El relieve de España es el resultado del choque de las placas tectónicas euroasiática y africana. Está formado por varias cadenas montañosas como los Sistemas Central e Ibérico, la Cordillera Cantábrica, los Pirineos y los Sistemas Béticos, separadas por mesetas como la Meseta Norte, Sur y depresiones como la del Ebro y Guadalquivir.