4. CONCEPTOS
Una definición básica de la herejía es: "la afirmación de una opinión
religiosa que contradice el dogma aceptado por la iglesia".
Otra definición es: "el desacuerdo o la desviación de una teoría, práctica u
opinión imperante".
Este es un buen punto de partida para nosotros. Estas definiciones
identifican dos elementos importantes: una posición dominante y una
posición contraria.
Con respecto a la religión, cualquier creencia o práctica que vaya en
contra de la posición oficial de la iglesia, es considerada una herejía.
5. • Las palabras herejía y herético sí están en la Biblia y se usan en varios
sentidos.
• Los judíos llamaron al cristianismo una “herejía”, leamos Hechos 24:14
Pero esto te confieso, que según el Camino que ellos llaman herejía, así
sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los
profetas están escritas;, probablemente significando que lo consideraban
una secta que estaba bajo la condenación de Dios.
• Pero Pablo se refiere a las varias facciones entre los cristianos de Corinto
como “herejías”, esto es, “divisiones”, leamos 1 Corintios 11:19 Porque es
preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan
manifiestos entre vosotros los que son aprobados.
• Podemos, por lo tanto, definir la herejía en sentido estricto como una
enseñanza que se opone directamente a lo esencial de la fe cristiana,
de modo que los cristianos practicantes deben separarse de quienes
la sostienen.
6. ¿Cómo, entonces, debiéramos definir “ortodoxia”?
Podríamos definirla como ese cuerpo de enseñanzas esenciales que
debe ser sostenido por todos aquellos que pueden ser aceptados como
cristianos practicantes. Para decirlo simplemente, cualquiera de las
enseñanzas o prácticas religiosas que no son heréticas son ortodoxas, y
viceversa.
¿Cómo, entonces, debiéramos definir “Herejía”?
la herejía en sentido estricto como una enseñanza que se opone
directamente a lo esencial de la fe cristiana, de modo que los cristianos
practicantes deben separarse de quienes la sostienen.
7. HEREJÍA que ya la definimos, pero su significado tiende y puede
confundirse mucho con otras palabras o acciones. Entre esas
palabras se encuentra:
• BLASFEMIA que es la irreverencia ante alguna corriente
religiosa.
• INJURIA que es aquella acción que deshonra a una persona o
grupo religioso.
• APOSTASIA que es el abandono formal y declarado de una
religión. Sin embargo ninguno de estos son verdaderos
sinónimos de la palabra herejía.
8. El término herejía se usa para señalar una desviación doctrinal o una
enseñanza errónea que contradice aquellas verdades cristianas
vitales e innegociables que enseña la Biblia (Hechos 24:24; Gálatas
5:20; 2 Pedro 2:1). Entre estas verdades no negociables se
encuentran:
1) La existencia de Dios.
2) La deidad de Cristo.
3) La salvación por fe.
4) La realidad de la Trinidad.
5) La autoridad única y absoluta de las Escrituras.
6) El mensaje del evangelio.
9. POR QUÉ ESTUDIAR LAS HEREJIAS?
Nos capacita para combatirlas. El apóstol Pablo conocía las falsas
doctrinas y luchó arduamente contra ellas. Es preciso que
conozcamos al enemigo con el que nos vamos a enfrentar. Mientras
más conozcamos sus tácticas y su naturaleza, más probabilidades
tendremos de vencerlo.
“Más sí aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro
evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema”
(Gálatas 1:8). día” (2 Timoteo 1:12).
10. Nos auxilia en la evangelización. No sabemos qué clases de
personas nos vamos a encontrar cuando predicamos el Evangelio. Si
conocemos su credo y sus doctrinas, nos será más fácil hablar del
amor de Dios. Es necesario que el cristiano conozca la verdad para
poder combatir la mentira. Por eso es que, además de conocer las
sectas falsas’, el cristiano debe poseer un buen conocimiento de la
Palabra de Dios, la Biblia.
Aumenta nuestra fe. Cuando nos tropezamos con las doctrinas de las
sectas falsas, o los actuales movimientos seudo cristianos, la
mayoría de las veces ridículas y sin fundamento, tenemos más
seguridad en lo que hemos creído. De ahí que podemos decir como
Pablo: “...porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es
poderoso para guardar mi depósito para aquel día” (2 Timoteo 1:12).
