El Lehendakari y el alcalde de Hiroshima plantaron un retoño del árbol Ginkgo biloba junto al árbol sagrado de Gernika como símbolo de paz y esperanza. El Ginkgo biloba sobrevivió a la bomba atómica de Hiroshima en 1945 y es venerado en Japón. El acto buscó transmitir un mensaje contra la guerra y a favor de la paz mundial mediante la unión de los símbolos de Gernika y Hiroshima.