El documento habla sobre cómo construimos nuestra vida día a día a través de nuestras acciones y decisiones. Relata la historia de un carpintero que construyó una casa de mala calidad sin saber que era para él. Al igual que el carpintero, debemos esforzarnos al máximo en la construcción de nuestra vida para no arrepentirnos después. El documento invita a dejar que Jesús nos ayude a darle significado y propósito a nuestra existencia.
1. CONSTRUIR UNA VIDA «Construimos nuestra vida año por año, día a día, un momento a la vez. El Año Nuevo nos presenta una buena oportunidad de ver cómo va "nuestra obra"».
2. Un carpintero ya en edad de jubilarse informó a su jefe que tenía planes de retirarse y llevar una vida más reposada en compañía de su esposa. Expresó que extrañaría el sueldo, pero que como tenía que retirarse, se las arreglarían para subsistir.
3. El contratista lamentó que un empleado tan valioso dejara la empresa. Entonces pidió al carpintero que construyera una casa más, como un favor personal. El carpintero accedió, pero era evidente que no ponía el corazón en la tarea. Trabajó chapuceramente y con materiales de mala calidad. Fue un desafortunado colofón a una trayectoria de gran laboriosidad.
4. Cuando el carpintero terminó su labor, el empleador fue a inspeccionar la vivienda. Seguidamente, le entregó la llave de la casa al carpintero y añadió: — Esta es su casa. Acéptela como un regalo de mi parte. El carpintero quedó perplejo y avergonzado. Si hubiese sabido que la casa era para él, habría puesto mucho empeño en su construcción.
5. Si tuviésemos otra oportunidad, lo haríamos todo de forma muy diferente. Pero no se puede dar marcha atrás. Lo mismo nos ocurre a todos. Construimos nuestra vida día tras día, y muchas veces no nos esforzamos al máximo en la construcción de nuestra existencia. Al final nos quedamos sorprendidos cuando descubrimos que tenemos que vivir en la casa que hemos construido.
6. Cada día ponemos un clavo, colocamos una tabla o levantamos una pared. Con nuestras actitudes y decisiones de hoy construimos nuestra casa del mañana… ¡Edifiquemos sabiamente! Al igual que el carpintero, vamos construyendo nuestra vida.
7. Permite que el carpintero de Nazareth te ayude en la construcción de tu vida. Él le dará un verdadero propósito y significado a tu existencia. Pide a Jes ús que entre en tu corazón por medio de esta oración : « Jesús, deseo los dones que Tú nos ofreces: la vida eterna, el amor y un sentido a la vida. Te abro mi vida y mi corazón ahora y acepto Tu don de salvación. Te ruego que me perdones todas mis malas acciones, que me ayudes a volver a empezar, a llegar a conocerte íntimamente y a sentir tu amor. Amén » .