El documento describe las condiciones que permitieron el surgimiento del fascismo y el nazismo en Europa tras la Primera Guerra Mundial. Estas incluyen regímenes democráticos debilitados, una grave crisis económica y paro masivo, huelgas y desorden social, y la presencia de numerosos grupos de excombatientes nostálgicos de la guerra. También menciona algunos de los principales grupos y líderes fascistas en Italia, Alemania, Francia, Bélgica y Portugal en ese período.