El documento habla sobre la fiesta de los fieles difuntos y la creencia católica del purgatorio. Explica que las almas en el purgatorio no han alcanzado la presencia de Dios y aún deben ser purificadas de sus pecados menores a través de sufrimiento. También describe las formas en que los vivos pueden ayudar a las almas del purgatorio a través de la oración, la misa y las limosnas.
2. Los fieles difuntos, son aquellas personas que nos han
precedido en el paso a la eternidad,
y que aún no han llegado a la presencia de Dios en el Cielo.
3. El Catecismo de la Iglesia Católica,
dice acerca del Purgatorio:
4. 1ª. Los que mueren en gracia y amistad de Dios pero no perfectamente
purificados, sufren después de su muerte una purificación,
para obtener la completa hermosura de su alma (1030).
5. 2ª. La Iglesia llama Purgatorio a esa purificación, y ha hablado de ella en el
Concilio de Florencia y en el Concilio de Trento. La Iglesia para hablar de que será
como un fuego purificador, se basa en aquella frase de San Pablo que dice:
"La obra de cada uno quedará al descubierto, el día en que pasen por fuego.
Las obras que cada cual ha hecho se probarán en el fuego". (1Cor. 3, 14).
6. 3ª. La práctica de orar por los
difuntos es sumamente antigua.
El libro
2º. de los Macabeos en la
S. Biblia dice:
"Mandó Juan Macabeo ofrecer
sacrificios por los muertos,
para que quedaran libres de sus
pecados“
(2Mac. 12, 46).
7. 4ª. La Iglesia desde los primeros siglos ha tenido la costumbre
de orar por los difuntos (Cuenta San Agustín que su madre Santa Mónica lo
único que les pidió al morir fue esto:
“Una sola cosa os pido, que os acordéis de mi ante el altar del Señor,
en cualquier lugar donde os hallareis”).
8. 5ª. San Gregorio Magno afirma:
"Si Jesucristo dijo que hay faltas
que no serán perdonadas ni en este
mundo ni en el otro, es señal de que hay
faltas que sí son perdonadas en el otro
mundo. Para que Dios perdone a los
difuntos las faltas veniales que tenían
sin perdonar en el momento de su
muerte,
para eso ofrecemos misas,
oraciones y limosnas por su eterno
descanso".
9. De San Gregorio se narran dos hechos
interesantes.
El primero, que él ofreció 30 misas
por el alma de un difunto,
y después el muerto se le apareció en sueños a
darle las gracias porque por esas misas había
logrado salir del purgatorio.
10. Y el segundo, que un día estando celebrando la Misa,
elevó San Gregorio la Santa Hostia y se quedó con ella en lo alto
por mucho tiempo.
11. Sus ayudantes le preguntaron
después por qué se había
quedado tanto tiempo con la
hostia elevada en sus manos,
y les respondió:
12. "Es que vi que mientras ofrecía la Santa Hostia a Dios,
descansaban las benditas almas del purgatorio".
foto Santo Padre Pío
13. La respuesta de San Agustín:
a este gran Santo le preguntó uno:
"¿Cuánto rezarán por mí cuando yo
me haya muerto?",
y él le respondió:
"Eso depende de cuánto rezas
tú por los difuntos.
Porque el evangelio dice que la
medida que cada uno emplea para
dar a los demás, esa medida se
empleará para darle a él".
14. Cuando una persona muere ya no es capaz de hacer nada para ganar
el cielo; sin embargo, los vivos sí podemos hacer mucho para que el
difunto alcance la salvación.
15. Con el ofrecimiento de la Santa Misa, buenas obras y oración
se puede ayudar a los seres queridos a conseguir el perdón
y la purificación de sus pecados para poder participar de la gloria de Dios.
16. A estas oraciones
se les llama sufragios.
El mejor sufragio es ofrecer
la Santa Misa por los difuntos.
17. La Iglesia recomienda la oración en favor de los difuntos
y también las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia
para ayudarlos a hacer más corto el periodo de purificación y puedan
llegar a ver a Dios.
