1. GALERIA GÜEMES
El 15 de diciembre de 1915 se abren las puertas de la hoy mítica Galería Güemes. El
pasaje Güemes, también conocido como “Paseo Florida” fue considerado el primer
rascacielos construido en Buenos Aires, con sus 14 pisos y 87 metros de altura.
Desde los primeros años de la galería, ya sorprendía la variedad de usos y funciones
que albergaba en su interior el paseo. En el subsuelo, un teatro, un cabaret y un
restaurante; pisos de vivienda que daban a Florida y pisos de oficinas sobre San Martín;
en la terraza del piso 14, otro restaurante, con mirador.
2. En Abril del 2010 se
reabrió “El Mirador” de
Galería Güemes en
Buenos Aires y todos
los jueves puede ser
visitado por quienes
disfruten de observar la
ciudad desde un lugar
diferente.
La galería concretó la reapertura al público, después de más de 20 años, de su
mirador ubicado en la entrada Mitre del edificio, en el piso 14 a 87 metros de
altura de la famosa peatonal.
En los años de su creación, en “El Mirador” funcionaba un binocular de gran
tamaño, desde el cual se podía ver hasta la costa uruguaya. Durante mucho
tiempo fue el punto más alto del país hecho por el hombre.
Actualmente “El Mirador”, es el único que permite una vista privilegiada de 360º
de la Ciudad de Buenos Aires y del mítico casco histórico del Microcentro.
Desde él, pueden avistarse los cuatro puntos cardinales, distinguiendo las
históricas cúpulas de la Ciudad: El Palacio Barolo, el Congreso, el Río de la Plata
y hasta la costa uruguaya.
3. El faro desmantelado, color celeste
encendido en su cúpula servía
de referencia a las
embarcaciones del Río de la
Plata.
4. El interior de la Güemes es una selva de ornamentos, de
ménsulas y luminarias de bronce, de esculturas, herrerías,
tímpanos con grafitos en estilo casi bizantino y cantidades
alucinantes de marmolerías. Todo este despliegue es ordenado
por la regularidad de disposición de estas fachadas internas.
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6. La galería es de doble altura y sus altas columnas contienen grandes aperturas que
dejan ver una planta baja y un entrepiso. Estas columnas tienen un basamento de
granito rojo, fustes de mármol italiano clarito y cálido, y unos remates que no llegan
a capiteles y se integran a la bóveda sosteniendo una noble cornisa muy simple. La
línea vertical de las columnas continúa en la bóveda en forma de nervaduras muy
marcadas, que mantienen el ritmo de abajo.
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8. Las bóvedas están puntuadas por grandes paños de vidriería, grandes tragaluces
bordeados por luminarias como ojos, ovalados y blancos. Junto a las dos cúpulas,
construidas con los mismos materiales pero más ornadas, le dan a la galería una gran luz
natural y una sensación de espacio mayor al real. Esta luminosidad y expansión se refleja
en las entradas a los “edificios”, rematadas de esculturas de bronce o pintadas como si
lo fueran, que anuncian el acceso a los mejores ascensores jamás vistos, y punto: nadie,
nunca, pensó un acceso a un ascensor como Gianotti en este edificio.
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10. Vale la pena ir a la Güemes para ver los grupos escultóricos en bronce que ennoblecen
las cajas que suben y bajan.
11. Para la Arquitectura del Art Nouveau, la Galería Güemes es uno de
los ejemplos más representativos, ubicados en Buenos Aires, de
este movimiento arquitectónico internacional que surge en Europa a
fines del Siglo XIX y se extiende a la Argentina en forma
contemporánea. Buenos Aires posee obras muy significativas de la
tendencia italiana llamada "floreale", de la denominada "secesión
vienesa", o la transculturada desde Cataluña, a través de los
discípulos de Gaudí, conocida como "modernismo catalán".
Arquitectos como Alberto Hugo Villaruel (a)“Aluvihugo”, García
Núñez, Colombo, Gianotti, entre otros, legaron un repertorio de
obras emblemáticas, de alto valor patrimonial.
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13. Los promotores de la obra fueron los salteños Emilio San Miguel y David
Ovejero, dueños de gran fortuna y propietarios de la casona que desde 1830
había en el terreno. Al principio se pensó en edificar tan sólo sobre la calle
Florida, pero luego se sumó al proyecto el Banco Supervielle, propietario del
lote que miraba a San Martín. Se optó entonces por un edificio-pasaje que
conectara ambas calles mediante una galería de 116 metros.
La Galería fue considerada una de las obras cumbres del Art Nouveau, estilo
Liberty italiano.
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15. Hasta hoy la galería es recordada no solo por su arquitectura, sino también
por los personajes que delinearon mucha de su historia: Saint-Exupéry vivió
aquí y escribió “Vuelo nocturno”, en el burlesque, actual Piazzolla Tango,
cantó Carlos Gardel, Bernardo de Yrigoyen era habitué de la cafetería
Bonafide, Cortázar inmortalizó el paseo en su cuento “El otro cielo” relato
que cierra su obra “Todos los fuegos el fuego”, y muchos otros personajes
que aún hoy son recordados en los relatos de la galería.
16. La tradicional perfumería Ruiz y Roca,
ocupa desde 1950 un lugar en la galería.
Una elegante y hermosa mujer llamada
Helen, preparaba las más exquisitas
fragancias de acuerdo al gusto y la
personalidad del cliente. En esa época,
adquirir uno de estos perfumes era algo
muy exclusivo.
Más tarde vinieron los perfumes
importados de Francia y desde esa
época Ruiz y Roca (pionera en el ramo)
ofrece las mejores fragancias.
Es mucha la gente que todavía en la
actualidad identifica a la galería como
"La Galería de los perfumes".
17. El bar mas tradicional de la galería es Boston
City, donde en sus comienzo solo los hombre
podían acercarse a tomar un café.
La Galería Güemes en 1916.
Estamos todos invitados a hacer de
turistas en este lindísimo y recuperado
ámbito, que tenemos la suerte de poder
usar. La Güemes se merece una visita
urgente e inmediata, para ver una lección
de cariño, buen gusto y arquitectura de
primer orden.