En el sueño de la autora, ella dirigía una fábrica donde las personas podían cumplir sus sueños y metas a través del aprendizaje. Sin embargo, la fábrica enfrentaba problemas financieros. Un hada llamada Alejandra llevó a la autora a un arcoíris donde encontraron una olla de oro que les permitió seguir manteniendo la fábrica. La autora organizó una fiesta donde los jóvenes se graduaron de haber logrado sus sueños.
2. LA FÁBRICA DE SUEÑOS
Un día soñé que me encontraba en una fábrica donde habían personas
de diferentes profesiones como psicológicos, maestros, Bailarines,
Lectores, Abogados, cantantes … y mucho más.
En mi sueño yo era la jefa; un niño parecido a un duende me explico
que debía hacer y que la fábrica había sido creada por mí, en mi
imaginación, la fábrica ayudaba a todo tipo de personas que deseaban
conceder todos sus sueños y expectativas que se proponían a cumplir
con esfuerzo y dedicación.
Yo veía a jóvenes tratando bailar, cantar, leer, enseñar y muchas cosas
mas poniendo empeño en su aprendizaje tratando de llegar a su meta,
pues me di cuenta que ayudábamos a las personas y le enseñábamos
valores.
En mi sueño ya habían pasado años y como no cobrábamos dinero al
ayudar a las personas, no teníamos dinero para poder seguir
manteniendo la fábrica.
3. Después de estar melancólica pensando en como solucionar el problema de
la economía, se me apareció un ser peculiar. Pues era una hada, que
resplandecía con luz y brillo.
Ella se presento, se llamaba Alejandra y era muy buena persona, agradable
y carismática. Yo le explique lo que hacía y que tenía un problema,
entonces ella me dijo: -Sígueme. Yo te ayudare- , entonces la seguí
Alejandra, el hada, me llevo volando hacia el cielo donde se encontraba un
arcoíris, y como dice la historia de que una olla de oro grande se encuentra
al final de un arcoíris, entonces eso ocurrió apareció la gran olla con oro
donde se encontraban pequeños duendes.
Alejandra me dijo que debía utilizar el oro con mucha sabiduría e
inteligencia y no gastarlo en cosa inútiles. Con el oro logre mi meta de
seguir conservando la fábrica.
Entonces organizamos una fiesta, donde los jóvenes se graduaban logrando
sus sueños. Y eso me lleno de orgullo hasta que todo se empezó a mover
como un temblor, y entonces desperté, pues era mi mamá diciéndome:
-¡¡Vas a llegar tarde al colegio!!
Pero al menos disfruté de un bonito y hermoso sueño.
Fin