11. Aumenta nuestra responsabilidad. El cristiano es personalmente
responsable de buscar el conocimiento de la verdad y combatir la
mentira. Estar contra el error y la mentira sin vestir la armadura de la
verdad, es falta de responsabilidad cristiana.
“Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y
vestidos con la armadura de la justicia, .. .y tomad el yelmo de la
salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios”
(Efesios 6:14, 17)
12. CÓMO IDENTIFICAR UNA HEREJÍA
1. Desacuerdo con la Biblia: Con respecto a las doctrinas de la
Biblia, podemos dividir los argumentos de la manera siguiente:
a) Argumento bíblico.
b) Argumento extrabíblico.
c) Argumento antibíblico.
13. a) Argumento bíblico: El argumento bíblico es el que se saca de la
Biblia, dándole una interpretación correcta y lógica. Fue el
argumento que usó Jesús en la sinagoga de Nazaret acerca de
su misión
b) Argumento extrabíblico: es el que no tiene base en la Biblia,
pero no choca con sus enseñanzas, muchos predicadores usan
argumentos extrabíblicos al pronunciar sus sermones. Esto se
ha de hacer con mucha cautela, y es necesario que tenga una
cierta dosis de seguridad la persona que lo está usando.
c) Argumento antibíblico: es el que combate, tuerce, sustrae o
aumenta las verdades enunciadas en la Palabra de Dios, o bien
choca con ellas. Aquí hallamos que las herejías que son
antibíblicas, están en desacuerdo con las enseñanzas del
cristianismo. Algunas veces están fundamentadas en un
versículo o en una expresión aislada que encontramos en la
Biblia. Bastaría, sin embargo, un poco de conocimiento de los
principios auxiliares de la hermenéutica o interpretación de las
Escrituras para refutarlas.
14. 2.- Unilateralidad de apreciación doctrinaria: En muchos casos la
herejía se caracteriza por el hecho de “escoger” una doctrina para
descargar en ella toda su atención en detrimento de las otras
doctrinas. Se afirma, por ejemplo, la divinidad de Cristo y se abandona
su humanidad, o viceversa; se le da énfasis a la unidad de Dios y se
oscurece la doctrina de la Trinidad; se muestra preocupación por el
cuerpo del hombre y se olvidan su alma y su espíritu.
3.- Contradicción con los hechos: Historias y doctrinas basadas en
hechos que en realidad no proporcionan una base para ellas;
incredulidad para con enseñanzas basadas en hechos reales, bíblicos
o de raíces bíblicas. Por desgracia, muchos buenos cristianos han sido
engañados por cosas de esta índole.
4. Incoherencia lógica: Nada impide que el buen sentido y la razón
sean usados en materia de religión. La mayoría de las herejías no
resisten una confrontación lógica con la historia, la ciencia, la Biblia o
con la religión propiamente dicha. La Biblia prevé el surgimiento y la
evolución de las herejías, como una señal de los tiempos.
15. El principio protestante
No me estoy refiriendo aquí a una posición exclusivamente
protestante, sino más bien a un principio que es especialmente grato
para los protestantes (especialmente los evangélicos). Por esta razón
lo llamamos el principio protestante.
Según este principio, solamente la Biblia es la Palabra escrita de Dios,
y como tal es el único estándar definitivo e infalible en los asuntos de
controversia en la iglesia. Este principio se desprende de la enseñanza
del mismo Jesucristo, quien enseñó que, mientras que la tradición
humana y los líderes religiosos son falibles, la Escritura es la Palabra
de Dios y nunca erra (Mateo 5:17- 20; 15:3-9; 22:29; Juan 10:35). Ya
que ser un cristiano significa, como mínimo, ser un seguidor de
Jesucristo, ningún individuo o grupo puede afirmar ser cristiano si no
reconoce esta autoridad especial de la Biblia.
16. El principio evangélico
En Europa, el término “evangélico” es a menudo sinónimo de
“luterano”. Según este principio, todo lo que sea contrario al evangelio
de Jesucristo debe ser rechazado como herejía.
