2. Las muchedumbres le
preguntaban: ¿Qué hemos
de hacer? Juan respondía: El
que tiene dos túnicas, dé una
al que no tiene, y el que
tiene alimentos haga lo
mismo…
Lc 3, 10-18.
3. ¿Qué tenemos que hacer?
Después de escuchar su
anuncio del Mesías, la
gente pregunta a Juan.
Su respuesta no es teórica
ni vaga: contiene una
fuerte carga social y moral,
y apunta a gestos
concretos.
4. La expectación ha de ir
seguida de un cambio
profundo y radical de los
corazones.
Juan anuncia que el que
tiene que venir elevará aún
más estas exigencias. Él
bautiza con agua pero…
¿qué significa «bautizar
con Espíritu Santo y
fuego»?
5. Bautizar con Espíritu y fuego
significa dar un salto: pasar
del ritual purificador del
agua, que es vaciarse de
todo lo malo, para llenarse
de fuego, que es la fuerza
del amor de Dios.
Este fuego conduce a la
entrega generosa de la
propia vida.
No hay mayor purificación
que la del corazón que se da
por amor.
6. Hoy, en un mundo falto de esperanza y sumido en
honda crisis, cabe preguntarnos:
¿qué hemos de hacer?
Esta pregunta es tan importante como cuestionarnos
qué debemos saber y qué debemos tener.
7. Las orientaciones de Juan
nos sirven también a los
creyentes de hoy.
En cuanto a tener, Juan es
muy claro: hay que
compartir.
Ante la desigualdad y la
injusticia, Juan propone
una ética solidaria que
cubra las necesidades de
todos.
8. En nuestro mundo se
produce alimento suficiente
para 10 000 millones de
personas. En cambio, cada
año 1000 millones pasan
hambre, y se desperdicia un
30 % del alimento que se
produce.
¿Qué hacemos los cristianos
ante esta realidad?
El reto del hambre es
responsabilidad de todos, no
solo de los políticos y
gobernantes.
9. En cuanto al poder, Juan
también es muy claro:
aquellos que tienen un
cargo o autoridad no
deben abusar ni
extorsionar a nadie.
¡Un buen mensaje para
los gobernantes y
dirigentes de
instituciones, públicas y
privadas!
11. En la familia, ¿qué
hacemos para mejorar la
convivencia, la afectividad,
la escucha, el amor, la
alegría?
¿Qué hacemos por
superar viejas rencillas y
por la reconciliación?
¿Dedicamos suficiente
tiempo a los seres
queridos?
12. En la sociedad, ¿cómo
mejoramos nuestra
relación con los vecinos,
con los compañeros de
trabajo, con nuestros
amigos?
¿Adoptamos algún
compromiso público
solidario y valiente?
13. En nuestra comunidad de creyentes, ¿podemos
aportar algo más?
¿Podemos hacer algo por los necesitados?
¿Podemos dedicar más tiempo a evangelizar?
14. En nuestra relación con Dios, ¿qué podemos mejorar?
¿Confiamos lo bastante en él?
¿Tenemos tiempo para él?
¿Hay un lugar importante para él en nuestra vida?
15. La gran respuesta a la pregunta ¿qué hemos de hacer?
es esta: amar.
Olvidarse de uno mismo.
Darse cuenta de que el yo no tiene sentido sin el tú; y
de que el nosotros nos hace crecer.
16. Estamos llamados a ser familia de Dios.
En esta familia, la esperanza es nuestro estandarte.
Y nuestra misión es trabajar por la paz desde el amor
fraterno.
17. Textos de Joaquín Iglesias Aranda.
Música: Madre de CristoK, Vituli.