2. • Juan XXIII debe sonreír, entre
temeroso y complacido, al observar
hacia dónde podrían orientarse los
primeros pasos pontificales de
Francisco.
• Temeroso, porque Juan XXIII también
padeció aviesas resistencias de los
estratos conservadores anidados en los
encumbrados cubiles de la curia
vaticana. Complacido, porque, desde
aquel más allá, tal vez vería con fraternal
solidaridad los primeros, todavía
ambiguos barruntos de un posible
proceso de reformas inaplazables en el
interior de una iglesia enclaustrada en
las tétricas ergástulas del fanatismo
medieval.
3. • Se recuerda a Juan XXIII como un
Papa breve. No se amilanó ante las
invectivas y las agresiones
provenientes de los segmentos
integristas sembrados en los más
recalcitrantes episcopados del
mundo. Habló y actuó de modo
inesperado. Se le recuerda como
un pontífice diferente a muchos de
sus predecesores, cercano a las
angustias trascendentales de los
feligreses pobres, dueño de una
forma de hablar pausada, sencilla.
4. • El Papa Francisco quería ser Juan XXIV
• Fue el cardenal italiano Loris Capovilla, el
exsecretario privado de Roncalli, quien dio a
conocer ese detalle en un artículo publicado
en la sección especial del diario L’Eco de
Bérgamo, en Italia.
• “El papa Francisco es como el papa Juan; se
parecen mucho. Sí, el cardenal Bergoglio
había pensado en el nombre de Juan, quería
ser el sucesor de Juan XXIII. Pero también
tenía en mente el nombre de Francisco”,
indicó.
• Pero recordó que en cuanto fue elegido,
Bergoglio recibió un abrazo del cardenal
brasileño –arzobispo emérito de Sao Paulo–
quien le dijo de manera imprevista “no te
olvides de los pobres”.
• “Así Bergoglio se decidió por el nombre de
Francisco. Pero papa Juan estaba en sus
pensamientos”, añadió Capovilla.
5. • El Papa Francisco ha causado un gran
impacto en el mundo entero, no sólo
entre los católicos sino también en
personas de otras religiones y aún en
personas no creyentes.
• Quienes lo han tratado reconocen en él
a un hombre carismático, que se
distingue por su gran sencillez,
humildad y facilidad de trato, por su
sensibilidad y cercanía con la gente. Sus
primeras acciones y algunos de los
gestos y actitudes que ha tenido en estos
primeros meses de su pontificado nos
permiten ver los rasgos de su
personalidad.