Un murciélago enfermo contaminó la comida del rey, haciéndolo enfermar de gravedad. Los doctores que lo atendieron se contagiaron y propagaron el virus por todo el mundo, desatando una pandemia. Años después, doctores de otro reino descubrieron la cura y la distribuyeron a nivel mundial, aunque muchos ya habían muerto y la enfermedad se había olvidado.