4. mmuí^ m mmm. • - . .
En una provincia de las mas pintorescas de nues-
tra Península, cuyos amenos valles y festoneadas
montañas hacen recordar á cada paso al viajero los
bellísimos paisajes de la siempre y nunca por demás
ponderada Suiza, al mismo tiempo que son fieles y
perennes testigos de nuestras pasadas glorias, y ante
quienes se humillaron las vencedoras huestes de la
media luna; en el principa.do de Asturias, en una pa-
labra, ha querido ísi Providencia hacer ostentación y
ffala de su inmeaiso poderío, logando al hombre una
mente de las mas prodigiosas que pudiera apetecer,
para alivio y curación de muchas de las mas graves
dolencias que afligen á su débil y perecedera organi-
zación.
Esta fuente, concjcida con el nombre de Caldas de
Oviedo, tiene hoy á su lado un suntuoso y cómodo
establecimiento de baños cada día mas concurrido y
eti'cbíiÉe los enfermos encuentran toda clase de co-
ínodidaáes, merced á las reformas que con la mejor
voluntad é inteligeHBiiá lui emprendido y realizado su
actual propietario^ Sr. D. José González Alegre. Di-
cho establecimiento está sittwdo á cinco cuartos de le-
gua al S. O. de Oviedo, á los4S.* 21» de longitud O.
del meridiano de Madrid y & <S00|^4ft futura préxi-
5. mámente sobre el nivel del mar. Levántase el magní-
fico edificio principal en medio de una estrecha y poco
dilatada cañada, por donde corre el pequeño rio Gafo,
formada por dos colinas inmediatas cuyas suaves ver-
tientes las decoran con admirable belleza los disemi-
nados bosqueciU(» -jh grupos ^é casas de Priorio y
Cassielles, tan modestas como dignas por su capri-
chosa disposición, del pincel de los artistas mas dis-
tinguidos. En el hondode dicha cañada, enlas márge-
nes del rio y en las inmediaciones de la casa de baños
y hospederías inmediatas, lucen su denso follage y
atrevidas copas, muchos álamos, acacias, castaños y
espinelas, que negando el paso á todas horas á los
rayos solares proporciona á los enfermos dulce, grata
y, constante temperatura,,permitiéndoles y convidan,^
doles á gozar de las puras y espaüsivas mstraeciones
que el aire del campo nos wece, como bálsamo pie-f
cioso que ayuda poderosamente á cicatrizar ,las, prp^
fundas llagas que en nuestras masdelicadas afeccione^
abre, con nartá frecuencia, tpdpi el artificio con qué
se vive en las grandes pobladores. ^
El clima es benigno en estremb: Ü (üsposicioi* y¡
gigantesca forma de las cordilleras, la soberbia/ver
getacion que alimentlm, cuya lozani^^ taatb admira
en sus. dscsu*padas laderas como en,su¿ aguda» cimas
y hondos vatle^, quiebran el impul^ de los visQ.io^,
quedando estos reducidos de ordinario á gratas tirtsas
que purifícafudo la,,¡atmósfera los hacen sumamente
benenciosos, coadyuvando, ó masbieia d^cho, secuu*
daiido la abdon medicamentosa 4e^^'^iifiFÍ^^
t^i^peratura m<?dia de 18." R. y la pof» elevación del
esUiilecimÍMvto,,«)bre el nivjeljdelr^iaf, son uiia tó^
raútía de felkéi^to paralas^Qptefrmbs quepadecenhe-r
moptisis ó tieiien dispb^^n áp^ecerla, é i^almenté
para todbs aq^^o» a quienes Ía,escasapresión atmps-'
fórica y escesiva oxigenación del aire, son un motivo
pcHrenne de rie^by ui» causa jpontin.ua de empepra^
mi^ú: lo ciül se condbe fácilmente si se tiene en
6. c:^0nta la notable aceleracioii que estas últimas con^
d^ones atmosféricas prq^uo^n en 1¿ respiración^ y él
