ENSAYO CRÍTICO SOBRE LAS IMPLICACIONES EDUCATIVAS QUE TIENE LA TEORÍA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL ÁMBITO MUSICAL.
1. Francisco Raul Alacid Lorente/Mayo2018
ENSAYO CRÍTICO SOBRE LAS IMPLICACIONES EDUCATIVAS
QUE TIENE LA TEORÍA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL
ÁMBITO MUSICAL.
ÍNDICE
EL ENVOLVENTE DE LA VIDA. (La vida emocional).
LA MÚSICA EN LA EDUCACIÓN EMOCIONAL / LA INTELIGENCIA
EMOCIONAL EN LA MÚSICA.
CUESTIÓN DE RITMO.
RELACIONES SOCIALES.
CREATIVIDAD IMPROVISADA.
EL DESPERTAR DE LAS EMOCIONES.
EL ENVOLVENTE DE LA VIDA. (La vida emocional).
Para desarrollar la Inteligencia Emocional a través de la educación musical se deben
seleccionar y crear actividades y propuestas didácticas que estimulen la autoconciencia, la
motivación, el autocontrol, la empatía y las habilidades sociales; las cuales son características
de la Inteligencia Emocional.
La inteligencia emocional involucra conocernos a nosotros mismos, tener una
confianza en nuestras propias habilidades y un sentimiento de amor propio que nos permita ser
compasivos en nuestra persona y ante las necesidades de nuestro entorno.
1. Conocer las propias emociones (Autoconocimiento emocional): La incapacidad de
advertir nuestros auténticos sentimientos nos deja a merced de ellos, por ello, la conciencia de
uno mismo es la clave de la inteligencia emocional. Quienes están seguros de sus
sentimientos, tienen una noción más segura de lo que sienten realmente con respecto a las
decisiones personales.
2. . Manejar las emociones para que sean adecuadas (Autocontrol emocional): Esta
es una capacidad que se basa en la conciencia de uno mismo, Las personas que la tienen
desarrollada, pueden recuperarse con mucha más rapidez de los reveses y trastornos de la
vida, mientras que las que carecen de ésta, luchan constantemente contra sentimientos de
aflicción. El manejo de nuestros impulsos es realmente y en cierto modo lo que denominamos
autocontrol emocional.
3. La propia motivación (Auto-motivación): Las personas que tienen esta capacidad
suelen ser mucho más productivas y eficaces en cualquier tarea que emprendan. Consiste en
ser capaz de enfilar las emociones y dirigirlas o impulsarlas al servicio de un objetivo o una
meta.
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4. Reconocer emociones en los demás (Empatía): Quienes la tienen están mucho
mejor adaptadas a las sutiles señales sociales que indican lo que otros necesitan o quieren
incluso sin que éstas lo expresen con palabras; por ejemplo, el reconocer los estados
emocionales de los demás a través de sus expresiones faciales. Esto los hace mejores en
profesiones tales como enseñanza, ventas y administración. La empatía es una habilidad
fundamental en dentro de la Inteligencia Emocional.
5. Manejar las relaciones (Relaciones interpersonales): .Las personas que se
destacan en estas habilidades se desempeñan bien en cualquier cosa que dependa de la
interacción serena con los demás. El arte de las relaciones es, en gran medida, la habilidad de
manejar las emociones de los demás, haciéndolas sentir bien y contagiando positivamente una
emoción.
La vida emocional del ser humano precisa de formación y educación, no sólo en
beneficio de sí mismo sino también de la sociedad en la que vive, de la que vive, por la que
vive, en parte, ya que el ser humano es un ser social. La vida emocional del niño empieza pues
antes de nacer y es el halo vital, “el envolvente de la vida”, que acompaña al ser humano
hasta su muerte. Una tarea importantísima del maestro es la de educar la sensibilidad y la vida
emocional del niño. de ello depende en parte su felicidad futura e incluso su éxito en la vida.
El doctor Rodríguez (1985) pionero de la creatividad (específicamente en México),
sostiene que aprender es actuar y crear. Afirma que la gran distorsión de la historia es ver el
aprendizaje de forma receptiva y pasiva. La educación enfoca la enseñanza en el desarrollo de
facultades cómo la memoria, inteligencia cognitiva, dejando de lado la emoción, percepción y
sensibilidad, reforzando la verdad con base en lo que ya existe. Aprender tiene relación directa
con la percepción, y cada persona percibe y aprende de distinta manera. Magnesen (citado en
Dryden y Voss, 2001), dice que cada persona crea su propio modelo de aprendizaje por lo que
ve, escucha, prueba, huele, toca, imagina, intuye y siente. Por lo cual menciona que la
educación debe ofrecer un aprendizaje flexible y creativo.