Este principio se basa directamente en pasajes como Gálatas 1:6-9
6 Estoy horrorizado de que ustedes estén apartándose tan pronto de
Dios, quien los llamó a sí mismo por medio de la amorosa misericordia
de Cristo. Están siguiendo un evangelio diferente, que aparenta ser la
Buena Noticia, 7 pero no lo es en absoluto. Están siendo engañados
por los que a propósito distorsionan la verdad acerca de Cristo. 8 Si
alguien—ya sea nosotros o incluso un ángel del cielo—les predica otra
Buena Noticia diferente de la que nosotros les hemos predicado, que
le caiga la maldición de Dios. 9 Repito lo que ya hemos dicho: si alguien
predica otra Buena Noticia distinta de la que ustedes han recibido, que
esa persona sea maldita.
1 Corintios 15:1-4. Aquí, “el evangelio” no se refiere a la Biblia en su
totalidad, sino a su mensaje central de reconciliación de los seres
humanos con Dios a través de la obra redentora de Cristo.
17. El principio ortodoxo
Según este principio, los credos de la iglesia debieran ser
considerados como expresiones confiables de las verdades
esenciales de las que hablan. Este principio surge de la enseñanza
bíblica de que la fe cristiana fue entregada de una vez por todas a los
santos (Judas 3) y que las puertas del Hades no prevalecerán contra la
iglesia (Mateo 16:18).
Estos textos (ver también Mateo 28:20; Juan 14:26; Efesios 4:11-16)
hacen inconcebible que la iglesia toda pudiera establecer como
normativo algo que fuera de hecho aberrante o herético. Así, los
credos formulados por la iglesia primitiva antes que se dividiese en
ortodoxia oriental, catolicismo y protestantismo, debieran
considerarse estándares confiables por los cuales pueden exponerse
las herejías.
18. Los credos y las confesiones tienen varios propósitos y usos.
• Primero, era una manera de poder recordar los elementos
esenciales de la fe y así poder comunicárselo a otros. Los primeros
cristianos aprendían los puntos claves y después se los enseñaban
a otros.
• Segundo, es que ayudaban a corregir doctrinas falsas. Mientras lees
cada credo notaras que doctrinas se iban clarificando y
especificando con el tiempo.
Así que los credos servían como defensa de la sana doctrina cristiana.
Hasta el día de hoy se usan con ese mismo propósito.
19. Un credo suele ser una declaración breve de fe.
Los credos ecuménicos, incluido:
1. El Credo Apostólico (desarrollado durante los cuatro primeros
siglos d. C.),
2. El Credo de Nicea-Constantinopla (a menudo llamado Credo
Niceno; 325/381 d. C.),
3. El Credo de Atanasio (después del 428 d. C.) y la Definición de Fe
de Calcedonia (451 d. C.),
han sido ampliamente aceptados a través de los tiempos por múltiples
tradiciones eclesiásticas
20. Las grandes confesiones reformadas incluyen:
1. La Confesión Belga (1561),
2. El Catecismo de Heidelberg (1563),
3. Los Cánones de Dort (1619) y
4. Los Estándares de Fe de Westminster (1648).
Sin embargo, la idea de los credos y las confesiones no se originó en la
historia de la Iglesia.
21. LOS PRECEDENTES HISTÓRICOS
No es fácil definir una secta o una herejía, ya lo hicimos en las
láminas anteriores. De todos modos existen líneas y tendencias que
nos hacen considerar a las sectas como tales. Una secta se empieza
a dar cuando existen disidencias importantes que llevan a un grupo a
alejarse del núcleo doctrinal fundamental del cristianismo. También
hay herejías que nacen separadas.
Pero pensamos que la acción de las herejías no es un fenómeno
actual como a veces se afirma. En la historia tenemos
parcializaciones y acentuaciones semejantes a las actuales.
Recordemos algunos grupos históricos principales:
22. Los docetas
Aparecieron ya en el siglo I en oriente afirmando que Jesús tenía sólo
un cuerpo aparente. Muchas herejías de hoy fallan también en torno a
Jesús no considerándolo Dios y hombre, muerto y resucitado, salvador
de hombres. Los Testigos de Jehová, por ejemplo, consideran a Jesús
criatura del Padre, inferior a él; caen así en un subordinacionismo.