escesivo estímulo que determinan en la mucosabron-
co-pulmonaÍ> ,i
LosalimdlMiO^,^Q.%l»undaEntes, variados, de fáoL
digestioin, ^ dejar déser nutritivo^,aunquehay qué
t^imi^rlpsen mE^pr cantidadque en£)^rasproYÍn(úas de
£!$pañ£^, y sus Idclies tan escélentes como celebradas:
las aguas potables de que se bace uso son las de,
Fuencaliente, próxima al establecimiento, las cuales
tanto por su temperatura como por su composición
qnímica^igeramente carbónicas—reúnen las, mejo-
reacondiciones p^a ayudar á la digestión y bacer mas
perfectas las funciones asimilatrices. Ventajas incon-
teptacbfles que la localidad, ¿^e Gaüdas ¿e Oviedo reúne
por su^ buenas ccmdicíones climatológicas, j que los
m^idicos deben tenpmjuy presentes al,propinar la da-
se de aguas náneral^qúe I^yfO^ 4e uas^ loseiifer-
nxQS cuya salud tengan á,sú cuidado; poirque e& ian
importante el estudio y conocimiento de las modifi-
ÍNÚ^^es orgíüúcas.quedetermiiúm,l(;^ agentes este-
rw^s. < y? BWilata^to ,¿^ j ^ cono-
(ámiento exacto de |as .^ixQu^^ncliá, c|^
pipcipalmente en sus r^aqiÓMS..i994 1*-^í^^*^^
n^icai que puede considerarsepunto menps qúp im-
posabie adquirir una idea clíufary verdadera de las in-
dicacionesae un;ag»a mineral, ignorando ó presCin-
dlend^ de la ináuencw qne la localidad pueda^ ienejr
en el curso y evoluciones propias de las dolencias que
afligen á los enfermos que, en busca de salud, van á
Kw'^ltóilédmientos de oaños y agv»s minerales.
v> , tí J
La fuente termal que abáátéce él establecuniig^
nacecon raudatoopíosaáitá ifondó deunaéww^siakítkB-
va natural formada dé piedra calliá: ilt agíui es muy
7. 6
limpia y trasparente; no tiene color ni olor percepti-
bles, de sabor L'geramente agrio y etJmo; la tempe-
ratura constsoite es de 35.* del termómetro de B. én
el manantial y 34.* en los baños. Su densidad á la
temperatura con que brota 0,999 y después de en-
friada 1,0015; desprendeburbujas de ^ « que se rom-
jben en la superficie del agua, j depositan en elfon^
del mainantisu gran cantidad de loao suave arcilloso,
entre el cual hay interpuesto ácido carbónico é indi-
cios de cal, materia orgánica y hierro: deja incrusta-
ciones por los conductos que recorre, no cuece bien
las-legumbres y corta la disolución del jabón: agito-
da en una botella á medio llenar tapándola con la
mano sale, al retirar esta, con cierto Ímpetu, lo ettal
es debido á los gases que contiene.
La composición del agua mineral de Caldas de
Oviedo es sumamente notable pe» cuanto contiene,
entre varias sustancias fijas, el gas ázoe puro, libre
Í
r en disolución, circunstancia que las hace muy aná-
Ogas á la tanjustamente celebrada de la/uenfe del
Mgado en Fanticosa, analogía que se prueba,dé .úü
modo mas conduyente estudiando combativamente
los efectos terapéuticos de una y otraí cuando se usan
«tt bebida y se aspiran sus gaáes. -^
Del análisis que de dicha agua praekioó, repetMás
veces y con la mayor escrupulosidad, el Sr. D. José
Salgado, director facultativo que fué del establed-*
miento durante diez afirá. «ésultaí4iirá t!ottj^obit<to
que cada litro deagua mineral de las €aldasoonti^^:
CmtlmeirM ciMcM i I.* y
OA8B8. iHtmmtm.
Azee en estado libre. Cantidad no apre-
, ciada.
Ázoe disubltoy en susp^sm.. 16,2
Oxígeno ..¿........ - %1
Adaocarbóníe(H0,II9degrama. 6 M
8. I
7
SUSTANCIAS FÜAS.
Sulfato sódico....i 0,030 gramas.
