Los glaciares andinos son una fuente estratégica de agua para las comunidades y economías locales, pero se han estado derritiendo rápidamente debido al cambio climático, reduciendo el suministro de agua. El Perú alberga la mayor parte de los glaciares tropicales del mundo, pero su superficie glaciar se ha reducido en un 22% en los últimos 30 años. La Autoridad Nacional del Agua del Perú planea implementar un programa de 100 millones de nuevos soles para monitorear y evaluar la dinámica de los glaciares y gestion
Discurso sobre los glaciares andinos y el cambio climático
1. DISCURSO DEL DR. HUGO JARA FACUNDO
FORO INTERNACIONAL GLACI ARES
En la región andina de América Latina, desde Colombia hasta Chile, la Cordillera de los Andes, no
solo ha forjado históricamente civilizaciones, sino también ha constituido por siglos la mayor y más
segura fuente de recursos hídricos para las comunidades y economías locales, las ciudades y
actividades productivas de los valles y regiones interandinas y costeras. Los Andes tropicales, sus
glaciares y humedales, cumplen una función esencial como reserva estratégica de recursos hídricos y
como fuente de agua para las principales cuencas y ríos de los que dependen los pueblos, las ciudades,
los ecosistemas y las economías de los países. La seguridad hídrica de varias capitales, como Quito,
Lima, Santiago y La Paz, dependen del agua de los glaciares. Sin embargo, en las últimas décadas,
como consecuencia del cambio climático, el aumento de la temperatura media, la elevación del nivel
del mar, el incremento en intensidad y frecuencia de los eventos hidrológicos extremos (avenidas y
sequías), han acelerado el derretimiento (y la consecuente pérdida) de los glaciares andinos,
reduciendo su volumen y agravando la estrechez y vulnerabilidad hídrica que provoca el
calentamiento global en los países andinos.
El Perú es uno de los 10 países megadiversos del mundo, después de Brasil tiene el bosque amazónico
más extenso, la cadena de montañas tropical de mayor superficie, el 71% de los glaciares tropicales,
84 de las 104 zonas de vida identificadas en el planeta, y 27 de los 32 climas del mundo. Esta
megadiversidad se halla gravemente amenazada por el cambio climático y explica gran parte de la alta
vulnerabilidad del país, no sólo por factores estructurales como la pobreza y exclusión social sino por
los impactos en ecosistemas de importancia global como la cuenca del Amazonas y los Glaciares.
Históricamente, los glaciares han sido el sostén fundamental de las actividades agrícolas y de la vida
en las comunidades y pueblos andino–amazónicos; debido a que las aguas de deshielo incrementan los
caudales de los ríos especialmente en los períodos de avenidas. Recientemente el turismo es una de las
actividades más asociadas a los glaciares, pues su presencia permite realizar actividades de montaña,
recorridos guiados y desarrollar la hotelería, la gastronomía y la artesanía. También se aprovechan las
aguas de deshielo por su atractivo para el canotaje y la contemplación.
Los Andes tropicales albergan el 99% de los glaciares tropicales del mundo, con una superficie glaciar
de alrededor de 2 600 km² a comienzos de este milenio. De estos Perú posee el 71%, Bolivia 20%,
Ecuador 4%, Colombia y Venezuela 4%. Es decir que el Perú concentra la mayor parte de los
glaciares tropicales del mundo, con una altitud mínima promedio de 4800 m.s.n.m., y una máxima de
6768 m.s.n.m. Estos glaciares, distribuidos a lo largo del territorio peruano en 20 regiones montañosas
diferentes y que cubren aproximadamente 2000 Km2, están en franco retroceso acelerado desde
mediados de los años 70; aquellos ubicados por debajo de los 5500 m.s.n.m. probablemente
desaparecerán antes del 2050.
En efecto, en 1970 existían en el Perú 18 grandes áreas glaciares o cordilleras que cubrían una
extensión de 2041 Km2 , pero esta extensión se había reducido a 1595 Km2 en 1997, lo que significa
que en sólo 27 años se produjo una reducción del 21.8%. La tendencia al retroceso de los glaciares
andinos se ha amplificado desde finales de los años setenta.
En 1970, un primer inventario de glaciares del Perú, para el caso de la Cordillera Blanca, efectuado
por la Unidad de Glaciología de Huaraz confirmó la existencia de 722 glaciares y 723 Km² de
superficie glaciar. En 1997, el Consejo Nacional del Ambiente determinó que en 27 años esta
superficie se había reducido en 111 Km² (que representa 15,46 % de pérdida). En 1992, la Unidad de
Glaciología de Huaraz realizó una compilación y sistematización de los inventarios de lagunas del
Departamento de Ancash, realizados en los años 1962 y 1974, determinando que la Cordillera Blanca,
poseía un total de 627 lagunas.