Los gnósticos
Racionalizaron demasiado la religión y la acomodaron a la doctrina
pagana de su tiempo; así en el siglo II "unieron la revelación cristiana
con misteriosos principios orientales". Para los gnósticos, Jesús es un
ser totalmente divino y su humanidad una ilusión. En este sentido, el
gnosticismo es similar al docetismo, según el cual la naturaleza
humana de Cristo es sólo una apariencia. En consecuencia, Jesús no
pudo sufrir ni la pasión ni la muerte en la cruz. No redimió a la
humanidad a través de su muerte y resurrección, sino a través de la
transmisión de enseñanzas secretas que permitieron al hombre
reintegrar su dimensión divina.
23. Los maniqueos
"Manes y sus seguidores profesan el dualismo persa: Todo procede de
dos principios contrarios: el de la luz (Ormuz) y el de las tinieblas
(Ahrimán)". Ellos también defienden en el siglo II la separación del
bien representado por Dios y el mal que viene del pecado. Esta
dualidad es igualmente muy propia de las sectas de hoy. En el
dualismo existen dos principios en lucha: bien y mal, espíritu y
materia, alma y cuerpo. Según Manes que nació en Persia hacia el año
217 estos principios son irreductibles.
24. El montañismo
A mediados del siglo II Montano opinaba que el cristianismo se estaba
convirtiendo en algo fácil y mundano y que era necesario volver al
cristianismo primitivo. Esta idea alcanzó gran prestigio en Frigia y Asia
menor. Montano condenó acciones como las segundas nupcias, el huir
de la persecución, el servicio militar en el ejército imperial, el asistir a
los juegos del anfiteatro. Como vemos estamos ante un rigorista quien
además pedía fuertes ayunos. También predijo el retorno inminente
del Mesías.
Esta línea de austeridad y de predicciones están igualmente presentes
en sectas de tipo cristiano de hoy. Algunas prohíben cosas
semejantes. Pensemos que los Testigos de Jehová están en contra del
servicio militar, juegos y fiestas.
25. Los ebionitas
Los ebionitas enseñaron una forma de adopcionismo declarando que
Jesús no era nada más que un simple hombre escogido por Dios
gracias a su fidelidad a la Ley. Como regla general, los ebionitas
destacaron que fue en el bautismo de Jesús cuando se convirtió en el
Mesías y fue elevado a la filiación divina (siendo adoptado por Dios).
Sin embargo, negaron su plena deidad y su nacimiento virginal.
Además prescindieron de la obra salvadora de Cristo recalcando que
la verdadera salvación se encuentra en la Ley de Moisés así exigiendo
a que todos los gentiles se circuncidasen. ¡Salvación por obras!
26. Los arrianos
A diferencia de los ebionitas, los arrianos sí creían en la preexistencia
de Jesús. Pero aun así, seguían creyendo que el Hijo de Dios era una
simple criatura. Según el arrianismo, Dios decidió crear al Hijo en la
eternidad pasada. Es decir, hubo un momento cuando el Hijo
literalmente no existía. Pero si Jesús no es cien por cien divino
entonces no nos puede salvar y los cristianos hacemos mal en llamarlo
‘Salvador’. El arrianismo se trató de una negación del Evangelio
apostólico.
27. Los apolinaristas
Los apolinaristas eran más cercanos a la ortodoxia; pero aun así, se
equivocaron grandemente al aseverar que Jesucristo no tenía un
espíritu humano. En lugar de un espíritu humano estaba el Logos
divino dirigiendo la mente y el alma de Cristo.
De nuevo, tal enseñanza provocó gran confusión en el seno de la
Iglesia porque dio a entender que Jesús no había asumido una
naturaleza humana completa. ¿Cómo podría el Hijo de Dios ser nuestro
sustituto si no hubiese tomado sobre sí la naturaleza humana? En
términos de Gregorio de Nacianceno, “Lo que no ha sido asumido, no
ha sido redimido”.
28. Los nestorianos
Los nestorianos dividieron tan estrictamente entre las naturalezas
divina y humana de Jesús que llegaron a la conclusión de que había
dos personas diferentes en el Señor Jesús. En oposición al concepto
nestoriano, la ortodoxia cristológica asentó la verdad de que Jesús es
una sola persona con dos naturalezas diferentes en perfecta armonía.
