1. 4.000 especies afectadas por los eventos
climáticos extremos.
Ahora se sabe que unas cuatro mil especies muestran alteraciones provocadas por
eventos locales asociados al cambio climático.
El impacto es en todos los ecosistemas terrestres y marinos. La mitad de estas
especies está cambiando su hábitat y su distribución, mientras que dos tercios están
alterando los eventos importantes en su ciclo vital como el apareamiento, migración o
florecimiento. Esos cambios se deben a eventos climáticos extremos, como un año con
sequía, una ola de calor o frío de varios días, o primaveras falsas, cuando se dan días
de calor durante el invierno.
Donald Wuebbles, climatólogo de la Universidad de Illinois, aseguró que el incremento
de estos eventos extremos es muy grande, tanto en términos de vidas humanas y como
económicos. EE.UU. ha incrementado el gasto para revertir sus consecuencias en miles
de millones de dólares en los últimos 32 años. En 2011 hubo 14 eventos de este tipo.
“No es el calentamiento global el problema, sino que el cambio climático está
aumentando estos eventos que sí son una preocupación real”.
Un ejemplo es el de los pingüinos. Se tomaron muestras de sangre de adultos y
pichones para hacer diferentes análisis de su sistema inmune. La hipótesis de trabajo
es que a medida que aumenta la temperatura, también se avanzan las fronteras de
parásitos y patógenos y así enferman diferentes especies de pingüinos cuyo sistema
inmune no está aún adaptado para hacerles frente.
A pesar de que falta tomar las decisiones, los seres humanos tienen una mejor
capacidad para adaptarse a estos cambios. El resto de la naturaleza parece más frágil
ante el cambio climático pues se combina con otros problemas ambientales como la
pérdida o degradación del hábitat y la contaminación. Hay que entender el cambio
climático no sólo como el incremento de los gases de efecto invernadero, sino en
conjunto con otros cambios ambientales. Si reducimos esas otras variables
estresantes, los ecosistemas se recuperan.