Los humanos evolucionaron de homínidos en África hace 4 millones de años, pasando por especies como Australopithecus, Homo habilis, Homo erectus, Homo neanderthalensis hasta llegar a Homo sapiens sapiens. A lo largo de la hominización, los homínidos experimentaron cambios físicos como un aumento en el tamaño del cráneo y diferencias entre las manos y los pies para facilitar el desplazamiento, adaptándose mejor al medio.