En palabras de Wayne Grudem, “En ninguna parte de la Biblia tenemos
indicación alguna de que la naturaleza humana de Cristo, por ejemplo,
sea una persona independiente, que pudiera hacer algo contrario a la
naturaleza divina de Cristo. En ninguna parte tenemos la menor
indicación de que la naturaleza humana y la divina se comunicaban
entre sí o luchaban dentro de Cristo, ni cosa parecida. Más bien, lo que
tenemos es un cuadro constante de una sola persona que actúa en
totalidad y unidad”.
29. Los pelagianos
Los pelagianos son conocidos por negar la doctrina del pecado
original, a saber, que todos los descendientes de Adán nacen en
pecado. Creían que el ser humano podía cumplir la voluntad de Dios
según sus propias fuerzas sin la necesidad de la gracia salvadora de
Dios.
Asimismo proclamaron que era posible que los cristianos alcanzasen
un nivel perfecto de santidad en este lado de la eternidad ya que
Cristo había dicho: “Sed vosotros perfectos como vuestro Padre
celestial es perfecto” (Mateo 5:48). Total, repudiaron por completo el
valor del sacrificio expiatorio de Cristo en la cruz. Charles Finney avivó
la doctrina pelagiana en el siglo XIX.
30. Los pneumatómacos
Los pneumatómacos, como su nombre sugiere, pelearon contra la
doctrina bíblica tocante a la divinidad del Espíritu de Dios. En vez de
ver al Espíritu como plenamente divino, creyeron que era una criatura
angelical creada por el Hijo de Dios. Al negar la divinidad del Espíritu,
estaban rechazando la idea de que el Espíritu Santo pudiese salvar a
los impíos a través del milagro de la regeneración.
31. Los socinianos
El socinianismo es una versión racionalista de la fe bíblica, la cual
niega prácticamente todas las doctrinas distintivamente cristianas.
Rechazó la Trinidad, la divinidad de Cristo y el castigo eterno de los
impíos, opinando que los injustos serán aniquilados después de su
muerte. En cuanto a la obra de Cristo, “Jesús no murió por la
satisfacción del pecado.
Su papel fue el de inspirar a los discípulos a seguir su ejemplo, pero
solamente los que perseveraban en obediencia eran levantados de
entre los muertos”.
En otras palabras, salvación por buenas obras. La teología liberal
contemporánea sería un buen ejemplo del socinianismo ya que ambas
corrientes creen en la supremacía de la razón humana sobre la
revelación divina.
32. Conclusión
El cristianismo entre los siglos I y IV fue interpretado de forma
diferente por diversas facciones religiosas.
Después de que Constantino el Grande (reinó entre 306-337)
convirtiera el cristianismo en religión estatal de Roma, exigió una
visión unificada para la nueva fe, lo que se intentó en el primer Concilio
de Nicea en el año 325. Antes de esto, las enseñanzas de Arrio de
Alejandría (256-336), que negaba la validez de la trinidad cristiana
entre otras creencias ortodoxas, resultaban tan válidas como
cualquier otra forma de cristianismo.
Los ebionitas del siglo IV, entre otros, negaban la divinidad de Cristo y
se adherían a la creencia conocida como adopcionismo, según la cual
Jesús de Nazaret, un hombre sin pecado, fue "adoptado" por Dios a
través de su bautismo, muerte y resurrección, pero no era "el hijo
unigénito de Dios".
Los donatistas del siglo IV en el norte de África afirmaban que el clero
cristiano debía estar libre de pecado para emular a Cristo y a sus
apóstoles, por lo que cualquier clérigo manchado por el pecado debía
ser excluido de administrar ritos o celebrar la misa.
33. Las primeras creencias de la comunidad sobre la “sana doctrina”
señalaron la naturaleza normativa de la revelación cristiana, contenida
en el canon como una “colección de libros fundamentalmente
ortodoxa”.
Esta posición en cierta forma tautológica (figura retórica que consiste
en la repetición de una misma idea de manera innecesaria), en
relación con las Escrituras, fue básica para la evolución de la
ortodoxia cristiana, y crucial para su polémica y apologética. Se
recurrió a las Escrituras, a la tradición y a la razón para consolidar y
proteger la pureza del evangelio recibido de las tergiversaciones
hechas a las Escrituras, de la negación de la tradición común y de la
asimilación de los movimientos filosóficos seculares. Estas aún
permanecen hoy como las principales preocupaciones de la ortodoxia.