Dimitri Kolarov, un niño de 12 años nacido en Rusia pero que vive en Gran Bretaña, trabaja 11 horas diarias en una mina con otras niños de su edad y mayores. Trabajan en condiciones horribles sin comida, bebida o aire limpio, y Dimitri envidia a otros niños que pueden dormir, jugar y estar con sus familias mientras él trabaja.