La carta describe las terribles condiciones de vida de los soldados en las trincheras durante la Primera Guerra Mundial, pasando días enteros acurrucados en la tierra bajo fuego enemigo, sin comida ni agua, escuchando los quejidos de los heridos y sufriendo el estrés de los bombardeos constantes, hasta que finalmente llegan órdenes de atacar bajo una lluvia de balas y ametralladoras.