2. En el 2007, el Instituto Nacional de Recursos Naturales, a través de la Unidad de Glaciología de
Huaraz, emprende la elaboración del Inventario Nacional de Glaciares y Lagunas. Los resultados
señalan que la Cordillera Blanca tenía en el 2003 una superficie glaciar de 535 Km², lo cual significa
que entre 1970 y el 2003 hubo una reducción del 26 %; debiendo destacarse que en el período 1970 –
1997 (es decir 27 años) la pérdida fue de 15,46 % y que entre 1997 y 2003 (sólo en 6 años) la
reducción ha sido del orden del 10 %.
En definitiva, en los últimos 30 años, la superficie glaciar en el Perú se redujo en 22%. Se estima que
en el decenio 2020 - 2030 los glaciares por debajo de los cinco mil metros sobre el nivel del mar
habrán desaparecido. Así, para el 2030 la disponibilidad hídrica en la vertiente del Pacífico disminuiría
en 6% (excepto el norte del país, Tumbes y Piura). La pérdida de glaciares no solamente tiene un
impacto en la disponibilidad de agua, sino que aumenta el riesgo de aludes y aluviones por el
incremento del número de lagunas que se forman a la par de la deglaciación.
Los glaciares andinos juegan un rol importante como reguladores del agua en la región, ya que en
épocas secas proveen un caudal mínimo de agua para consumo, riego y generación de energía
hidroeléctrica. Estos glaciares son especialmente sensibles al cambio climático debido a las
condiciones específicas de la zona tropical, que da lugar a que se sufra un constante proceso de
ablación durante el año en la parte baja de los glaciares. Estudios recientes señalan que la región
andina experimentó un incremento de temperatura de 0.1°C por década en el período 1939-1998. Bajo
el escenario A2 del Panel Intergubernamental Sobre el Cambio Climático (IPCC) se proyecta un
incremento de más de 4°C para finales del Siglo XXI. Este aumento de la temperatura produciría en un
primer momento, el aumento de los caudales de los ríos abastecidos por los glaciares, para dar paso
posteriormente a una drástica disminución de la disponibilidad de agua, que sumada a la variación
proyectada de los regímenes de las lluvias, afectaría la vida de las personas y las actividades
económicas que dependen del agua.
La Ley de Recursos Hídricos y la Política y Estrategia Nacional de Recursos Hídricos establecen las
acciones estratégicas de la Autoridad Nacional del Agua en materia de glaciares y lagunas: promover
el desarrollo de estudios y monitoreo de glaciares, promover la adopción de medidas de prevención
orientadas a la reducción de la vulnerabilidad y promover y coordinar la implementación de acciones
para la ejecución del programa nacional de adaptación al cambio climático.
Para hacer frente a estos inmensos desafíos del cambio climático, la Autoridad Nacional del Agua
considera que es extremadamente urgente implementar una política y una estrategia de adaptación al
cambio climático y a la variabilidad climática y desarrollar medidas (estructurales y no estructurales)
de adaptación. Asimismo, es urgente crear, mejorar o rehabilitar la red hidro-meteorológica y
climatológica en las tres grandes vertientes hidrográficas de nuestro.
Finalmente, en esta hermosa mañana en la ciudad de Huaraz, me complace anunciar que la Autoridad
Nacional del Agua, con el apoyo decisivo del señor Ministro de Agricultura Eco. Milton Von Hesse, la
elaboración de una Propuesta de Programa denominado “MONITOREO Y EVALUACIÓN DE LA
DINAMICA DE GLACIARES Y GESTION DE RIESGOS ASOCIADOS A GLACIARES Y
LAGUNAS EN LA CUENCA DEL RÍO SANTA, CUENCA DEL RÍO VILCANOTA –
URUBAMBA Y CUENCA DEL RÍO MANTARO”, cuyo financiamiento estará a cargo del
Ministerio de Agricultura y cuya inversión alcanzará la suma de cien millones de nuevos soles,
durante un período de tres años del 2013 al 2016. Dicho programa, cuya elaboración y desarrollo será
liderada por la Unidad de Glaciología y Lagunas de Huaraz, tendrá cinco componentes fundamentales:
(1) Desarrollo de un Sistema de Información del potencial hídrico de glaciares y lagunas; (2)
Desarrollo de acciones no estructurales para la gestión riesgos asociados a glaciares y lagunas; (3)
Desarrollo de acciones estructurales de infraestructuras de regulación y seguridad de lagunas; (4)
Desarrollo de un Sistema de Alerta Temprana (SAT); (5) Fortalecimiento de capacidades para la
gestión y evaluación de riesgos asociados a glaciares y lagunas.
3. Auguro éxitos a este FORO INTERNACIONAL GLACIARES: retos de la investigación al
servicio de la sociedad en el marco del cambio climático, que proporciona una plataforma única
para el intercambio de experiencias y prácticas entre las comunidades científicas en el campo de la
glaciología, climatología, hidrología, y ciencias sociales, y permite facilitar la elaboración de agendas
de investigación conjuntas hacia el establecimiento de estrategias para la adaptación al cambio
climático y la gestión de riesgos en ecosistemas de montaña.
Muchas gracias.