— caldco........... 0,005
aoruro sódico. 0,009 '
— calcico. 0,009
Carbósato calcico 0,063
— magnesio....... 0,038
r- estróncico. 0,020
Fóaíato calcico..., 0,035
— aluminico.....,,..... 0,007
Oxido férrico 0.006
A(ádo silícico. 0,009
Materia org^ca........^ 0,015
TOTAL 0,248
La acción terapéutícá de esta agua es muy com-
pleja j por lo tanto alcanza á un gran número de
enfermedades.
Su levada temperatura ^ la disposición.particu-
lar que tiene ÍA estiJa, permiten empleadas con pro-
vecho en aquellosHcasos en que es^^neBario modincar
el organismo enérgicamente, con el fin de fromovéc
la acdoa de los órganos secretores como inedio de
eliminación y productor, en^cierto modo, de movi-
mientos críticos capaces, de conseguir la curación de
muchasenfermeiladesbcmdamt^te arraigadas en nuesr
tros órganos; ó bien obrando sobre las luorzas, darl^
U oonveniente dirección, oraesdt¿ndolas,oraamorti-
gttiül^^ é:r^püarizándolas, de modo que siempre se
enicianín^ al ^jeto para que fueron creadas. Sipres-
dndiendo Üe su t^nperaiura se atiende á los efectos
que han de prodndr en el organi»no las sustancias
i&inerales que disaelven y ^n»i en suspepsion, se.
observa una a^ex^n jg^i(^gu»r de los prinapios S j ^
y otra espedal, hhiw iJI§i^a¿^l^i¡$^i^^^M^
gaseosos.
9. 8
En virtud de su notable alcalinidad aprovcclian
para determinar la resolución de los infartos y fleg-
masias crónicas, ora residan en las articulaciones, ora
en las visceras, en cuyo caso modifican íntimamente
las funciones de los órganos secretores con la altera-
ción subsiguiente en los líquidos segregados. La can-
tidad de ácido carbónico que contienen facilita la ab-
sorción de estas aguas haciéndolas muy tolerables á
la mucosa gástrica, y en su virtud convienen en las
alteraciones de la digestión, ya procedan de unafleg-
masia crónica del estómago, ya de un trastorno fun-
cional de esta viscera, ó bien de lesiones análogas en
el hígado é intestinos.
El ázoe por su parte deprime la escitabilidad ge-
neral y muy particularmente la de los pulmones y
mucosa laringo-traqueo-bronquial, corrigiendo las
sub-inflamaciones de dicha membrana, efecto percep-
tible también en las mucosas gastro-intestinal y gé-
nito-urinaria; de manera que las aguas de Caldas de
Oviedo, con solo variar el modo de administrarlas,
pueden ocasionar tres efectos notables y diferentes,
escitando, alterando, y moderando la actividad de
nuestros órganos.
De estas diversas propiedades, ya reunidas, ya se-
paradas, puede, quien prudentemente las dirija, con-
seguir resultados admirables, máxime cuando por su
modo particular de obrar, esceptuando los casos en que
se usa el baño muy caliente ó el de vapor, lo hacen
con estrema suavidad y de ordinario sin efectos inme-
diatos apreciables , fuera de cierta tensión y pesadez
de estómago que ocasionan cuando se beben en gran
cantidad. Como efectos consecutivos se nota astricción
mas bien que diarrea, aumento de la secreción urina-
ria y frecuentemente se activan las funciones exha-
lantes del sistema dermoide. Después de algún tiempo
se sienten los enfermos con alguna pesadez y flojedad
que lejos de ser molesta tiene, en muchos casos, algo
de agradable, laxitud que es preludio de la gran calma
10. 9
que ba de sobrevenir en sus dolencias, con especialidad
en las referentes á los órganos del aparato respirato-
rio, pues con ella se ve ceder ó disminuir lá tos, ha-
cerse la espectoracion mas fácil, la respiración mas
amplia, el sueño tranquilo y las digestiones perfectas:
en su consecuencia, la nutrición se activa, las fuerzas
se reparan y en algunas ocasiones tienen los enfer-
mos cambios tan inesperados como favorables prontos
y áuraderos. No siempre acaecen los sucesos, aunque
no hayan de ser adversos, con una rapidez tan lison-
jera : la antigüedad de las enfermedades, las altera-
ciones que en el modo de funcionar de los órganos,
cuando menos, han causado los hábitos morbosos con-
traidos, las diferencias de edad, sexo, temperamento
etc.; en una palabra, la individualidad respectiva fi-
siológica y patológicamente considerada, las circuns-
tancias y accidentes climatéricos, método con que
se usa el remedio, la mayor ó menor observancia del
régimen, son otras tantas causas que retrasan algunas
veces y esterilizan otras, la influencia beneficiosa del
agua mineral de que se trata.
