Jesús advierte a sus discípulos que no deben dejarse engañar por falsos mesías y rumores de guerras, ya que estas cosas deben suceder pero no marcan el fin. Les dice que habrá pestes, hambrunas y terremotos, pero que oren para no caer en tentación a pesar de la debilidad de la carne.
1. «… Que Nadie Os Engañe» (Mateo 24.4–8)
4Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie
os engañe. 5Porque vendrán muchos en mi
nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos
engañarán. 6Y oiréis de guerras y rumores de
guerras; mirad que no os turbéis, porque es
necesario que todo esto acontezca; pero aún no
es el fin. 7Porque se levantará nación contra
nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y
hambres, y terremotos en diferentes lugares. 8Y
todo esto será principio de dolores.
“Velad y orad, para que
no entréis en tentación, el espíritu a
la verdad está dispuesto, pero la carne
es débil.” Mateo 26:41.