2. Nacida en
26 de julio de 1925 en Barcelona
Escritora y profesora de
universidad.
3. En 1976 fue propuesta para el Premio
Nobel de Literatura.
Después de varios
años de gran
silencio narrativo,
en 1984 obtuvo
el Premio Nacional
de Literatura
Infantil con la
obra Sólo un pie
descalzo.
4. Miembro de la Real
Academia Española, donde
ocupa el asiento K y la
tercera mujer que recibe
el Premio Cervantes,
obtenido en 2010.
5. Ha sido profesora invitada en
las universidades de Oklahoma,
Virginia e Indiana.
6. Matute es también miembro honorario
de la Hispanic Society of America. Existe
un premio literario que lleva su nombre
y sus libros han sido traducidos a 23
idiomas.
7. Matute es una de
las voces más
personales de
la literatura
española del siglo
XX y es
considerada por
muchos como una
de las mejores
novelistas de la
posguerra
española.
8. Matute lo señala como su
libro favorito de entre sus
obras y se lo ha calificado
como un «clásico de
culto». La novela tiene una
ambientación medieval co
n elementos de
la literatura
fantástica, libro de
caballería y cuento de
hadas.
9. Transcurre a finales de
la Guerra Civil
española, en torno a la
figura de Jeza, un
soldado del bando
republicano, alrededor
del cual se aglutinan
una serie de personajes.
De forma algo
inconexa, nos iremos
adentrando en una
historia de lucha,
política y amor.
10. Fue premio Nacional de
Literatura 1959 y Premio
Nacional de la Crítica en
1958.
Constituye una
contribución memorable a
la recuperación de la
memoria histórica en un
sentido no político ni
ideológico sino que
constituye una verdadera
lección sobre el factor
humano de la posguerra.
11. Puede considerarse una
fábula o un cuento
mágico con un estilo
dulce y enfocado siempre
en la experiencia vital de
los dos niños, va
desgranando las pasiones
propias de una persona
en el proceso de la
infancia a la pubertad así
como la reacción de los
dos personajes ante la
miseria y el horror
propios de la Edad
Media.
12. Ondina del Fondo del Lago habitaba desde hacía
cuatrocientos treinta años en el más bello lugar del Lago de
las Desapariciones. Ondina era de una belleza
extraordinaria: suavísimos cabellos color alga que le
llegaban hasta la cintura, ojos largos y cambiantes como la
luz, que iban del más suave oro al verde oscuro, y piel
blanco-azulada. Sus brazos ondeaban lentamente entre las
profundas raíces de las plantas, y sus piernas se movían
como las aletas de una carpa.
13. Una sonrisa fija y brillante, que iba del nacarado de la
concha al rosa líquido del amanecer, flotaba entre sus
labios. Cualquier humano hubiera sentido una gran
fascinación al contemplarla en todos sus pormenores - e
excepción hecha de las orejas, que, como todas las de su
especie eran largas y puntiagudas en extremo, aunque de
un tierno color, entre sonrosado y oro.