IMPORTA MUCHO CONOCER EL TESORO QUE POSEE LA IGLESIA CATOLICA : LAS INDULGENCIAS.
UN VERDADERO REGALO ESPIRITUAL QUE NO SE COMPARA CON LAS RIQUEZAS DE ESTE MUNDO. EL CONOCIMIENTO ESTIMULA EL AMOR, EL AMOR LA GRATITUD Y LA GRATITUD LA FIDELIDAD. DISFRUTA ESTE TEXTO Y CONOCE UN POCO MÁS LA GRANDEZA DEL AMOR DE DIOS HECHO HOMBRE Y QUE HA ENTREGADO SU CORAZÓN TODO ENTERO
2. 1. Indulgencias
Son una gracia o favor especial que la
iglesia concede a los fieles, con lo cual
se les perdona la pena temporal que
debían pagar por sus pecados.
Porque Jesucristo le dijo a su iglesia:
“Todo lo que desatéis en la tierra,
quedará desatado en el cielo” Sn Mt 16,
19
3. Clases de indulgencias
Hay 3 clases de indulgencias, la
PLENARIA que borra toda la pena
temporal que debemos por nuestros
pecados, y la indulgencia PARCIAL que
borra solamente una parte de esta pena
temporal.
El Beato Pablo VI concedió una
indulgencia ESPECIAL a las siguientes
oraciones: El Credo – El Viacrucis – Visita
al Santísimo – El Santo Rosario – El
Acuérdate oh Madre Santa que jamás se
oyó decir… - La novena del Espíritu Santo
– Oración para pedir Vocaciones –
oración Alma de Cristo Santifícame y el
llevar y besar con fervor el Cristo o la
4. "La indulgencia es la remisión ante Dios de
la pena temporal por los pecados, ya
perdonados, en cuanto a la culpa, que un
fiel dispuesto y cumpliendo determinadas
condiciones consigue por mediación de la
Iglesia, la cual, como administradora de la
redención, distribuye y aplica con autoridad
el tesoro de las satisfacciones de Cristo y
de los santos."
"La indulgencia es parcial o plenaria según
libere de la pena temporal debida por los
pecados en parte o totalmente."
"Todo fiel puede lucrar para sí mismo o
aplicar por los difuntos, a manera de
sufragio, las indulgencias tanto parciales
como plenarias".
5. Por qué hay que pagar penas por el
pecado?
Cada pecado tiene una doble
consecuencia: la Culpa que consiste en
privar de la amistad con Dios y la Pena
que es el castigo merecido por esa
falta. Aún el pecado venial tiene
necesidad de purificación ya sea aquí
en la tierra, o después de la muerte en
el Purgatorio.
6. El creyente debe esforzarse por
aceptar con paciencia los sufrimientos
de cada día, lo cual le sirve para
pagar las penas que debe por sus
pecados; como también practicar las
obras de misericordia, hacer oración y
penitencia.
7. Tesoro de la iglesia
Los bienes espirituales de la comunión de los
santos, los llamamos también el TESORO
DE LA IGLESIA, "que no es suma de bienes,
como lo son las riquezas materiales
acumuladas en el transcurso de los siglos,
sino que es el valor infinito e inagotable que
tienen ante Dios las expiaciones y los méritos
de Cristo nuestro Señor, ofrecidos para que
la humanidad quedara libre del pecado y
llegase a la comunión con el Padre. Sólo en
Cristo, Redentor nuestro, se encuentran en
abundancia las satisfacciones y los méritos
de su redención
8. "Pertenecen igualmente a este tesoro el
precio verdaderamente inmenso,
inconmensurable y siempre nuevo que
tienen ante Dios las oraciones y las
buenas obras de la Bienaventurada
Virgen María y de todos los santos que
se santificaron por la gracia de Cristo,
siguiendo sus pasos, y realizaron una
obra agradable al Padre, de manera
que, trabajando en su propia salvación,
cooperaron igualmente a la salvación de
sus hermanos en la unidad del Cuerpo
místico".