En ella tiene la humanidad un recurso consola-
dor para gran número de las mas rebeldes enfermeda-
des que la afligen, y el médico en su mano una de
las mas principales palancas del arte de gobernar las
enfermedades. Efectivamente, si como lo prueban los
exasperados dolores, tensión vascular y tumefacción
de las articulaciones del reumático, á quien las Cal-
das de Oviedo, ofrecen el mas eficaz remedio y com-
probado por admirables curaciones cuando se le so-
mete ala acción del baño caliente ó de vapor, escitan,
y como elocuentemente lo publican la desaparición de
los infartos viscerales, la disolución de los cálculos,
la transformación de los huesos en la raquitis, y la
desaparición de losinfartos ganglionaresen las escrófu-
las, alteran; si la dulce calma que en sus padecimien-
tos siente la agitada histérica y angustiado asmático,
con la facilidad y lentitud que en la respiración de una
2
11. 10
manera indudable adquieren el catarroso y el tísico,
en cierto período de su enfermedad, revelan bien alas
claras que moderan y regularizan la exaltación de la
inervación en general y muy particularmente la del
aparato respiratorio ; cuan numerosas serán las aplica-
ciones terapéuticas de las mismas!
Prolijo é inoportuno seria citar aquí gran núme-
ro de historias de enfermos que se tan curado ó ali-
viado á beneficio de la acción medicinal de las aguas
de Caldas, y por lo mismo será lo bastante para dar
una noticia de su importancia terapéutica anotar el
índice de las enfermedades que con mas frecuencia se
observan en el establecimiento y en las que constan-
temente se obtienen los resultados mas Mices.
NOTICIA de las enfermedades que con mas fre-
cuencia se ven en el establecimiento de baños
7 aguas minerales de Caldas de Oviedo.
'Laringuitis crónica.
Bronquitis crónica.
Neumonia crónica.
,lsis pulmonar.
* Asma.
^Hemptisis.
T u s REgPIRATOBIAS..
Í
Palpitaciones nerviosas del corazón.
Hipertrofia del corazón en sugetos
reumáticos.
(Faringitis crónica simple y granu-
losa.
Gastritis crónica.
Oastro enteritis crónica.
' Hepatitis crónica.
^Gastralgia.
Y u s DIGISTIVA5..
13. 12
El anterior catálogo de enfermedades prueba la
fama y mérito que al agua de Caldas conceden los
médicos que lian estudiado clínicamente sus virtudes
medicinales; pero en el mayor número de ellas nada de
especial ni estraordinario encontrará el observador
juiciosoy desapasionado. Otras muchas fuentes pueden
competir dignamente con ella, presentando en la de-
manda el número y gravedad de las enfermedades cu-
radas en virtud de su saludable influjo desde los
tiempos mas remotos. Pero si se atiende á la notable
cuanto benéfica y real acción terapéutica que poseen
contra las enfermedades crónicas de las vias respira-
torias, se comprenderá fácilmente cuan pocas son,
hasta hoy, las que pueden rivalizar con la fuente ter-
mal de Caldas de Oviedo; y cuánto empeño debe mos-
trarse, para dar á conocer sus inapreciables cualida-
des, estudiando con el mayor esmero, y dejando á un
lado el menor vestigio de prevención favorable ó ad-
versa , todo lo concerniente á la modificación que in-
ducen en las graves enfermedades crónicas del pecho.