Con la música se activan y facilitan procesos creativos. El óptimo funcionamiento
cerebral se favorece con la música, ya que produce conexiones adecuadas para el desarrollo
de habilidades del pensamiento y del aprendizaje.
Hay que tomar en cuenta que la música tiene una matemática oculta, los pitagóricos
en sus fórmulas pusieron las reglas para la música, de la armonía matemática nació la
escala musical.
La música transforma a las personas, desarrolla íntegramente su potencial, te da alas y
te hace libre, las experiencias a las que te expone te harán desenvolverte eficientemente en el
mundo, pero lo que no hay que olvidar es que la música es buena en sí misma y no hay que
permitir que se esté continuamente empleando y ejemplarizando como puente utilitarista para
conseguir otros objetivos.
Don Campbell (1992), en su libro “Introducción al cerebro musical”, afirma que existen
millones de neuronas que se pueden activar con una experiencia musical; donde la música
tiene una manera de activar las neuronas, según el propósito, ya sea para relajar, cambiar el
ritmo cardiaco, entre otras. Entre los autores que han presentado aportaciones al ámbito de la
música se encuentra Tomatis (1988), el cual en sus estudios observa cierta relación en
habilidades como la musicalidad, la atención, la habilidad en el uso del lenguaje y la
expresividad. Afirma que el hombre se mueve y se pone de pie derecho gracias a su oído.
De igual manera observó la relación entre escuchar y los centros de las emociones en
el cerebro, y descubrió que las disfunciones auditivas se reflejan frecuentemente en dificultades
emocionales y viceversa. Posteriormente reconoció el impacto que posee la música de Mozart
y escribió sobre sus efectos en cada persona; encontró que los ritmos, las melodías y altas
frecuencias de su música estimulan y cargan las zonas creativas del cerebro.
Existen también estudios en los que se comprueba que los alumnos que participan en
una orquesta tienen más altos promedios en pruebas de aptitud académica; por otro lado, los
que participan en un programa de música en el colegio o incorporan la música en clases,
registran efectos positivos en el comportamiento, la motivación y el aprendizaje, con todos
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estos datos, podemos observar que puede llegar a existir una influencia considerable entre los
estudiantes que estudian música (trabajando y desarrollando la creatividad), y las personas que
por el contexto que las rodea inhiben el pensamiento creativo.
LA MÚSICA EN LA EDUCACIÓN EMOCIONAL / LA INTELIGENCIA
EMOCIONAL EN LA MÚSICA.
La música no puede ser considerada jamás, como un lujo, como algo superfluo, o para
llenar un tiempo, porque, la música actúa sobre el ser humano de un modo inmediato. Es un
auténtico impacto del cual es casi imposible sustraerse.
Afecta al ser humano en su totalidad: biológica, física, neurológica, psicológica, social y
espiritualmente. Llega a todos, porque no requiere intelectualización para ser percibida y nos
afecta incluso ya antes de nacer.
Según nos justifica (ALTSHULER, 1952), la música es un patrón auto-curativo, del cual
la Humanidad se ha servido desde siempre para ayudar a eliminar tensiones, paliar carencias
afectivas y de todo tipo, ser el gran energético , un medio de unir a los hombres, de acercarse a
la divinidad, de expresar la alegría a través de la danza, el dolor de la muerte en las marchas
fúnebres, o danzas rituales, la ternura en las canciones de cuna, el amor en las canciones
románticas, el coraje en las danzas guerreras, como ayuda en el trabajo, etc.
La música está presente en todas los momentos esenciales de la vida del hombre:
nacimiento, trabajo, reposo, amor, muerte, guerra, dolor, enfermedad, relación con la divinidad,
etcétera. Existen canciones o composiciones para cada una de estos momentos, en el folklore
de todas las culturas.