"No dudemos, pues, en socorrer a los que han partido
y en ofrecer nuestras plegarias por ellos".
18. Nuestra oración por los muertos puede no solamente ayudarles, sino también
hacer eficaz su intercesión a nuestro favor.
Los que ya están en el cielo interceden por los que están en la tierra para que
tengan la gracia de ser fieles a Dios
y alcanzar la vida eterna.
19. Para aumentar las ventajas de esta
fiesta litúrgica,
la Iglesia ha establecido que si
nos confesamos, comulgamos
y rezamos el Credo
por las intenciones del Papa
entre el 1 y el 8 de noviembre,
“podemos ayudarles obteniendo para
ellos indulgencias,
de manera que se vean libres
de las penas temporales debidas por
sus pecados”. (CEC 1479)
20. El 2 de noviembre Visitas
a Iglesias u Oratorio:
Se concede indulgencia plenaria,
aplicable sólo a las almas del purgatorio,
a los fieles cristianos que, el día en que se
celebra la Conmemoración de todos los Fieles
Difuntos,
visiten piadosamente una iglesia u oratorio.
Dicha indulgencia podrá ganarse
o en el día antes indicado o,
con el consentimiento del Ordinario,
el domingo anterior o posterior,
o en la solemnidad de Todos los Santos.
En esta piadosa visita, se debe rezar
un Padrenuestro y Credo.
21. 1 AL 8 DE NOVIEMBRE:
Visitas al cementerio:
Se concede indulgencia plenaria,
aplicable sólo a las almas del purgatorio, a
los fieles cristianos que visiten
piadosamente un cementerio
(aunque sea mentalmente)
y que oren por los difuntos.
Para ganar una indulgencia plenaria,
además de querer evitar cualquier pecado
mortal o venial, hace falta cumplir tres
condiciones:
23. Las tres condiciones pueden cumplirse unos días antes o después de rezar o hacer
la obra que incorpora la indulgencia, pero es conveniente que la comunión
y la oración por las intenciones del Papa se realicen
el mismo día rezando a su intención un Padrenuestro y un Avemaría;
pero se concede a cada fiel la facultad de orar con cualquier fórmula,
según su piedad y devoción.
24. Oración de San Agustín por las almas
del Purgatorio.
Dulcísimo Jesús mío,
que para redimir al mundo quisisteis
nacer, ser circuncidado,
desechado de los judíos, entregado
con el beso de Judas, atado con
cordeles, llevado al suplicio,
como inocente cordero;
25. Presentado ante Anás, Caifás, Pilato y
Herodes;
escupido y acusado con falsos testigos;
abofeteado, cargado de oprobios,
desgarrado con azotes, coronado de espinas,
golpeado con la caña, cubierto el rostro
con una púrpura por burla;
26. Desnudado afrentosamente,
clavado en la cruz y levantado
en ella,
puesto entre ladrones,
como uno de ellos,
dándoos a beber hiel
y vinagres y herido el costado
con la lanza.
27. Librad, Señor, por tantos y tan acerbísimos dolores
como habéis padecido por nosotros,
a las almas del Purgatorio de las penas en que están;
28. Llevadlas a descansar a vuestra santísima Gloria, y salvadnos,
por los méritos de vuestra sagrada Pasión y por vuestra muerte de cruz,
de las penas del infierno para que seamos dignos de entrar en la posesión
de aquel Reino, adonde llevasteis al buen ladrón,
que fue crucificado con Vos,
29. Que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo
por los siglos de los siglos.
Amén.
30. Si deseas recibir mails, relacionados con la Iglesia:
que contienen diapositivas de vida de Santos, Evangelio del Domingo, etc.
Escribe a:
unidosenelamorajesus@gmail.com
con el título: suscripciones. Servicio Gratuito.
Que Dios te llene de bendiciones.
Y que permanezcamos unidos en el amor a Jesús.