El poema describe la lucha interna del hablante contra la muerte que regresa repetidamente. Aunque al principio el miedo y la rabia lo invadían, ahora el hablante se ha vuelto sereno, pacífico y amable, aceptando que la muerte es inevitable para todos y que ya no tiene nada que temer o defender. Sin embargo, al final se cuestiona si la muerte volverá a enfrentarlo como si nada hubiera cambiado.