La Música es una de las “Bellas Artes”. El Arte ha sido considerado siempre como el
instrumento más poderoso de que el hombre dispone para profundizar, comprender, refinar,
sublimar sus emociones y sentimientos. De ahí el enorme valor educativo y terapéutico del arte
para contribuir al equilibrio psíquico del ser humano.
Según Susan Langer, la música es por su la naturaleza en sí:
• Una forma de lenguaje simbólico.
• Tiene por objeto expresar el mundo de los sentimientos y puede hacerlo porque, por su forma
y estructura, se parece a la forma de las emociones, de modo que esta semejanza hace
posible simbolizarlas.
• La música es una forma simbólica inacabada, lo cual permite al ser humano el ver
proyectados en la música sus estados de ánimo.
• Las formas de los sentimientos humanos son expresados con mayor congruencia bajo
formas musicales que en forma de lenguaje…
Por la naturaleza del ser humano. Según la teoría de André Michel:
a.) Categoría temporal.
«La música es el arte del tiempo». Toda música es toma de conciencia, ya que el tiempo es un
elemento de la realidad, una categoría. El arte no es otra cosa que un redescubrimiento, una
especie de reencarnación de esta realidad, puesto que ha tenido que pasar antes por el crisol
de la personalidad del artista. «La música es la más viva, la más concreta, la más completa
experiencia del tiempo que se conoce. Es cierto que la obra de arte visual permite al artista
sobrevivir al paso del tiempo; sin embargo, la música hace más aún: permite revivir la duración
vivida. De ahí que toda música es toma de conciencia, por lo menos, por su percepción del
devenir»
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b.) Pensamiento.
Otra cualidad importantísima se refiere al campo de la conciencia. Únicamente la música hace
posible la polivalencia simultánea de varios razonamientos a la vez, lo cual hace que acumule
en un mismo instante la mayor profundidad psíquica posible. Cada parte concertante
sigue su propia lógica.
c.) Sentimiento.
Esta característica confiere a la música un valor extraordinario. Se trata de una
cualidad mucho más vital, más esencial al ser humano que el mismo razonamiento lógico, ya
que sin la cualidad o la capacidad actualizada de sentirnos «afectados» no es posible edificar
el razonamiento. Un niño o un adulto con su afectividad bloqueada traumáticamente se
convierten en seres autómatas, incapaces de razonar y de desarrollarse normalmente (La
música expresa nuestra sensibilidad secundaria, que según BERGSON, es superior al
pensamiento lógico, a la «fría razón», al razonamiento matemático. Esta sensibilidad
secundaria es más rica y variada que la afectividad elemental y primaria, conteniendo además
en su interior todas las virtudes de la razón lógica. Toda situación traumática desde el punto de
vista psicológico implica trastornos en todas las áreas del ser humano, pero en especial
desórdenes de apreciación espacio-temporal, de pensamiento y de la afectividad. En todos
estos casos, la música tiene algo muy valioso que aportar.
La música es la más adaptable de todas las artes, porque funciona en multitud de
situaciones y para casi todo el mundo. Es también la más intimista, ya que para cada uno tiene
un significado personal:
• Disipa la soledad
• Es el mejor medio para la resocialización
• En su cualidad de «diversión» ayuda a luchar contra el dolor.
• Forma parte de una realidad que permite el goce y la confianza sin miedo.
• Da seguridad
• El aprendizaje y la interpretación musical induce a sentimientos gratificantes y de realización
musical
• Es básicamente un medio de comunicación que no tendría razón de ser si con las palabras se
pudiese expresar todo.
Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 42, 2001, 91-113
«Importancia de la Musicoterapia en el Área Emocional del Ser Humano».
Serafina Poch Blasco
• La música posee un enorme poder para mover al ser humano, por lo que puede
ayudar a controlar el comportamiento.
• La introducción de «música selecta» crea una atmósfera cálida y placentera, cosa
que facilita la inducción de actitudes positivas, tanto en el paciente como en el propio
terapeuta o el medio hospitalario.
• Los estados de ánimo inducidos por la música derivan de emociones tiernas, algo
que permite el establecimiento de una buena relación terapéutica entre el paciente y el
músico-terapeuta.
• La música es sólo una parte del tratamiento que recibe el paciente. Por lo tanto, es
esencial tener conocimiento sobre ello por parte del psiquiatra responsable.
Aristóteles decía que a través de la música los hombres llegaban a acostumbrarse a sentir las
emociones e involucrar sus deseos de satisfacción más profundos.
