2. Amanece una mañana de Mayo, la tranquilidad reinaba en el pueblo. Hoy es el día en el que el sueño de mi hermana pequeña se hace realidad, ir a un partido de fútbol en la que la selección española se juega la copa del mundo. Todo está preparado: la entrada, pinturas, ropa y la ilusión de ver un sueño cumplido. Amanece una mañana del mes de Mayo, la tranquilidad reina en el pueblo. Hoy es el día en el sueño de mi hermana pequeña se hace realidad, ir a un partido de fútbol en la que la Selección española se juega la copa del mundo. Todo está preparado: la entrada, pinturas, ropa y la ilusión de ver un sueño cum
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4. Nueve de la mañana. Despierto a mi hermana, Nieves. La cual tras pedirme reiteradamente que la deje dormir un poco más se levanta de un salto de la cama al escuchar que tengo una sorpresa preparada para ella. Le digo que se ponga guapa que nos vamos de viaje. Nos espera un largo camino hasta llegar a nuestro destino. En diez minutos sale de la habitación con su mejor vestido y zapatos de tacón.
5. La carretera discurría entre dos montañas. Había muchas curvas, baches y la anchura de la misma no permitía el paso simultaneo de dos vehículos. Tuvimos suerte de no cruzarnos con ninguno. Nieves estaba cada vez más impaciente por no saber cuál era su sorpresa y a donde nos dirigíamos. La carretera discurría entre dos montañas. Había muchas curvas, baches y la anchura de la misma no permitía el paso simultaneo de dos vehículos. Tuvimos suerte de no cruzarnos con ninguno. Nieves estaba cada vez más impaciente por no saber cuál era su sorpresa y a donde nos dirigíamos.
6. Al ver la imagen de las blancas montañas de Sierra Nevada ella descubre a donde estamos llegando, a Granada, pero sigue sin entender para que vamos. Cada vez se pone más nerviosa y me suplica que le diga lo que le espera. Subo el volumen de la música y sigo conduciendo como si nada.
7. Al adentrarme en las calles de Granada me doy cuenta lo tranquilo que se vive en el pueblo, todas las calles están en obras y conducir se convierte en una misión imposible.
8. Al girar en una calle a la izquierda nos encontramos con el tráfico parado y una grúa montando la decoración de una glorieta. Empecé a pensar que llegábamos tarde.
9. Fuimos a recoger a mi amigo Alberto. Cuando subió al coche le entregó a Nieves el regalo. Ella con cara de ilusión abrió la caja y vio lo que había en ella: Una camiseta de la selección, bandera de España y una entrada para la final de la copa del mundo. Sorprendida y con lágrimas en los ojos por la emoción se puso la camiseta y se pintó la cara.
10. Nada más llegar al estadio nos encontramos con el mundialmente conocido Manolo "el del bombo".
11. Durante el partido hubo muchos momentos de tensión, pues no estaba claro si nuestro equipo iba a ganar. Nieves estaba muy feliz y no paraba de decirme lo buen hermano que soy. Sin duda estaba siendo uno de los mejores días para ella y yo feliz por pasarlo los dos juntos.
12. Al final del partido la selección española se proclamó campeona del mundo y la sorpresa había salido redonda. El día estaba acabando como esperaba. Del estadio nos fuimos a la fuente de las batallas para celebrar el triunfo con el resto de la ficción. Al final del partido la selección española se proclamó campeona del mundo y la sorpresa había salido redonda. El día estaba acabando como esperaba. Del estadio nos fuimos a la fuente de las batallas para celebrar el triunfo con el resto de la ficción.
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14. De camino a la celebración escuchamos unos débiles ladridos que provenían de una caja de cartón al lado de un contenedor. Cuando nos acercamos vimos que era un cachorro y Nieves gritó "oh es como el de Scottex, ¿nos lo podemos quedar?" Ya teníamos muchos animales en casa, pero al ver la cara del pobre cachorro decidí que formara parte de nuestra familia.
15. Después de un día lleno de emociones y sorpresas cogimos el coche para volver a casa. Atrás dejábamos la ciudad de la Alhambra pero sin olvidar todo lo que ésta nos había hecho sentir durante todo el día. Nieves cayó rendida en el asiento trasero del coche con el cachorro en brazos y lo último que dijo antes de dormirse fue que lo llamaría Scotty.