La computación en la nube permite ofrecer servicios de computación a través de Internet, donde los usuarios pueden acceder a los servicios disponibles "en la nube" sin necesidad de conocimientos técnicos. Este paradigma surgió de los proveedores de servicios en Internet a gran escala y ofrece ventajas como agilidad, costos reducidos, escalabilidad, independencia de dispositivos y ubicación, y mantenimiento simplificado.
1. Computación en la nube
A COMPUTACIÓN EN LA NUBE,1 CONOCIDO TAMBIÉN COMO SERVICIOS EN LA NUBE,
INFORMÁTICA EN LA NUBE, NUBE DE CÓMPUTO O NUBE DE CONCEPTOS, (DEL INGLÉS CLOUD
COMPUTING), ES UN PARADIGMA QUE PERMITE OFRECER SERVICIOS DE COMPUTACIÓN A
TRAVÉS DE INTERNET.
2. Introducción
En este tipo de computación todo lo que puede ofrecer un sistema
informático se ofrece como servicio,2 de modo que los usuarios puedan
acceder a los servicios disponibles "en la nube de Internet" sin
conocimientos (o, al menos sin ser expertos) en la gestión de los recursos
que usan. Según el IEEE Computer Society, es un paradigma en el que la
información se almacena de manera permanente en servidores de
Internet y se envía a cachés temporales de cliente, lo que incluye equipos
de escritorio, centros de ocio, portátiles, etc.
3. Comienzos
El concepto de la computación en la nube empezó en proveedores de
servicio de Internet a gran escala, como Google, Amazon AWS, Microsoft y
otros que construyeron su propia infraestructura. De entre todos ellos emergió
una arquitectura: un sistema de recursos distribuidos horizontalmente,
introducidos como servicios virtuales de TI escalados masivamente y
manejados como recursos configurados y mancomunados de manera
continua. Este modelo de arquitectura fue inmortalizado por George Gilder en
su artículo de octubre 2006 en la revista Wired titulado «Las fábricas de
información». Las granjas de servidores, sobre las que escribió Gilder, eran
similares en su arquitectura al procesamiento “grid” (red, parrilla), pero
mientras que las redes se utilizan para aplicaciones de procesamiento técnico
débilmente acoplados (loosely coupled), un sistema compuesto de
subsistemas con cierta autonomía de acción, que mantienen una
interrelación continua entre ellos, este nuevo modelo de nube se estaba
aplicando a los servicios de Internet.
4. Historia
El concepto fundamental de la entrega de los recursos informáticos a
través de una red global tiene sus raíces en los años sesenta. La idea de
una "red de computadoras intergaláctico" fue introducido en los años
sesenta por JCR Licklider, su visión era que todo el mundo pudiese estar
interconectado y poder acceder a los programas y datos desde
cualquier lugar, explicó Margaret Lewis, directora de marketing de
producto de AMD. "Es una visión que se parece mucho a lo que llamamos
cloud computing".
5. Características
La computación en nube presenta las siguientes características clave:
Agilidad: Capacidad de mejora para ofrecer recursos tecnológicos al usuario por parte del proveedor.
Costo: los proveedores de computación en la nube afirman que los costes se reducen. Un modelo de prestación pública en la nube convierte los
gastos de capital en gastos de funcionamiento. Ello reduce barreras de entrada, ya que la infraestructura se proporciona típicamente por una
tercera parte y no tiene que ser adquirida por una sola vez o tareas informáticas intensivas infrecuentes.
Escalabilidad y elasticidad: aprovisionamiento de recursos sobre una base de autoservicio en casi en tiempo real, sin que los usuarios necesiten
cargas de alta duración.
Dispositivo e independencia de la ubicación permite a los usuarios acceder a los sistemas utilizando un navegador web, independientemente de su
ubicación o del dispositivo que utilice (por ejemplo, PC, teléfono móvil).
La tecnología de virtualización permite compartir servidores y dispositivos de almacenamiento y una mayor utilización. Las aplicaciones pueden ser
fácilmente migradas de un servidor físico a otro.
Rendimiento: Los sistemas en la nube controlan y optimizan el uso de los recursos de manera automática, dicha característica permite un
seguimiento, control y notificación del mismo. Esta capacidad aporta transparencia tanto para el consumidor o el proveedor de servicio.
La seguridad: puede mejorar debido a la centralización de los datos. La seguridad es a menudo tan buena o mejor que otros sistemas tradicionales,
en parte porque los proveedores son capaces de dedicar recursos a la solución de los problemas de seguridad que muchos clientes no pueden
permitirse el lujo de abordar.
Mantenimiento: de las aplicaciones de computación en la nube es más sencillo, ya que no necesitan ser instalados en el ordenador de cada usuario
y se puede acceder desde diferentes lugares.
6. Beneficios
Integración probada de servicios Red. Por su naturaleza, la tecnología de cloud computing se puede integrar con mucha
mayor facilidad y rapidez con el resto de las aplicaciones empresariales (tanto software tradicional como Cloud
Computing basado en infraestructuras), ya sean desarrolladas de manera interna o externa.5
Prestación de servicios a nivel mundial. Las infraestructuras de cloud computing proporcionan mayor capacidad de
adaptación, recuperación completa de pérdida de datos (con copias de seguridad) y reducción al mínimo de los
tiempos de inactividad.
Una infraestructura 100% de cloud computing permite también al proveedor de contenidos o servicios en la nube
prescindir de instalar cualquier tipo de software, ya que éste es provisto por el proveedor de la infraestructura o la
plataforma en la nube. Un gran beneficio del cloud computing es la simplicidad y el hecho de que requiera mucha
menor inversión para empezar a trabajar.
Implementación más rápida y con menos riesgos, ya que se comienza a trabajar más rápido y no es necesaria una gran
inversión. Las aplicaciones del cloud computing suelen estar disponibles en cuestión de días u horas en lugar de semanas
o meses, incluso con un nivel considerable de personalización o integración.
Actualizaciones automáticas que no afectan negativamente a los recursos de TI. Al actualizar a la última versión de las
aplicaciones, el usuario se ve obligado a dedicar tiempo y recursos para volver a personalizar e integrar la aplicación.
Con el cloud computing no hay que decidir entre actualizar y conservar el trabajo, dado que esas personalizaciones e
integraciones se conservan automáticamente durante la actualización.
Contribuye al uso eficiente de la energía. En este caso, a la energía requerida para el funcionamiento de la
infraestructura. En los datacenters tradicionales, los servidores consumen mucha más energía de la requerida realmente.
En cambio, en las nubes, la energía consumida es sólo la necesaria, reduciendo notablemente el desperdicio.