Efectivamente, el aparato respiratorio, cuyo ór-
gano principal puede considerarse como el laboratorio
constante y momentáneo de la vida, y del que la in-
terrupción funcional no puede durar muchos instan-
tes sin que se estinga la llama vital, desempeña, co-
mo es sabido, un papel tan importante en las funcio-
nes de la vida orgánica y de relación, que sus pade-
cimientos, tan graves por regla general que el peligro
iguala sino escede á la escelencia fisiológica del órga-
no enfermo, traen consigo un gran trastorno en la
economía, poniendo casi siempre en riesgo inminen-
te la existencia dentro de un plazo perentorio, cuan-
do afectan la forma aguda. Otras veces por su índo-
le especial invaden lenta é insidiosamente los órga-
nos, los atacan y. minan en su testura intima, ocasio-
nando lesiones profundas, rebeldes, ó mejor dicho,
refractarias á los medios dietéticos y farmacológicos
que posee la ciencia, las cuales aniquilan y destru-
14. 13
yen lo mas florido y simpático de la juventud en las
grandes poblaciones. Mucho empeño han puesto en
todos tiempos, los hombres demás valer en la ciencia
de curar por su sabiduría y acertada práctica, en bus-
car un medio ó medios capaces de oponer un dique
al torrente impetuoso y destructor de tan fatales como
frecuente^ y terribles padecimientos; pero , preciso es
confesarlo con dolor, todos sus laudables esfuerzos han
sido estériles hasta hoy, de tal suerte, que sin temor
de exagerar puede decirse que estamos, por lo que
hace á la cuestión terapéutica, casi á la misma altura
en que se encontraban'nuestros antepasados, aun en los
tiempos primitivos de la ciencia. Es verdad que se han
perfeccionado estraordinariamente los métodos esplo-
ratorios é inventádose muchos y muy correctos me-
dios de esploracion; pero tampoco es menos cierto que
estos pasos por la via del progreso, solo han servido
para desvanecer las esperanzas que se hubieran con-
cebido délos efectos de algunas medicaciones, demos-
trando el error de los juicios al clasificar la natura-
leza del padecimiento en que, con buen éxito, se em-
pleaban.
De suerte que nada tiene de particular ni anómalo
el hecho de verse cada dia mas frecuentados los esta-
blecimientos balnearios, cuyas aguas poseen virtu-
des medicinales bien comprobadas para las enferme-
dades crónicas del aparato respiratorio, y muy parti-
cularmente si los males son de aquellos que la espe-
riencia ha demostrado, hasta que punto son impotentes
los medios farmacológicos y dietéticos que la ciencia
conoce para mandar haceralto á su marcha destructora.
Por tal motivo el de Caldas de Oviedo, está llamado
áser uno de los mas concurridos de nuestra península.
15. m.
El establecimiento que por su inmejorable situa-
ción y las comodidades que ofrece puede sin duda fi-
furar al lado de los mejores de España, es vasto y
e hermoso aspecto. Tiene la figura de un semióvalo
con prolongaciones á sus estremos, tres pisos, con bal-
cones y ventanassimétricamente colocadas, y tres en-
tradas. La principales cómoda y espaciosa, y un por-
tal desahogado con asientos de piedra sirve á la vez
que de descanso de paso á un estenso y alegre patio,
desde el cual se descubre parte de la fechada interior
del establecimiento.
La planta baja del edificio comprende el manan-
tial cubierto por una caseta de cantería, en cuyo cen-
tro está la fuente cerrada por una sencilla verja de
hierro, y á sus lados las estufas con sus correspon-
dientes descansos: la anchurosa arqueta, donde con
el auxilio de una bomba se depositan y enfrian las
aguas que surten los baños: las pilas, en número de
once, que siendo todas de mármol,-dos de lujo,-y es-
tando colocadas en cuartos independientes, claros,
ventilados y provistos de todo lo necesario, no dejan
nada que desear: el gabinete destinado para los ba-
ños de chorro, los que merced á varios aparatos pue-
den ser administrados á la altura y con la fuerza que
el Director facultativo prescriba: el baño general con-
venientemente dispuesto para que las personas menos
acomodadas puedan gozar del beneficio de las aguas:
varios aposentos, cocinas, despensasy dos comedores,
cómodos y espaciosos, especialmente el que mira al
Este, arreglado el año último, en el quepueden servirse
holgadamente mas do cuarenta personas. A inmedia-
ción del edificio y con toda independencia está la hos-
16. 15
pedería y baños de los pobres de solemnidad, quienes
á mas de casa y cama reciben algunos socorros, pues
pocos bañistas dejan de depositar alguna limosna en
el cepillo ó arquilla que para atender á sus necesida-
des se coloca al lado de la fuente.
