Dios creó diferentes animales y les asignó características y una esperanza de vida. El burro, el perro y el mono pidieron menos años de los que Dios les había dado originalmente. Cuando Dios creó al hombre, este negoció para vivir los años que los otros animales habían rechazado, totalizando 75 años. Desde entonces, el hombre vive sus años de la misma manera en que los animales viven los suyos: 20 años como hombre, 30 como burro trabajando, 15 como perro cuidando el hogar y 10 como mono divirtiendo a los nietos
2. Dios creó al burro y le dijo: 'Serás burro, trabajarás incansablemente de sol a sol, cargando bolsas en el lomo, comerás pasto, tendrás inteligencia y vivirás 50 años... serás burro'. El burro contestó: 'Seré burro, pero vivir 50 años es demasiado, dame solamente 20 años...'. Dios se lo concedió.
3. Dios creó al perro y le dijo: 'Cuidarás las casas de los hombres, serás su mejor amigo, comerás las sobras que te den y vivirás 25 años... serás perro'. El perro respondió: 'Señor, vivir 25 años es demasiado, dame solamente 10 años'. Dios se lo concedió.
4. Dios creó al mono y le dijo: 'Serás mono, saltarás de rama en rama haciendo payasadas. Serás divertido y vivirás 20 años'. El mono argumentó: 'Señor, vivir 20 años es mucho, dame solamente 10 años ...'. Dios se lo concedió.
5. Finalmente, Dios creó al hombre y le dijo: 'Serás hombre, el único ser racional sobre la faz de la tierra. Usarás tu inteligencia para enseñorearte sobre los animales. Dominarás el mundo y vivirás 20 años'. El hombre contestó: 'Señor seré hombre, pero vivir 20 años es muy poco. Dame los 30 años que el burro rehusó; los 15 años que el perro no quiso; y los 10 años que el mono rechazó (75 años). Dios se le concedió.
7. Y desde entonces, el hombre vive 20 años como hombre; se casa , pasa 30 años como burro, trabajando y cargando todo el peso en el lomo. Después, cuando los hijos se van, vive 15 años como perro, cuidando la casa y comiendo lo que le den, para luego llegar a viejo, jubilarse y vivir 10 años como mono, saltando de casa en casa, de hijo en hijo, y haciendo payasadas para divertir a los nietos.