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CUESTIÓN DE RITMO
La utilización del único potencial del ritmo con el fin de infundir energía y aportar orden,
es un hecho que comprobamos los docentes de música cada día en nuestras aulas.
Los antropólogos brindan información acerca de cómo aparece la primera música; hace
más de 35,000 años se crearon instrumentos de percusión, al golpear troncos con huesos.
Posteriormente, el hombre creó instrumentos capaces de producir una variedad de sonidos con
más significado, como cascabeles y tambores, después elaboraron instrumentos de aire y por
último se crearon instrumentos de cuerdas.
Entrando en el ámbito infantil, Dalcroze (1965) uno de los primeros pedagogos de la
música, se dio cuenta de la importancia de la relación música. Este autor afirmaba que el
principal elemento para hacer movimiento es el movimiento mismo. Su método consiste en
poner en relación cuerpo y sonido, coordinando entre movimiento y ritmo, ayudando a
desarrollar en el niño el sentido de dirección, equilibrio corporal y la memoria.
RELACIONES SOCIALES
Inconscientemente, al pertenecer y participar activamente en la vida de una comunidad
artística musical, en la mayoría de los casos, desde muy jóvenes, estamos absorbiendo y
desarrollando innumerables herramientas sociales, aprendiendo constantemente a
desenvolvernos en múltiples contextos y con una amplia gama de tipos de personas.
En este tipo de entornos se favorecen relaciones humanas muy diferentes y complejas,
ya que en otros ambientes, difícilmente, un niño de doce años, estudiante de sexto de primaria,
por ejemplo, puede compartir responsabilidades en un mismo atril con un exitoso empresario y
padre de dos hijos, o un joven adolescente puede ejercer tempranamente lo que conlleva el
liderazgo, siendo el encargado de instruir y guiar a toda una cuerda de “cincuentones”.
Las características y naturaleza de sus componentes suele ser extremadamente
variada. Mágicamente, aúna la voluntad e inteligencia, sobre un mismo escenario, de
personas de muy distintos perfiles sociales, económicos, edades, géneros, ideologías,
culturas y razas con un solo fin; hacer música y disfrutar de ello.
Pertenecer y participar en las actividades llevadas a cabo por una banda de música nos
permite, desde muy pequeños y hasta muy entrados de edad (mientras la salud lo permita),
compartir tiempo, conversaciones, viajes, proyectos y experiencias con gente muy distinta a
nosotros, y en todo tipo de espacios y contextos que podamos imaginar.
Por otro lado, la música tiene la capacidad de transmitir conocimientos, habilidades y
valores intrínsecos a la cultura del compositor, y al mismo tiempo transmite emociones y
sentimientos comunes a todas las culturas; por ello puede decirse que la música es un
instrumento idóneo para el establecimiento de un diálogo intercultural. La acción
comunicativa musical siempre ha sido objeto de análisis; aunque ha sido la falta de diálogo
cultural la que ha aumentado la consideración de que la música puede posibilitar el camino
hacia la adquisición de la Interculturalidad. La música, entendida como muestra cultural de
cada país, es un producto intrínsecamente intercultural y favorece el diálogo intercultural,
debido a su gran carga de valores y a que lleva consigo la imagen del tiempo y de la sociedad
de pertenencia.
La música favorece el proceso comunicativo intercultural, al considerarse como la
principal herramienta de trabajo en contextos educativos culturalmente diversos. Ésta ayuda a
construir un sentido de pertenencia y a valorar las producciones propias y ajenas, facilitando la
extrapolación a otras actividades de la vida cotidiana.
Por todo esto, podemos afirmar que con los estudios musicales de cualquier tipo,
fomentamos el establecimiento o restablecimiento de relaciones interpersonales.
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FUENTE DE CREATIVIDAD
La creatividad es entendida como la capacidad o habilidad de plantear, identificar o
proponer problemas.
Los indicadores de la creatividad son: originalidad, fluidez, flexibilidad, redefinición,
inventiva, análisis, síntesis y sensibilidad ante los problemas.
Explicar por qué la música puede ser una fuente de creatividad importante que ayude
en el desarrollo del pensamiento, la inteligencia emocional y los aspectos cognoscitivos dentro
del desarrollo del individuo ha sido y sigue siendo una labor incesante por parte de
investigadores, científicos, neurólogos y músicos de todo el mundo.
