2. Clínica
Los Churupitos
EMERGENCIA
Haga
Silencio
Sala de Espera
Pabellón
¿Cómo un solo día puede ser normal para unos,
alegre para otros, triste para otros cuantos y súper
especial para pocos? Así pasaba en aquella clínica
donde operaban a un señor, examinaban a
muchos pacientes y solo nació una niña. Su familia
estaba muy feliz y esperaban con muchas ganas,
ver a quién se parecía la pequeña, el color de su
pelo, ojos y piel. La salud de la pequeña era
excelente. ¡Qué bendición!
3. De inmediato Patricia, pudo notar que Alejandra, tenía un
parecido tremendo con su muñeca de la infancia, con la
que vivió enormes aventuras. Cachetona y rosada, era
como cuando Pinocho tomo vida y su papá Gieppetto
quedó maravillado. Pero era mil veces más feliz y
asombroso.
Ya en el cuarto, el momento más
esperado llego, la niña fue puesta en
los brazos de su mamá Patricia y esta le
dijo en voz muy baja:
-¡Alejandra, te llamarás! - sonriendo la
abrazó – Bienvenida a tú nuevo mundo.
4. Así pasaron los meses y Alejandra crecía. Una
noche todos dormían en la casa grande de los
abuelos, nada se escuchaba, ni siquiera los gatos
traviesos en el techo. De pronto la mamá de
Alejandra, despertó como de costumbre para ojear
a la pequeña y fue cuando noto que soltó una
tremenda carcajada.
-¡Dios mio! – exclamó Patricia asustada.
Patricia, se puso a pensar que Alejandra, solo había
sacado sonrisas hasta ese día, ¿pero una carcajada?
Estaba como muy pequeña para algo tan grande.
Era como causado por algo o alguien.
5. A la mañana siguiente la familia de Alejandra, reía de
saber lo ocurrido durante la noche. La mamá estuvo
más tranquila hasta que la abuela relató esos cuentos
que daban pie a la imaginación y comenzó contando:
-Cuando era niña se decía que si un niño ríe muchas
veces solo es porque está siendo atraído por un
duende, que al verlo tan hermoso, lo desea para él y se
lo lleva. – Al terminar todos estaban asustados y
concluyó –Bueno solo son cuentos de campo, de donde
era mi mamá (bisabuela de Alejandra), sitios sin luz y
cercanos a ríos o quebradas.
6. De pronto exclamó el abuelo quien era el más
vivido en la casa y con mayor experiencia:
-Cuando era niño mi abuela decía que los niños,
por ser seres tan puros e inocentes, pueden ver
a los ángeles o a su ángel de la guarda – Así la
familia se imaginaba cosas tan tiernas, que los
hizo suspirar a coro. – Yo creo que eso es lo que
ve la niña, tal vez un ángel que juega con ella.
7. Por momentos una muñeca de vestido azul,
cabello de estambre rosado y cachetes
rellenos con pecas, era paseada en su coche
con su amigo la Pulguita Dorotea, pero de
pronto cuando era necesaria una aventura,
la muñeca era transformada en la Repollito
Motorizada y la Súper Pulguita,
competidores de carreras.
Los días pasaban y Alejandra, no volvió
a reír como esa noche tan comentada.
La mamá entonces se puso a recordar
que cuando era niña, su muñeca
favorita de nombre Repollito y su
inseparable amigo la Pulguita Dorotea
eran los líderes de los juegos.