9. Puesto que los fieles difuntos en vía
de purificación son también miembros
de la misma comunión de los santos,
podemos ayudarles, entre otras
formas, obteniendo para ellos
indulgencias, de manera que se vean
libres de las penas temporales
debidas por sus pecados.
10. Artículo 13 – Estatutos de la asociación
guardia de Honor
Un decreto de la Penitenciaría Apostólica, fechado el 30
de abril de 1969, concede indulgencia plenaria a los
miembros de la Asociación en las condiciones previstas -
confesión, comunión, oración por las intenciones del
Soberano Pontífice, excluido cualquier apego al pecado-
siempre que hagan o renueven, al menos de forma
privada, el compromiso de observar fielmente los
estatutos de la Asociación:
a) en el día de la inscripción,
b) en el día de la primera consagración al Sagrado
Corazón de Jesús, así como el día en el que cada año
renueven esta consagración,
c) en las festividades del Sagrado Corazón de Jesús, de
Cristo Rey, de Santa Margarita María de Alacoque y de
Santa María Magdalena.
Esta concesión es válida a perpetuidad.
11. Artículo 6. Fiestas del Sagrado
Corazón
1º La fiesta litúrgica del Sagrado Corazón de
Jesús, pedida por Jesús mismo a Santa Margarita
María, es la fiesta principal de la Asociación.
Los asociados la celebran con fervor y gran
solemnidad. Se preparan a esta fiesta, en tanto
que sea posible, mediante una novena o un triduo,
durante el cual recibirán el Sacramento de la
Reconciliación.
2º Las fiestas secundarias son las siguientes:
A) la primera Guardia de Honor
– Nuestra Sra. de los Dolores, 15 de septiembre;
– San Juan, Apóstol y evangelista, 27 de
diciembre;
– Santa María Magdalena, 22 de julio;
12. B) los Patronos de la Asociación:
– Nuestra Sra. del Sagrado Corazón,
último sábado de mayo;
– San José, esposo de la Virgen María,
19 de marzo;
– San Francisco de Asís, 4 de octubre;
– San Francisco de Sales, el 24 de
enero;
– Santa Margarita María de Alacoque,
16 de octubre;
13. C) los asociados estarán igualmente
atentos para celebrar:
– La fiesta de Jesucristo Rey del
Universo,
– La fiesta del Corazón Inmaculado de
María (al día siguiente de la fiesta del
Sagrado Corazón)
– Así como el primer viernes de cada
mes.
14. Promesas del Corazón de
Jesús
1. Les daré a todos mis devotos las gracias necesarias a su
estado.
2. Pondré paz en sus familias.
9. Les consolaré en sus penas.
4. Seré su refugio seguro durante la vida, y, sobre todo, en la
hora de la muerte.
5. Derramaré abundantes bendiciones sobre todas sus
empresas.
6. Bendeciré las casas en que la imagen de mi Corazón sea
expuesta y venerada.
15. 7. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente, el
Océano infinito de la misericordia.
8. Las almas tibias se volverán fervorosas.
9. Las almas fervorosas se elevarán a gran perfección.
10. Daré a los sacerdotes el talento de mover los corazones
más empedernidos.
11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su
nombre escrito en mi Corazón, y jamás será borrado de El.
12. Les prometo en el exceso de mi misericordia, que mi
amor todopoderoso concederá a todos aquellos que
comulgaren por nueve primeros viernes consecutivos, la
gracia de la perseverancia final; no morirán sin mi gracia, ni
sin la recepción de los santos sacramentos. Mi Corazón
será su seguro refugio en aquel momento supremo.
16. Las condiciones para ganar esta gracia
son tres:
1. Recibir la Sagrada Comunión durante
nueve primeros viernes de mes de forma
consecutiva y sin ninguna interrupción.
2. Tener la intención de honrar al Sagrado
Corazón de Jesús y de alcanzar la
perseverancia final.
3. Ofrecer cada Sagrada Comunión como
un acto de expiación por las ofensas
cometidas contra el Santísimo
Sacramento.