Los inconvenientes que para algunos estados mor-
vosos ofrecia la respiración de los gases en una atinós-
fera de 28.° R., reinante en las antiguas estufas, si-
quiera estas bayan sido posteriormente mejoradas,
han sido subsanados, lo que no podrá menos de me-
recer el beneplácito de los distinguidos facultativos
que recomendaron la obra, bechaeste año, y del pú-
blico que babrá de apreciar sus ventajas. Consiste
esta en una espaciosa y elegante cámara de inhala-
ción, levantada sobre el departamento que compren-
de el manantial y las estufas, la que tanto por su
buena colocación como por su figura, sencilla á la
par que bonita, reúne las mejores condiciones, y en.
ella podrá aspirarse el ázoe alrededor de veladores de
mármol, con todo género de comodidades y sin el me-
nor detrimento en las fuerzas del organismo.
Tres cómodas escaleras conducen al piso princi-
pal en el cual se encuentran veintinueve habitacio-
nes, de varias clases, todas espaciosas y con camas
de hierro con pabellón, buenas ropas, mesas, espe-
jos, etc. etc.; el oratorio; un gabinete de lectura y
recreo; el despacho del director y la administración.
El año pasado se empezó á levantar el piso segundo,
el que terminado en el presente, tiene cómodos apo-
sentos,—en número de veinticuatro,—algunos con dos
alcobas y gabinete, con los ajuares correspondientes,
y un magnífico salón, elegantemente decorado, y en
el que hay varias mesas de juego y un precioso pia-
no. El tercer piso tiene algunos aposentos apropósito
para los sirvientes de los bañistas y dependientes del
establecimiento. Ademas el año pasado se construyó
al lado del edificio principal una casa modesta, donde
se encuentran cuartos independientes y económicos y
17. 16
una cocina con su correspondiente batería para uso de
los particulares que quieran comer por su cuenta.
En el establecimiento se gozan toda clase de co-
modidades. Hay baños de preferencia y de primera y
segunda clase: aquellos se dan en preciosas pilas de
mármol blanco colocadas en lujosos gabinetes; estos
en pilas y habitaciones mas modestas, pero decentes y
cómodas. El ázoe puede aspirarse con las mas venta-
josas condiciones, asi en las antiguas estufas como en
la nueva cámara de inhalación; y el agua en bebida
es administrada por un joven con la mayor precisión
y limpieza.
El servicio no puede ser mas esmerado. Cuatro ba-
ñeros y un auxiliar cuidan del arreglo y limpieza de
los baños, un mozo de las estufas y cámaras de in-
halación, y cinco camareras del aseo de las habitacio-
nes. La fonda está á cargo de un hábil cocinero y un
inteligente repostero con varios auxiliares. En la
misma se sirven comidas ordinarias y estraordiñarías,
de l.'y 2.' clase, en mesa redonda, separadamente ó
en los cuartos de los bañistas, presentándose en todas
los mejores artículos de las plazas de Oviedo, á cuyo
efecto hay varios encargados.
IV.
Las aguas minerales son uno de los recursos deque
mas partido puede sacar la terapéutica, porque á parte
délos efectos que producen por su composición química,
reúnen las ventajas que se consiguen de las circunstan-
cias que concurren cuando se toman en el sitio donde
nacen: el viaje, la esperanza de recobrar la salud, la
mudanza de régimen, las impresiones que se reciben
á la vista de un país estraño, las nuevas afecciones
que se adquieren, las sencillas y placenteras distrac-
ciones que se disfrutan, todo cambia, modifica y alte-
18. 17
ra Ks exigencias tiránicas de nuestra sociedad y las
enfefInedades á que estáü espuestos los que habitan
en las ciudades populosas.
