El documento discute los peligros que enfrentan los turistas en Honduras debido a los asaltos y violaciones. Recomienda que los operadores turísticos y el gobierno involucren más a los residentes locales para que sientan los beneficios del turismo y ayuden a proteger a los visitantes, ya que los crímenes contra turistas ocurren con frecuencia no solo de noche sino también de día en zonas públicas.