En la zona cafetera del sur del departamento del Huila se encuentra unos de los bosques más singulares del mundo: Se trata de los bosques de Roble Negro o también llamado Roble Morado, unas verdaderas joyas de la naturaleza, que también son importantes ecosistemas estratégicos, pues protegen las fuentes de agua de aquella región, así como aportan a la belleza del paisaje en donde habitan. El Roble Negro es una especie descubierta por la ciencia en 1979 en el Parque Nacional Natural Cueva De Los Guacharos, en el departamento del Huila. Este hallazgo generó sorpresa; porque se creyó inicialmente que esta especie estaba emparentada con dos especie del continente asiático, pero más tarde se descubrió que esta especie es única y además, diferente a las de aquella región. El Roble Negro se encuentra únicamente en 4 departamentos de la región andina colombiana (Santander, Antioquia, Valle del Cauca y Huila). Este árbol crece entre los 1500 y 2000 msnm y hoy es catalogado como vulnerable a la extinción, debido a su limitada distribución y a los efectos negativos de la explotación. El Roble Negro alcanza alturas superiores a los 40 metros, sus troncos son rectos, cilíndricos y libres de ramas por más de 20 metros. En los bosques, el roble negro llega a tener hasta 500 individuos adultos por hectárea, algunos de ellos con hasta 6 metros de circunferencia en su base. Estos árboles son importantes porque sirven como albergue para orquídeas, bromelias y otras plantas. También son el hogar de muchas especies de aves, osos de anteojos, dantas de páramo; dentro de la capa de hojarasca que se forma en el piso del bosque encontramos ranas, lombrices gigantes y muchas especies de hongos. Es necesario enriquecer el conocimiento sobre la ecología de esta especie en procura de su conservación; las primeras investigaciones resaltan la necesidad de proteger mas áreas de bosque, realizar procesos de restauración ecológica en algunos de ellos, conectar fragmentos aislados, entre otras acciones; son pasos necesarios para asegurar la conservación de estos ecosistemas estratégicos. Eider J. Chaves utcy.blogspot.com

1. En la zona cafetera del sur del departamento del Huila se encuentra
unos de los bosques más singulares del mundo: Se trata de los bosques de
Roble Negro o también llamado Roble Morado, unas verdaderas joyas de la
naturaleza, que también son importantes ecosistemas estratégicos, pues
protegen las fuentes de agua de aquella región, así como aportan a la
belleza del paisaje en donde habitan.
El Roble Negro es una especie descubierta por la ciencia en 1979 en el
Parque Nacional Natural Cueva De Los Guacharos, en el departamento del
Huila. Este hallazgo generó sorpresa; porque se creyó inicialmente que
esta especie estaba emparentada con dos especie del continente asiático,
pero más tarde se descubrió que esta especie es única y además,
diferente a las de aquella región.
El Roble Negro se encuentra únicamente en 4 departamentos de la región
andina colombiana (Santander, Antioquia, Valle del Cauca y Huila). Este
árbol crece entre los 1500 y 2000 msnm y hoy es catalogado como
vulnerable a la extinción, debido a su limitada distribución y a los
efectos negativos de la explotación.
El Roble Negro alcanza alturas superiores a los 40 metros, sus troncos
son rectos, cilíndricos y libres de ramas por más de 20 metros. En los
bosques, el roble negro llega a tener hasta 500 individuos adultos por
hectárea, algunos de ellos con hasta 6 metros de circunferencia en su
base. Estos árboles son importantes porque sirven como albergue para
orquídeas, bromelias y otras plantas. También son el hogar de muchas
especies de aves, osos de anteojos, dantas de páramo; dentro de la capa
de hojarasca que se forma en el piso del bosque encontramos ranas,
lombrices gigantes y muchas especies de hongos.
Es necesario enriquecer el conocimiento sobre la ecología de esta
especie en procura de su conservación; las primeras investigaciones
resaltan la necesidad de proteger mas áreas de bosque, realizar procesos
de restauración ecológica en algunos de ellos, conectar fragmentos
aislados, entre otras acciones; son pasos necesarios para asegurar la
conservación de estos ecosistemas estratégicos.
Eider J. Chaves
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