Los baños de Caldas de Oviedo, ofrecen en sumo
grado todos estos elementos de curación: allí la na-
turaleza, ostentando á cada paso su prodigiosa mag-
nificencia es un motivo de estudio y admiración para
él sabio, fuente inagotable de inspiraciones para
el literato y el artista, y entretenimiento perenne y
saludable para el mayor número de los enfermos. Por
la bondad del clima, pueden bacerse á cualquier bora
escursiones campestres por entre los bosques de cas-
taños, de varios frutales y de robles, que brindan con
ivL sombra á gozar las sencillas y dulces impresiones
de los bellos panoramas que por todas partes ofrece la
-comarca. El delicieso paseo que hay al lado del esta-
•"blecimiento, á quien dan sombra aromáticas acacias y
espinelas, sirve de centro constante á las mas anima-
das reuniones; y el caudaloso Nalon con su límpida
corriente, aguas cristalinas y frondosa ribera, con-
tribuye al solaz de los bañistas, que en grupos varios
Ír de diversas clases sociales frecuentan sus orillas con
a mayor cordialidad y confianza.
Otro motivo de diarias caravanas es la visita á la
fabrica nacional de armas de Trubia, una de las joyas
de mas precio de la industria nacional, gloria del pais,
cuyas producciones compiten ventajosamente, algunas
veces, con las de las mejores y mas acreditadas del
estrangero.
En los dias festivos se reúne alrededor del esta-
blecimiento la juventud del concejo, y al son de tam-
boril y gaita, cantan y bailan, á estilo del pais, con-
tribuyendo á entretener la imaginación de los bañis-
tas, máxime de aquellos que, siendo de fuera de la
provincia, reciben por primera vez las impresiones de
aquella música y danza, que si bien monótonas, no
dejan de verse con gusto por su novedad y deleite con
que á ellas se entregan los naturales del pais.
19. 18
Por las noches y en los dias lluviosos se reúnen
los bañistas en el salón que en el establecimiento hay
dedicado al objeto, y allí unos juegan, otros lucen
sus dotes artísticas, cantando ó ejecutando algunas
piezas en el piano, los mas conversan, y promueven
diversiones sencillas y honestas, en las que toman
parte personas de diferentes edades, sexos y posiciones
sociales, confundiéndose y alternando todos en lamas
fraternal armonía y en donde cada 'uno brilla por su
educación y saber.
Aunque el establecimiento está abierto desde 1 .*
de Junio hasta fin de Setiembre, la época mejor para
tomar las aguas, principalmente los enfermos del
pecho, es desde 1.' de Julio al 15 de Setiembre, y
como ocurre que muchas veces las mañanas y las no-
ches están frescas, y por otro lado la acción de las
aguas escita las funciones de la piel, es necesario que
los bañistas no olviden en sus equipajes la ropa de
invierno, porque esta omisión pudiera traerles fatales
resultados.
Aprovechando los trozos de la línea del ferro-
carril del Norte, que están en esplotacion hasta Va-
lladolid, se puede ir desde Madrid á Oviedo en treinta
horas y desde esta población á Caldas en una hora,
por medio de cómodos carruajes que ordinariamente
hacen dos viajes por dia. Pero muy en breve que-
dará terminado y esplotable el paso del Guadar-
rama, é igualmente el trozo de Palencia y León,
en cuyo caso el viaje se hará con suma celeridad, co-
modidad y economía. En Oviedo hay buenas fondas
donde hospedarse los enfermos que prefieren descan-
sar algún dia antes de dirigirse á los baños, ó bien
aquellos que, deseando residir en el establecimiento,
no pueden hacerlo inmediatamente por no haber cuar-
to desocupado.
Concluiremos con un aviso y un consejo; las aguas
de Caldas de Oviedo son un remedio heroico, y por
lo mismo ni puede abusarse de él, ni debe usarse sin
20. 19
el método y precauciones debidas: forma una parte
muy esencial de uno y otros el tiempo que el enfer-
mo ha de estar sometido á la acción del remedio, pu-
diendo ser tan nociva la falta como el esceso: por lo
mismo los que no lleguen al establecimiento con fir-
me resolución de someterse á los consejos del Director
facultativo, baránse un gran bien y favorecerán el
crédito de las aguas, no abandonando sus hogares,
esponiéndose alas molestias, riesgos y dispendios que
ocasiona un viaje, y la falta de los cuidados de la fa-
milia, tan preciosos cuando la salud se pierde, y que
no todos pueden llevar consigo al dirigirse á los es-
tablecimientos de baños.