Entre algunas de las investigaciones llevadas a cabo, Kasuga (1999), en cuanto al
ámbito de la creatividad y su relación con las emociones y el aprendizaje, escribe acerca de
cómo la educación creativa puede despertar la capacidad de aprender y de darse cuenta como
se relaciona directamente con el gusto de vivir y la habilidad de aceptar los cambios del
entorno.
Las diferentes metodologías musicales o métodos activos que surgen en el siglo XX,
ofrecen orientaciones metodológicas específicas para la educación musical. Estas
metodologías, desarrolladas por grandes músicos y pedagogos, pretenden educar
musicalmente y desarrollar la creatividad.
Paynter (1999) expone sus argumentos a favor del desarrollo de la creatividad a través
la música. “Del pensar y del hacer con sonidos musicales surgen formas de llegar a conocer y
formas de contar distintas a las de otras disciplinas, aunque no menos importante para el
desarrollo intelectual. El pensamiento se encuentra con el pensamiento cuando compartimos
nuestra propia creatividad y cuando escuchamos, comprendemos e interpretamos el resultado
de la inventiva de otras personas”.
CREATIVIDAD IMPROVISADA
Por otro lado, la improvisación es una forma de aprender a valorar las ideas y se
convierte en la primera fase de la composición musical. Consiste en utilizar elementos
conocidos para obtener un resultado nuevo. La experiencia en la improvisación y en la
composición ayuda a desarrollar todas las técnicas creativas e interpretativas. La
improvisación es un proceso creador y un recurso didáctico que facilita la integración ya que
se consigue maduración de la personalidad, aprendizajes significativos, desarrollo auditivo,
relaciones interpersonales, motivación, confianza y autoestima.
Tradicionalmente, las actividades musicales se han vinculado con el canto, la
interpretación, la reproducción sonora y la ejecución, olvidándose de la satisfacción por la
propia expresión personal. Es necesario plantear unas estrategias que estimulen las
capacidades para ordenar y conducir las improvisaciones musicales. Si queremos desarrollar la
creatividad musical, las exploraciones que los niños realicen con los sonidos han de estar bien
delimitadas y diseñadas en función del desarrollo evolutivo. La creatividad se basa en el
juego, y la expresión creadora necesita de un periodo de juego.
Citando a Kao (1997), el utiliza la música jazz para activar y desarrollar la creatividad,
la define como el proceso total por el cual las ideas se generan, se desarrollan y se entiende
por innovación. Este autor propone a los gerentes de las compañías que dominen las destrezas
de la creatividad para tener mejores resultados.
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EL DESPERTAR DE LAS EMOCIONES
La música tiene mucha importancia en el ser humano puesto que actúa en diversas
instancias del ser, incluso se ha documentado su utilidad como medicina puesto que, en
algunas personas puede ser empleada como estrategia terapéutica en procesos de
recuperación física y mental.
Se ha observado que al escuchar alguna música agradable, se pueden activar
sustancias químicas en el Sistema Nervioso Central, estimulándose la producción de
neurotransmisores como la dopamina, las endorfinas y la oxitocina, experimentándose un
estado que favorece la alegría y el optimismo en general. Al parecer, estas sensaciones
ayudan a la movilización de información de carácter inconsciente que genera cambios en la
actividad neuronal, facilitando la expresión de emociones, la descarga de sentimientos e
impulsos reprimidos o incluso el brote emocional de conflictos o situaciones traumáticas.
(Díaz, 2008) resalta que al parecer existe un paralelismo entre los elementos
estructurales de la música y las personas en cuanto a “cómo somos”: el ritmo relacionado con
la parte corporal, la melodía con la parte afectiva y la armonía con la vida intelectual y de
relación. Desde un punto de vista psicológico estos tres elementos son muy importantes,
porque se refieren a la parte sensorial, afectiva y mental del individuo. El cerebro procesa
agrupando, analizando y combinando el estímulo sensorial (sonido musical) con el fin de
organizar determinadas funciones neuropsicológicas, para dar una reacción neurológica y
motora.
De esta forma podemos explicar el hecho de que la música despierta emociones al
estimular centros cerebrales específicos, siguiendo un camino de interiorización que impulsa a
manifestar diversas sensaciones.
