El documento describe cómo el arte puede usarse como una herramienta terapéutica valiosa para la expresión emocional no verbal de los pacientes con trastornos mentales. Explica que el arte permite que los pacientes se conecten con sus emociones inconscientes y experiencias ocultas a través de modalidades como la música, la danza, el dibujo y la pintura. También discute cómo el arte terapéutico promueve la comunicación y socialización de los pacientes al proporcionar un lenguaje creativo alternativo al habla.
Arte como herramienta terapéutica para la expresión emocional
1. El arte como expresión emocional no
verbal
El arte, a lo largo de la historia, significó una expresión que
representaba cada momento social y cultural de la humanidad. A
través de la producción artística fue posible en muchos casos
reconstruir las vicisitudes, usos y costumbres de cada época, las
características de cada construcción social y las modalidades de
expresión y comunicación del hombre. Presupone una manera de
comunicación donde en el artista convergen simultáneamente el
deseo de dar a conocer la cultura que lo habita y el poder decir y
expresar los sentimientos que provienen de su andamiaje interno.
El arte se puede expresar de diferentes formas (música, danza,
dibujo, pintura, escultura, literatura) e implica en cualquiera de
estas variantes tener en cuenta la noción de creatividad. La
creatividad estimula la capacidad de transformar, que se expresa en
el proceso creativo, a través de poder generar algo nuevo para la
persona.
La utilización del arte, en sus diferentes manifestaciones, ocupa un
lugar importante en la estrategia terapéutica en el Área de
Psiquiatría y Salud Mental del Instituto de Neurociencias Buenos
Aires (Ineba). Es una herramienta que facilita la expresión y
comunicación de aspectos internos de las personas con trastornos
mentales, apelando a formas de comunicación no verbales.
La comunicación no verbal predomina desde el nacimiento en el
bebé, que se expresa a través de sus emociones. La sonrisa o el
llanto le sirven como medio para manifestar lo que siente. En el
transcurso de su vida, el hombre se expresa por la palabra y el
cuerpo, desde lo psicológico y lo endocrinológico. Es por eso que el
arte puede servir como herramienta terapéutica válida no solo para
aquellas patologías donde la palabra no alcanza, sino también como
espacio de expresión emocional no verbal.
2. El trastorno mental provoca muchas veces una actitud de
aislamiento que dificulta el acceso a la palabra pero que tiene
expresión corporal, lo que justifica la utilización de otras
modalidades terapéuticas que no incluyen la palabra como
instrumento de mediación con el otro. Es por ello que el uso de
otros lenguajes, como el corporal, musical, plástico o teatral,
favorece la comunicación y promueve la socialización.
La ciencia y el arte en la psiquiatría no se pueden separar pues son
partes inseparables de la terapéutica. Permite abordar tanto el
andamiaje interno del sujeto como sus vínculos familiares y
sociales. Le posibilita un contacto consigo mismo que le permite
construir una narrativa diferente sobre su “locura” y una
posibilidad distinta de vínculo social. La experiencia de cada uno de
los talleres artísticos terapéuticos de Ineba demuestra la posibilidad
de encontrar un instrumento más apto para el conocimiento del
mundo y de si mismo.
Entendidas terapéuticamente las diferentes actividades asociadas al
arte, al cuerpo y al quehacer grupal, cumplen una función en el
devenir del tratamiento de un paciente, que permite ampliar no solo
una visión desde la clínica sino una mirada distinta y particular de
acuerdo al espacio en que éste participe. Los talleres, en tanto
dispositivos de intervención, representan dispositivos terapéuticos
no convencionales que tienen en cuenta los aspectos “sanos “del
sujeto, y aportan para que éste se implique en su padecer y otorgue
a ese padecimiento un sentido diferente del que hasta entonces le
daba.
La implementación del arte como instrumento terapéutico facilita a
que los pacientes puedan conectarse y lidiar con sus emociones. El
taller terapéutico los puede ayudar a que se expresen las partes
inconscientes de la mente y las experiencias ocultas y sin voz. A
través de las diferentes modalidades del arte pueden encontrar
nuevas maneras para expresar los aspectos del ser que por lo
3. general quedan en silencio. El arte no es sólo la autoexpresión, sino
también la autocreación.
El lenguaje creativo no verbal utilizado como herramienta
terapéutica es un espacio de construcción común entre pacientes y
terapeutas. Aquí el sentido principal no está en el producto
artístico, sino en lo que se va logrando a lo largo del trabajo en
conjunto con cada paciente. En definitiva no es el objetivo la calidad
de lo producido, sino la expresión de la emoción humana en el
proceso de su producción.
El arte en el devenir terapéutico conjuga psiquismo con
endocrinología, porque no solo es expresión del teatro de la mente,
sino que también pone en juego el cuerpo como campo primordial
donde confluyen y se condicionan todas las experiencias. Deshace el
cuerpo instituido, preexistente, inventando uno nuevo en todas sus
conexiones. Un cuerpo sensible. Un cuerpo que no está ni en el
espacio ni en el tiempo, sino que él es espacio y tiempo.