La hepatitis B y C se propagan principalmente a través del contacto con sangre o fluidos corporales infectados, como durante las relaciones sexuales sin protección. Las vacunas son importantes para prevenir la hepatitis B, especialmente para trabajadores de la salud, personas con enfermedades crónicas o VIH, y aquellos con múltiples parejas sexuales o que consumen drogas inyectables. El documento proporciona información sobre la prevención de la hepatitis a través de la vacunación y evitando el contacto con sangre infectada.