La cerámica piurana, especialmente la producida en Simbilá entre los años 400 y 600 d.C. usando técnicas ancestrales, es parte de la herencia de la región. La escuela alfarera se extendió por toda la región de Piura, floreciendo en Chulucanas y La Encantada. Los artesanos también trabajan la madera de zapote, dotándola de diversos diseños como jarrones, vasos y cuadros.