Todos somos conscientes de cómo la música nos ha ido acompañando en diferentes
momentos de nuestra vida. De cómo cientos de canciones han servido de fondo en nuestras
alegrías, amores, desamores, angustias y tristezas. De cómo seleccionamos el apartado de
"canciones alegres" o "canciones tristes" en nuestro reproductor dependiendo del estado de
ánimo con que amanezca nuestro día (o de si queremos cambiarlo). Y es que la música, no
sólo suscita en las personas una experiencia estética, sino que permite expresar sentimientos y
circunstancias, transmitir emociones, pensamientos o ideas. Es otra forma de comunicarse
allá donde no llegan las palabras.
Psicológicamente, la música puede despertar, evocar, estimular y desarrollar diversas
emociones y sentimientos. También puede traer a la memoria olores y colores, y modificar el
estado de ánimo del oyente y su percepción del espacio y del tiempo.
Los efectos de la música
“La música actúa sobre la bioquímica de nuestro organismo, positiva o
negativamente según el tipo de música...Sterheimer ha descubierto ciertas notas
musicales que afectan a los aminoácidos de una proteína y en consecuencia las
plantas crecen con mayor rapidez...
(Poch, 1999)
.
En las últimas décadas, la comunidad científica ha mostrado un gran interés por
investigar los efectos beneficiosos que la música ejerce sobre el ser humano. Se ha
comprobado que la música influye no sólo en el estado actual al momento de escucharla, sino
también en el desarrollo de las personas a largo plazo. Es capaz de producir cambios
fisiológicos en el organismo, como acelerar o retardar las principales funciones orgánicas (ritmo
cerebral, circulación, respiración, digestión y metabolismo), incrementar o disminuir el tono y la
energía muscular, modificar el sistema inmunitario o alterar la actividad neuronal en las zonas
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del cerebro implicadas en la emoción. El oír música, ayuda a bajar los niveles de ansiedad,
disminuir el dolor, hacer más rápida la recuperación de los enfermos, además de convertimos
en personas más optimistas.
Es una fuente de placer que en ocasiones es capaz de provocar en nosotros una
verdadera experiencia catártica, puesto que la expresión de las pasiones de forma sana y
saludable nos libera y limpia, permitiendo un contacto más directo con nuestra esencia, y como
consecuencia, originando auténticos momentos de felicidad.
Intelectualmente, la música desarrolla la capacidad de atención y favorece la
imaginación y la capacidad creadora, estimula la habilidad de concentración y la memoria a
corto y largo plazo y desarrolla el sentido del orden y del análisis. Facilita el aprendizaje al
mantener en actividad las neuronas cerebrales, y ejercita la inteligencia, ya que favorece el uso
de varios razonamientos a la vez al percibir diferenciadamente sus elementos (frecuencia,
longitud de onda, timbre, melodía, armonía y ritmo), y sintetizarlos en la captación de un
mensaje integrado, lógico y bello.
Quienes escuchan música desde pequeños y de forma constante, tienen mejores habilidades
de lenguaje, son más creativos y felices.
Terapéuticamente hablando, la música se utiliza para restaurar, potenciar o mantener
el funcionamiento físico, emocional, cognitivo, o social de las personas. Musicoterapia es el
nombre que recibe este uso de la música con fines terapéuticos. Actualmente se aplica en
áreas muy diversas: psicosis, autismo, enfermedades psicosomáticas, geriatría, discapacidad
motora y sensorial, adicciones, embarazo, enfermedades terminales, hipertensión arterial,
estados de ansiedad, depresión y estrés, alteraciones del sueño, etc.
A partir de las investigaciones y de las aportaciones de cada autor,
podemos observar que, sin lugar a dudas, las implicaciones educativas que
tiene la teoría de la Inteligencia Emocional en el ámbito
musical, alcanzan niveles muy elevados, y puedo afirmar también que
existe un desarrollo pleno en las habilidades de cada individuo.
Bibliografía
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Lacárcel, J. (2003). Psicología de la música y emoción musical. Educatio Siglo XXI, 20-
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Fernández, A. (2011). Proyecto de Investigación Educativa: La música y la motivación
en las evaluaciones.
Flores, E. & Díaz, J. (2009). La respuesta emocional a la música: atribución de
términos de la emoción a segmentos musicales. Salud Mental, 32 (1), 2134.