienen relaciones familiares entre sí. Junto a ello, les une que todos son seres vencidos.
Seres que se encuentran en un camino sin retorno recorriendo una senda de dolorosa
entrega e ignorantes de en qué momento su ya maltrecha existencia dará de bruces contra el
polvo.
Por lo tanto, los distintos relatos se conectan a través de los personajes, lo que significa
que la derrota de unos se prolonga en la derrota de los otros, y que todos son unos vencidos
de la misma historia. El Capitán Alegría se halla en la misma cárcel (galería número 2 de la
cárcel de Porlier) que Juan Senra (1º > 3º), la joven Elena que muere en el parto es la hija de
Elena y Ricardo Mazo (2º > 4ª) y Juan Senra es hermano de Luis, a quien conoce el niño
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Lorenzo (3º> 4º) Es significativo que el lector tiene una visión global de las historias –sabe
qué les ocurre a los personajes; por ejemplo, a Elena, en tanto que sus padres no y puede
medir la amplitud de las derrotas gracias a la variedad de los puntos de vista que le brindan
los distintos narradores.
Del mismo modo, el índice y la construcción de los títulos ponen de relieve un vínculo entre
los diferentes textos al reiterarse el sustantivo “derrota” asociado a fechas (“Primera derrota:
1939 o Si el corazón dejara de latir”; “segunda derrota: 1940 o Manuscrito encontrado en el
olvido”; “tercera derrota: 1941 o El idioma de los muertos”; “cuarta derrota: 1942 o Los
girasoles ciegos”). La enumeración de las derrotas y la ostentación de la cronología invitan
a leer la obra de manera lineal, a considerar cada relato como una variación sobre el mismo
tema.
Otra posible interconexión entre los relatos radica en
que, en todos, el autor le otorga una enorme
importancia a la escritura: muchos de los protagonistas
escriben cartas o diarios, reproducidos íntegros o en
parte, olvidados, recuperados y sacados del olvido, lo
que representa la historia de la memoria
autobiográfica de la guerra cuando dichos documentos
se integran posteriormente en la memoria colectiva. Los
dos cuentos que conceden mayor importancia a la
escritura de lo íntimo son el segundo y el cuarto, y
presentan una estructura circular parecida (el verso de
Góngora en la pared de la cabaña encontrado por el transcriptor
se repite al final del diario; la carta del diácono presenta la
misma estructura circular al aludir a los girasoles ciegos. Y
además, los “murciélagos gongorinos” con los que el poeta alude
al represivo franquismo se relacionan con los “girasoles ciegos”
en cuanto a la ceguera de ambos.)
Finalmente, todas las historias se publican bajo el título
del último relato: “Los girasoles ciegos”, metáfora que
aparece en la Biblia y que se refiere a la
desorientación de la humanidad, de modo que todos los personajes de la novela pueden
considerarse como seres condenados a vivir en la oscuridad como murciélagos o como
girasoles ciegos.
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